Bloomberg — Unos 375.000 hogares y negocios estaban a oscuras en Puerto Rico después de que la tormenta tropical Ernesto pasara rozando la isla a primera hora del miércoles, azotándola con lluvias y vientos torrenciales. Es probable que la tormenta se convierta en huracán en las próximas horas mientras se dirige hacia el norte, en dirección a las Bermudas.
Ernesto se encontraba a unas 85 millas (135 kilómetros) al nor-noroeste de San Juan a las 5 de la mañana, hora local, dijo el Centro Nacional de Huracanes de EE.UU. en un aviso. Alrededor del 25% de los casi 1,5 millones de clientes de la compañía eléctrica local Luma Energy estaban sin servicio a las 7:20 hora local.
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Los vientos máximos sostenidos eran de unas 70 millas por hora el miércoles, justo por debajo de un huracán de categoría 1. Podría convertirse en un huracán mayor -de categoría 3 o superior- en los próximos días, dijo el NHC.
Ernesto -la quinta tormenta con nombre del Atlántico de 2024- dejará caer hasta 25 centímetros (10 pulgadas) de lluvia en algunas partes de la isla, según el centro. Es posible que se produzcan inundaciones costeras en zonas como el este de Puerto Rico y en las vecinas Islas Vírgenes estadounidenses.
El presidente Joe Biden aprobó una declaración de emergencia el martes por la noche hora local, permitiendo que la ayuda federal complemente los esfuerzos locales en el Estado Libre Asociado de EE.UU.
Puerto Rico ha soportado una serie de potentes tormentas en los últimos años que han golpeado repetidamente su frágil red eléctrica y han perturbado su economía. El huracán María en 2017 mató a más de 2.900 personas, causó unos 90.000 millones de dólares en daños y dejó a muchos residentes sin electricidad durante meses. El huracán Fiona provocó otro apagón en toda la isla en 2022.
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Los 3,2 millones de residentes de la mancomunidad sufren apagones crónicos incluso cuando hace buen tiempo debido al mal estado de la red eléctrica. Además, pagan unas de las tarifas eléctricas más altas de EE UU. Luma Energy, un consorcio estadounidense-canadiense, gestiona la red y se encarga de modernizar y reforzar la infraestructura del sistema, pero los avances han sido lentos.
En previsión de la tormenta, Luma activó el lunes sus centros de operaciones de emergencia, movilizó a más de 1.100 trabajadores de la empresa de servicios públicos y comenzó a coordinarse con los alcaldes de toda la isla y los socios locales y federales, dijo Juan Saca, director ejecutivo de Luma, en un comunicado de prensa.
--Con la colaboración de Michelle Kaske, Will Wade y Brian Wingfield.
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