Bloomberg — La decisión del presidente Emmanuel Macron hace tres semanas de convocar elecciones anticipadas echó por tierra cualquier intento de estabilidad política en Francia y abrió la puerta a la posibilidad del primer gobierno de extrema derecha de la república moderna.
Su llamamiento a disolver la Asamblea Nacional no sólo conmocionó a la opinión pública y a los mercados - enviando algunos indicadores de riesgo a niveles vistos por última vez durante la crisis de la zona euro - sino que también tomó por sorpresa al propio gabinete de Macron.
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Quedó sin respuesta la pregunta: ¿Por qué se puso Macron en esta posición si no era necesario?
Tomó la decisión la noche del 9 de junio, después de que la ultraderechista Agrupación Nacional de Marine Le Pen obtuviera el doble de votos que su coalición centrista en las elecciones al Parlamento Europeo. Macron argumentó que no podía ignorar los resultados al tiempo que advertía de que “el auge de los nacionalistas y los demagogos” amenazaba a Francia y a Europa.
Fundamentalmente, Macron está obligando a los votantes a decidirse sobre si prefieren su visión proempresarial, proeuropea y proucraniana para Francia o la agenda de Le Pen de recortar drásticamente la inmigración, alejarse de las normas de la Unión Europea y deshacer algunas de las reformas de Macron en materia de pensiones.
Podría poner a la Agrupación Nacional en una posición en la que tendría que gobernar por primera vez, creando un historial tangible de cara a las elecciones presidenciales de 2027, cuando Macron no podrá presentarse debido a los límites de mandato.
La votación de este domingo es la primera ronda, y la segunda vuelta será el 7 de julio.
Estos son los principales temas a seguir:
Ganadores y perdedores
Hasta el viernes - el último día en que las empresas de sondeos están autorizadas a publicar proyecciones antes de la votación - la Agrupación Nacional y sus aliados tenían una fuerte ventaja, camino de obtener el 36,2% de los votos, según el sondeo de encuestas de Bloomberg.
Una alianza de izquierdas -que incluye a los socialistas, los comunistas, los verdes y el partido de extrema izquierda France Unbowed- iba camino de obtener el 28,3%, mientras que se preveía que el grupo centrista de Macron obtendría el 20,4%.
Proyecciones de escaños
Los porcentajes de votos de la primera vuelta no cuentan toda la historia - el factor decisivo que dará forma al próximo gobierno es la distribución de escaños en la Asamblea Nacional de 577 miembros tras la segunda vuelta.
Aunque la votación a dos vueltas hace que las predicciones de escaños sean complicadas, se prevé que la Agrupación Nacional y sus aliados se conviertan en el grupo más numeroso de la cámara baja del parlamento, con entre 238 y 281 miembros, según el último sondeo de Bloomberg sobre las encuestas antes del apagón del viernes por la noche.
Cuando se conozcan los resultados de la primera vuelta el domingo, las empresas de sondeos dispondrán de muchos más datos para afinar esas proyecciones. Será una información crucial para que los partidos fijen sus estrategias de campaña y para que los inversores intenten evaluar qué tipo de inestabilidad se avecina.
Participación
Según las encuestas, se espera que vote un número de personas significativamente mayor que en varias elecciones legislativas anteriores. Eso es importante en el sistema francés, porque aumenta las posibilidades de que más de dos candidatos pasen a la segunda vuelta, creando carreras menos predecibles a tres o incluso a cuatro, conocidas como “triangulaires” y “quadrangulaires”.
En 2022, sólo hubo ocho . Esta vez, el número podría aumentar hasta entre 160 y 200, según una encuesta realizada por Odoxa entre 2.005 adultos los días 26 y 27 de junio.
El ministerio del Interior publicará las cifras provisionales de participación a mediodía y a las 17:00 horas.
Gobierno en minoría
Cualquier grupo que consiga una mayoría absoluta de 289 escaños o más controlará la cámara baja del parlamento. Podrá aprobar leyes fácilmente y un gobierno respaldado por ese grupo estaría a salvo de la amenaza de votos de censura.
Si el grupo que obtiene la mayoría es de un partido diferente al del presidente, lo que ha ocurrido tres veces desde que entró en vigor la actual forma de república francesa en 1958, se produce un tipo de acuerdo de reparto de poder denominado cohabitación. Por lo general, el presidente elige como primer ministro al líder del partido que obtuvo la mayoría. Pero una combinación en la que participe la Agrupación Nacional sería la primera vez que implica a un partido que nunca ha gobernado antes.
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Si un grupo obtiene el mayor número de escaños pero le falta la mayoría absoluta, podría formar un gobierno en minoría, como la situación actual de Macron. Pero eso también depende del presidente, que es el único que tiene autoridad para nombrar a un primer ministro.
Un parlamento colgado dificultaría la legislación, ya que el gobierno necesitaría encontrar votos adicionales fuera de su partido para cada proyecto de ley. Si el gobierno recurriera a una disposición constitucional que le permite eludir una votación, se abriría a una moción de censura y podría ser derrocado si los partidos rivales se unieran.
El presidente de la Agrupación Nacional, Jordan Bardella, ha dicho que rechazaría el cargo si su partido y sus aliados no obtienen una mayoría absoluta en la Asamblea Nacional.
Mercados
La decisión de Macron de convocar las elecciones desencadenó la agitación en los mercados en Francia, provocando una venta de acciones que inicialmente eliminó casi US$200.000 millones del valor de las acciones.
El rendimiento de los bonos del Estado a 10 años subió, en un momento dado el viernes, a su nivel más alto desde noviembre. Eso amplió a 86 puntos básicos el rendimiento extra que los inversores exigían por la deuda francesa respecto a los bonos similares del Estado alemán, el máximo desde 2012. Mientras tanto, el índice bursátil de referencia CAC 40 cayó a su nivel más bajo desde enero.
¿Cuáles son las propuestas?
Los tres principales grupos en las elecciones proponen caminos radicalmente distintos para Francia.
El partido de Macron defiende la continuidad, con más recortes fiscales y reformas favorables a las empresas, junto con el compromiso de frenar el gasto. Respondiendo a las preocupaciones de los votantes, su grupo ha añadido promesas de mejorar los ingresos de las rentas bajas retocando la fiscalidad, y medidas para ayudar a los compradores de vivienda.
La Agrupación Nacional ha prometido recortar la inmigración, endurecer la postura de Francia frente a la ley y el orden con más plazas en prisión y penas mínimas, y recortar los impuestos sobre el valor añadido de la energía y el combustible. Tras la venta de activos franceses, el partido ha retrasado algunas de sus medidas más costosas, potencialmente de forma indefinida en función de una revisión de las finanzas públicas.
El Nuevo Frente Popular tiene el programa económico más radical. A corto plazo, dice que congelaría los precios de los bienes de consumo básico, suprimiría la reforma de las pensiones de Macron y aumentaría el salario mínimo un 14% y los sueldos del sector público un 10%. El gasto extra anual, que se prevé alcance los 150.000 millones de euros en 2027, se financiaría íntegramente con impuestos a las empresas, las finanzas y los más ricos.
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