Semana Santa sin multitudes: destinos ocultos en Centroamérica y República Dominicana

El feriado de Semana Santa invita a descubrir la historia, la cultura y los sabores que hacen de Centroamérica y República Dominicana una región única para el turismo.

Bahía de las Águilas, Pedernales, República Dominicana.
17 de abril, 2025 | 07:00 AM
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Bloomberg Línea — Centroamérica y República Dominicana deslumbran no solo por su riqueza cultural y espiritual, sino también por la oportunidad de descubrir destinos únicos.

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Aunque muchos viajeros eligen las playas más populares y las ciudades más emblemáticas para el disfrute del asueto de Semana Santa, la región guarda rutas menos exploradas que ofrecen una experiencia auténtica, íntima y lejos del bullicio turístico.

Si busca un escape diferente en la Semana Mayor, aquí algunas joyas escondidas en Belice, Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Panamá y República Dominicana, seleccionadas por la Agencia de Promoción Turística de Centroamérica (CATA).

Playas escondidas para desconectar

Si desea relajarse lejos de las multitudes, la playa Glover’s Reef Atoll, en Belice, es un paraíso remoto donde el tiempo se detiene entre aguas cristalinas y una biodiversidad excepcional.

Glovers Reef Atoll, Belice.

Este atolón, ideal para el snorkel y el kayak, ofrece vistas de ensueño para los amantes del mar, con arrecifes, vida marina abundante y paisajes naturales que invitan a la exploración y la tranquilidad.

En el oriente de El Salvador, las playas como Las Flores, La Vaca y El Toro ofrecen una experiencia auténtica y fuera de lo común, donde la naturaleza sigue siendo la protagonista.

Rodeadas de vegetación y acantilados volcánicos, estas costas casi vírgenes son el refugio para quienes buscan olas desafiantes, paisajes indómitos y una conexión pura con el entorno.

Otra opción para la tranquilidad es Little Corn Island, en Nicaragua, un refugio caribeño sin carreteras ni vehículos. La isla invita a recorrer sus senderos rodeados de palmeras, relajarse en playas de arena blanca y explorar arrecifes llenos de vida marina a través del snorkel y el buceo.

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Para quienes desean playas espectaculares del Caribe, con kilómetros de arena blanca y aguas turquesas cristalinas, también destaca La Bahía de las Águilas, en la República Dominicana.

El sitio rodeado es un entorno natural protegido dentro del Parque Nacional Jaragua y su acceso es posible solo en bote o en vehículo 4x4, lo que garantiza un escape del turismo masivo.

Pueblos con encanto y tradiciones

Semana Santa es también un momento idóneo para sumergirse en la cultura local, como Portobelo, en la costa caribeña de Panamá, donde la historia y la naturaleza se entrelazan.

Sus edificios coloniales, declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), narran historias de corsarios y comercio, mientras que sus paisajes tropicales y su cultura afrocaribeña invitan a la exploración.

Gracias, en el departamento de Lempira, al occidente de Honduras, es un destino que combina historia, cultura y naturaleza en un entorno de montaña.

Feligreses en el Templo La Merced de Gracias, Lempira, el 4 de abril de 2025.

Su encanto colonial se refleja en sus calles empedradas y su histórica Iglesia La Merced, mientras que sus alrededores ofrecen paisajes impresionantes ideales para el ecoturismo y la aventura.

Chichicastenango, Guatemala, es un pueblo lleno de encanto, conocido por su rica herencia cultural y su colorido mercado, uno de los más grandes y antiguos de Centroamérica.

Durante la Semana Santa, el pueblo se transforma en un centro de tradiciones, con procesiones solemnes y rituales religiosos que fusionan creencias mayas y católicas.

Naturaleza y aventura sin multitudes

Para los amantes del ecoturismo y la aventura, Semuc Champey, es una joya escondida para los exploradores en Guatemala, que anhelan pozas de agua turquesa rodeadas de selva.

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El volcán Telica, en Nicaragua, con una imponente altura de 1.061 metros, es un destino imperdible para los amantes de la aventura y la naturaleza extrema.

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Parque Nacional Los Haitises.

En Honduras, La Mosquitia, que alberga la enigmática Ciudad Blanca, es una región remota y de naturaleza prácticamente intacta, ideal para aventurarse en una de las últimas selvas vírgenes de Centroamérica.

Rio Frio Cave y Rio On Pools, son otras alternativas menos turísticas a las famosas cuevas de Actun Tunichil Muknal, perfectas para senderismo y natación en Belice.

En La Ruta de Paz, que incorpora 26 municipios de El Salvador, los viajeros pueden descubrir las cascadas Las Pilas, un refugio escondido entre montañas, perfecto para conectarse con la naturaleza.

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Panorámica de Cerro El Gigante, Perquín, El Salvador.

Otra parada es Los Haitises, en República Dominicana, un parque nacional con formaciones rocosas únicas, manglares y cuevas con arte taíno, accesible solo en lancha.

Además, la comarca indígena Guna Yala, al noreste de Panamá, donde los viajeros pueden sumergirse en su cultura ancestral, aprender sobre su cosmovisión y admirar las molas, un arte textil tradicional.

Sin duda, la Semana Santa en el istmo es mucho más que una celebración religiosa: es un encuentro de tradiciones, arte y sabores que reflejan la identidad de cada país.