Buenos Aires — “Pasó en Estados Unidos y pasó en Brasil, ¿por qué no va a pasar acá?”, se pregunta un funcionario del gobierno argentino tras escuchar en el búnker de Unión por la Patria los primeros resultados del escrutinio provisorio de las elecciones PASO, que ubicaron a Javier Milei y a La Libertad Avanza como la fuerza y el precandidato más votado del país.
“Nadie la vio”, dice el funcionario bonaerense Carlos Bianco, tras bajar del escenario. Sin embargo, el ánimo no era de derrota total. Arriba del escenario, Bianco acompañó al precandidato a vicepresidente de la fuerza oficialista, Agustín Rossi, quien presentó resultados de mesa testigo que colocan a la lista que encabeza Sergio Massa en una segunda posición, por encima de Juntos por el Cambio.
Ese escenario es el que sostiene el último resabio del optimismo. Distintos dirigentes que conversaron con Bloomberg Línea señalan tres aspectos que consideran pueden ayudar a la candidatura de Massa rumbo a las elecciones generales: un esperable crecimiento de la participación, poder captar votos del peronista cordobés Juan Schiaretti (que habría sacado menos del 5%) y buscar electorado del derrotado en la interna de Juntos por el Cambio: Horacio Rodríguez Larreta.
“Es la expresión del ‘que se vayan todos’”, dice sentado delante del escenario José Luis Lingeri, un sindicalista con vasto recorrido en la política argentina y el peronismo, en referencia a la crisis que el país atravesó 22 años atrás.
Sergio Palazzo, también sindicalista, agrega que lo que muestran al momento los resultados provisorios es el “escenario de tres tercios” que mencionó la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, meses atrás, y que algunas encuestas habían desestimado en las últimas semanas, al señalar una hipotética caída de Javier Milei.
El clima, un gris entre la derrota y el optimismo, es tal porque la derrota era esperable, señala un funcionario nacional, pero lo que no era esperable era que Juntos por el Cambio no sea la fuerza más votada, agrega.