Bloomberg — Descensos de notables de cortisol, una hormona del estrés, son el indicador más fuerte de las personas que desarrollan Covid-19 prolongado, según una nueva investigación que determinó varios factores potenciales de los síntomas prolongados que aquejan a millones de pacientes.
Científicos de la Facultad de Medicina de Yale, en Connecticut, y de la Facultad de Medicina Icahn del Monte Sinaí, en Nueva York, descubrieron que las concentraciones de cortisol en la sangre de las personas que padecían el denominado Covid-19 prolongado eran aproximadamente la mitad que las encontradas en individuos sanos, sin infección o totalmente recuperados de Covid-19.
Hasta la fecha nadie sabe cuál es la causa de la combinación de síntomas, denominados “Covid-19 prolongado”, que padecen entre el 10% y el 20% de los enfermos tras la fase grave de la infección por el SARS-CoV-2, virus que causa el Covid-19. Para saber por qué ocurre, el gobierno de EE.UU. está invirtiendo más de US$1.000 millones en la formulación de medidas de tratamiento y prevención de la enfermedad.
El sistema endocrino es uno de los caminos para la investigación, pues produce hormonas como el cortisol, las cuales afectan a todas las partes del cuerpo humano, incluidas la inflamación y el metabolismo. Esta hormona contribuye a controlar el estado de ánimo, la motivación y el miedo. La Clínica Mayo afirma que los niveles bajos de Cortisol puede provocar fatiga, debilidad muscular, trastornos del sistema digestivo e intestinal así como hipotensión.
Se han registrado niveles bajos de cortisol en personas con encefalomielitis miálgica o síndrome de fatiga crónica, y potenciarlo con un tratamiento con hidrocortisona ha brindado una modesta mejoría en los síntomas, escribieron los investigadores Akiko Iwasaki, David Putrino y sus coautores en el estudio, publicado el 10 de agosto antes que sus pares lo revisen.
Muy emocionada de compartir nuestra última investigación sobre las características inmunológicas de #CovidProlongado . Nuestra colaboración de más de 2 años con @PutrinoLab con muchos otros colegas y pacientes fantásticos: el estudio Mount Sinai Yale Long COVID (MY-LC) realizado por @sneakyvirus1 et al. (1/) https://t.co/8cGj51HyGn Prof. Akiko Iwasaki (@VirusesImmunity) 10 de agosto de 2022
El grupo de Yale-Mount Sinai utilizó un “fenotipado” inmunológico integral, encuestas de pacientes y aprendizaje automático para identificar las diferencias en personas con y sin Covid prolongado después de la infección durante la primera ola de la pandemia en 2020. Fatiga, “niebla mental” y problemas con el sistema autónomo de los sistemas nerviosos fueron las dolencias más comunes que debilitaron a los pacientes más de un año después.
El cortisol bajo, junto con niveles elevados de dos proteínas, IL-8 y galectina-1, podría usarse potencialmente en un conjunto de biomarcadores para identificar objetivamente a las personas con Covid prolongado, dijeron los autores.
Los datos del grupo apuntan a los restos del virus que persisten en el cuerpo, la reactivación de los herpesvirus latentes y la inflamación crónica como posibles causas, dijo Iwasaki, profesor de inmunobiología y biología molecular, celular y del desarrollo en Yale, en una serie de publicaciones en Twitter.
El estudio involucró a 215 personas, incluidas 99 con Covid prolongado. Cuarenta formaban parte de un grupo de control sano y no infectado, mientras que el resto se infectó pero se recuperó por completo. Aunque el estudio fue pequeño, de naturaleza exploratoria y requiere validación, ayudará a informar el desarrollo de estrategias para diagnosticar y tratar la covid prolongada, dijo.
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