Bloomberg — Las graves condiciones de sequía contribuyeron a avivar los incendios forestales de Los Ángeles. Pero un nuevo estudio, publicado en la revista Science viene con una advertencia: el cambio climático está empeorando las catastróficas “megasequías” plurianuales en todo el mundo.
Las sequías son relativas: por ejemplo, una sequía en la habitualmente lluviosa Seattle puede considerarse un periodo excepcionalmente húmedo en un clima más seco como el de Phoenix (Arizona). No obstante, pueden perturbar los ecosistemas, en ocasiones de forma peligrosa.
“Esto es lo que estamos observando en estos momentos en California”, afirmó Dirk Nikolaus Karger, investigador principal del Instituto Federal Suizo (WSL, por sus siglas en inglés) y uno de los autores del artículo. “Con el paso del tiempo, la vegetación se seca, la frecuencia de los incendios se incrementa y las casas se queman. En otras zonas, se producirán fallos en la agricultura”.
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Los incendios californianos están siendo azuzados por tan solo ocho meses con escasas precipitaciones.
Si bien el cambio climático está contribuyendo a que las lluvias sean más erráticas en el oeste estadounidense, el nuevo documento adopta una visión global de las sequías que duran años. Los investigadores se sintieron motivados a hacerlo después de que Karger y la coautora Francesca Pellicciotti pasaran un tiempo en Chile, que está sumido en una sequía que se inició en 2010.
“Las consecuencias fueron devastadoras, desde los ecosistemas hasta la agricultura”, dijo Pellicciotti, profesora del Instituto de Ciencia y Tecnología de Austria. La sequía ha provocado racionamientos intermitentes de agua, incluso en Santiago, la capital del país, así como interrupciones en la minería, una parte clave de la economía chilena.
En 2021 y 2022, Antofagasta, la multinacional chilena con sede en Londres, dijo que se había visto obligada a recortar la producción a causa de la sequía. En septiembre, Google dijo que paralizaba sus planes de construir un gran centro de datos debido a los problemas de agua.
Para averiguar cuántos otros lugares podrían haber experimentado megasequías similares, los investigadores examinaron los datos de precipitaciones y vegetación. También examinaron los datos espaciales para ver la extensión del territorio afectado por las sequías.
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Descubrieron que en los últimos 40 años, las megasequías afectaron a todos los continentes excepto la Antártida. Mongolia, el sureste de Australia y el oeste de EE.UU. se encontraban entre las regiones con mayor densidad de episodios graves de sequía plurianual. La sequía más larga de su investigación, sin embargo, fue una en la cuenca oriental del Congo que duró diez años. Abarcó 1.494.226 km² (576.924 millas²) un área aproximadamente dos veces mayor que Texas.
Los investigadores también descubrieron que el cambio climático está provocando un aumento de las zonas que experimentan una sequía plurianual.
“La extensión en la que estas sequías están aumentando en superficie por año es del tamaño de Suiza, aproximadamente”, afirmó Liangzhi Chen, investigador postdoctoral del WSL y autor principal del estudio.
A medida que las megasequías amplían su alcance, también lo hacen los daños que son capaces de causar.
En todo el mundo, las sequías empujan a emigrar a cinco veces más personas que las inundaciones. Los periodos de sequía son responsables de recortar más de medio punto porcentual del PIB en los países de ingresos bajos y medios por término medio, según un análisis del Banco Mundial. Y a medida que el clima se calienta, es probable que el problema sólo empeore.
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