Ciudad de México — Aunque el Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador está optimista del crecimiento económico hacia el cierre del sexenio, Hacienda México espera menos ingresos petroleros, un recorte el gasto público y más costo financiero de la deuda para el 2023 y 2024.
La economía mexicana creció 3% en 2022 y el Gobierno de México está confiado en replicar ese nivel en 2023 y 2024 con el impulso del nearshoring y a pesar de que existen pronósticos de desaceleración global y de una posible recesión en Estados Unidos.
En la recta final de la administración de AMLO, como se le conoce al presidente, se prevé un crecimiento de 3% tanto para 2023 como para 2024, con un rango para 2023 que va de 2,2% al 3% y de 1,6% a 3% para 2024, de acuerdo con los Pre-Criterios Generales de Política Económica 2024 enviados el 31 de marzo al Congreso.
Hacienda admitió que el panorama económico presente retos para este año que posiblemente se extiendan hacia 2024, no obstante, fundamentó su optimismo en el crecimiento del dinamismo de la demanda interna que se ha visto fortalecido por el mercado laboral, los programas sociales, la inversión pública, la inversión extranjera y la relocalización de empresas.
Si bien Hacienda espera crecer hasta 3% este año y en 2024, para efecto de la actualización de las finanzas públicas para los años referidos, utilizó una tasa menor de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB).
Es decir, para 2023 el estimado puntual (valor medio del rango) de crecimiento económico que se utilizó para calcular las diferentes variables macroeconómicas y proyecciones de gasto público es de 2,6%, mientras que para 2024 es de 2,3% puntual.
En consecuencia, Hacienda realizó ajustes a la baja de los ingresos y del Presupuesto, entre ellos se encuentran los ingresos petroleros, gasto público y el costo financiero.
Ingresos petroleros
Hacienda espera que los ingresos presupuestarios sean inferiores a los previstos en la Ley de Ingresos de la Federación (LIF) 2023. Los ingresos aprobados fueron MXN$7.123 billones y se revisaron a MXN$6.991 billones, lo que implica MXN$131.537 millones menos. Esto se explica por los menores ingresos petroleros.
El monto aprobado de ingresos petroleros fue MXN$1.317 billones, pero tras realizar el ajuste ahora se esperan MXN$1.154 billones, lo que significó una baja en los ingresos esperados por la venta de crudo de MXN$162.807 millones.
Para 2024 se estiman ingresos presupuestarios por MXN$7.533 billones, monto similar al aprobado originalmente para este 2023, mientras que se esperan ingresos petroleros por MXN$1.184 billones, cifra que sería menor en 14,3% real respecto de lo aprobado para 2023 y 2,2% real menos que el nuevo estimado de cierre de 2023.
Los menores ingresos petroleros están asociados con un menor precio de la mezcla mexicana.
Se prevé que en promedio la cotización de la mezcla mexicana se ubique en US$66,6 por barril en 2023, precio inferior al aprobado para este año que fue de US$68,7 por barril. Para 2024 se estima una cotización de US$56,3 por barril, que es un precio menor en 10 dólares respecto del precio con el que se espere cierre el crudo en 2023.
Los precios del petróleo que proyectó Hacienda en Pre-Criterios (31 de marzo) se basaron en un escenario de precios internacionales presionados a la baja por una oferta mayor a la demanda global, así como por la acumulación de inventarios.
Sin embargo, este domingo 2 de abril la OPEP+ anunció inesperadamente recortes en la producción de crudo, lo que hizo que repuntara el precio del petróleo. El WTI y el Brent subieron por encima los US$80 por barril.
Recorte al gasto
Ante la expectativa de menores ingresos en el sector público, Hacienda aplicará un recorte al Presupuesto de 2023, si bien para 2024 espera aumentar el gasto público.
El Presupuesto aprobado para este año ascendió a MXN$8.257 billones, monto al que se le recortaron MXN$131.537 millones, quedando un Presupuesto ajustado a MXN$8.126 billones.
El recorte al gasto público recaerá principalmente en el gasto programable con MXN$117.249 millones, mientras que seguirán priorizándose en el Presupuesto los programas sociales y las obras relacionadas con los proyectos de infraestructura como Tren Maya, Dos Bocas y Corredor Interoceánico.
Para 2024, un año en el que se realizarán elecciones presidenciales, se estima que el gasto público ascienda a MXN$8.422 billones, que implica una disminución real de 2,7% (MXN$233.000 millones constantes) comparado con el gasto aprobado para 2023 y una reducción de 1,1% real contra el estimado de cierre de 2023.
El ajuste en el gasto del próximo año recaerá en el gasto programable de los proyectos prioritarios de infraestructura de esta administración, ya que estos estarán en sus etapas finales, mientras que se continuará con el apoyo, principalmente, al gasto en programas sociales.
Más costo de la deuda
El recorte al gasto público coincide con un aumento del costo financiero de la deuda de México, aunque Hacienda afirma que las finanzas públicas no se han visto comprometidas por el incremento observado en las tasas de interés a nivel internacional. “Las presiones por el aumento del costo financiero se encuentran contenidas y no representan un riesgo”.
El costo financiero de la deuda aprobado para 2023 fue de MXN$1.079 billones, un monto inédito dentro de las finanzas públicas, sin embargo, se estima un incremento de MXN$21.227 millones, por lo que se estima que el pago de intereses del Gobierno suba a MXN$1.100 billones.
Lo anterior -añade Hacienda- como resultado de mayores tasas de interés, además de revisiones constantes al alza en las expectativas relativas al nivel terminal de las tasas y el tiempo en que permanecerán en tales niveles.
Para 2024 proyectan que el costo de la deuda tenga otro ligero aumento para ubicarse en MXN$1.121 billones.
Hacienda argumentó que el incremento observado del costo financiero se compara favorablemente respecto a otros episodios similares.
Por ejemplo -indicó- en el periodo 2015 a 2019, la tasa de referencia se incrementó en 425 puntos base y el crecimiento del costo financiero fue de 37,7% real, no obstante, para el mismo periodo de 2021 a 2022, la tasa de referencia aumentó 625 puntos base y el incremento del costo financiero fue de 10% real.
