Bloomberg Línea — La región centroamericana se alista para enfrentar la canícula o veranillo, un periodo caracterizado por una disminución temporal de las lluvias en plena temporada húmeda.
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Según los primeros reportes de los servicios meteorológicos nacionales, el fenómeno iniciaría a mediados de julio o adelantarse unos días, y podría ser más intenso de lo habitual en ciertas áreas del istmo.
“La canícula es la disminución que se da de las lluvias en la temporada entre julio y agosto. No es que deja de llover del todo, sino que son precipitaciones de menor intensidad que las de junio y que las de septiembre", dijo Francisco Argeñal, director del Centro de Estudios Atmosféricos Oceanográficos y Sísmico (Cenaos) de Honduras.
Por lo general, este periodo seco empieza en Honduras a mediados de julio y termina a mediados de agosto. “Sin embargo, para este año hemos pronosticado que va a empezar temprano, es decir, a partir del 7 de julio, pero también estaría terminando después de la primera semana de agosto”, dijo Argeñal.
Un escenario similar está dándose en Costa Rica. Al respecto, el meteorólogo del Instituto Meteorológico Nacional (INM), Daniel Poleo, explicó que desde el 7 de julio hasta los primeros días de agosto habrá disminución en las precipitaciones, tanto en la cantidad de lluvia, como en su intensidad y extensión. Además, la canícula será un poco más extensa, con menos lluvias de lo normal en el período canicular.
Durante este tiempo se mantendrán condiciones secas, especialmente en el Pacífico Norte, la Zona Norte Occidental y el Valle Central. En contraste, el Caribe continuará con lluvias por efecto de los vientos alisios.
En El Salvador, su Ministerio de Medio Ambiente anticipa que la canícula será más acentuada a partir del 15 de julio, según modelos climáticos y el monitoreo regional.
Este fenómeno será más pronunciado en la zona oriental, donde puede haber sequía meteorológica en áreas puntuales. Respecto de las temperaturas, se espera un ambiente muy caluroso, con posibilidad de olas de calor en algunas zonas del país.
En tanto, el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh) de Guatemala proyecta que la canícula inicie durante los primeros 15 días de julio en las regiones de Pacífico y Valles de Oriente.
En las regiones de Occidente y Altiplano Central podría iniciar durante la segunda quincena de julio y para las regiones Norte, Franja Transversal del Norte, Caribe y Bocacosta no se prevé una canícula marcada.
Para este año, debido a las condiciones océano-atmosféricas actuales, se prevé que el veranillo no sea muy intenso en cuanto a la disminución de lluvias y tampoco muy prolongado en el tiempo.
En la región de Valles de Oriente se estima que el periodo seco podría extenderse más que en el resto del país y se prevé que finalice entre el 25 de julio y el 10 de agosto.
Desde Nicaragua, Marcio Baca, director de Meteorología del Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Inter), dijo a medios nacionales que en la primera quincena de julio se esperaban condiciones normales y una canícula moderada, con días secos intercalados con precipitaciones.
En Panamá, el Instituto de Meteorología e Hidrología (IMHPA) anticipó que la canícula no será marcada, sino más bien moderada y localizada. Se espera que este fenómeno se manifieste entre el 10 y el 20 de julio, e incluso a inicios de agosto, con una leve disminución de lluvias durante un periodo de 6 a 10 días.
Este fenómeno climático, aunque temporal, suele agravar las condiciones de sequía en el Corredor Seco centroamericano, afectando cultivos básicos como el maíz y el frijol, según explicó el Centro del Agua del Trópico Húmedo para América Latina y el Caribe. Además, el aumento de la temperatura y la disminución de humedad elevan el riesgo de incendios forestales y golpe de calor.