De la selva al laboratorio: Natura refuerza su apuesta amazónica previo a la COP30

La presencia de partes interesadas en Belém, como inversores, será una oportunidad única para reforzar la tesis de la sostenibilidad como fuente de innovación.

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Abaetetuba, Pará - Divulgação: Natura
20 de septiembre, 2025 | 10:57 AM

Bloomberg Línea — Natura ha ampliado su laboratorio de investigación en la Amazonía a poco más de dos meses de la COP30. El centro de innovación del Ecoparque, polo industrial de la empresa situado a 35 km de Belém, en el estado brasileño de Pará, aumentará su superficie hasta alcanzar los 2.000 metros cuadrados.

El espacio es uno de los entornos en los que la empresa pretende recibir a inversores, ejecutivos y otras partes interesadas durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que se celebrará en noviembre en Brasil.

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El plan es montar una especie de ruta turística de la bioeconomía y presentar varios eslabones de la cadena productiva de la empresa: desde las comunidades asociadas, que cultivan y benefician los ingredientes amazónicos presentes en los productos, hasta la fábrica, centrada en la producción de jabones en barra y en la investigación de los beneficios de los activos de la región.

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“Es difícil explicar a la gente que, para nosotros, la sostenibilidad es el propio negocio. Por lo tanto, una de las acciones que llevaremos a cabo en la COP es traerlos a visitar [la sede de negocios en la Amazonia]”, afirmó Angela Pinhati, directora de Sostenibilidad de Natura.

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“[El objetivo es] dejar lo más claro posible a los inversores y otras empresas que esto es una fuente de innovación y diferenciación para nosotros”, afirmó.

Natura inició su andadura en la Amazonia hace 25 años, centrándose inicialmente en productos con nueces de Brasil. En la actualidad, la empresa utiliza 46 ingredientes amazónicos, que están presentes en el 50% de la cartera de la marca.

Insumos como el açaí, el jambu, el tucumán, el murumuru y la priprioca se adquieren de 45 comunidades y cooperativas asociadas, lo que involucra a 10.000 familias.

La asociación comercial fomenta la extracción sostenible, en la que los árboles que antes se vendían para el comercio maderero ahora generan más ingresos para las comunidades cuando se mantienen en pie para suministrar insumos a la empresa de cosméticos.

Natura estima que su red de suministro contribuye a la conservación de 2,2 millones de hectáreas en la Amazonia.

Angela Pinhati, diretora de sustentabilidade da Natura

La empresa defiende que las iniciativas de conservación de la selva y generación de ingresos para las comunidades locales no se consideran internamente como una actitud filantrópica o un objetivo sostenible, sino como parte del modelo logístico y comercial de compra de insumos.

“El modelo no solo funciona, sino que es escalable y da resultados”, afirmó Paulo Dallari, director de Reputación y Gobierno de Natura.

El directivo reconoció los retos que supone equilibrar las expectativas a corto plazo del mercado con el modelo de Natura, que busca alinear los resultados con compromisos que tengan un impacto socioambiental positivo.

“Cada tres meses, tenemos que explicar a los inversores por qué tomamos decisiones que quizá no sean las más habituales en el mercado: son audaces, innovadoras, difíciles. No tomamos necesariamente el camino más rápido”, añadió.

La COP30, por su parte, serviría como escenario para reforzar la estrategia de Natura, en una oportunidad para mostrar lo que se ha estado haciendo aprovechando la atención mediática hacia la economía sostenible.

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“Es un momento catalizador, que puede potenciar la evolución y el desarrollo de este modelo de negocio. Nuestro papel es mostrar a la gente cómo lo hacemos y demostrar que es absolutamente posible replicarlo y escalarlo”, afirmó Dallari.

El objetivo es que la COP30 también sirva como una especie de provocación para que otras empresas piensen en cómo incluir la selva amazónica de forma sostenible en su cadena de negocios.

El directivo citó como ejemplo la resina de breu blanco, que, además de aromática, es utilizada por las comunidades locales para calafatear el fondo de los barcos. Sus propiedades podrían ser utilizadas en barnices por la industria química.

Es un paralelismo con lo que hizo Natura, por ejemplo, con el tucumán. El laboratorio de la empresa estudió esta fruta amazónica y descubrió que estimula la producción de ácido hialurónico, que ayuda a la elasticidad y firmeza de la piel. Así fue posible sustituir el ingrediente sintético por el natural en cremas y otros productos.

Existe además la ambición de atraer a otras empresas a iniciativas lideradas por Natura, como el Mecanismo de Financiamiento Amazonia Viva, que combina crédito para cosechas y fondos filantrópicos.

“Hoy en día, es un mecanismo muy dependiente de Natura en términos de garantías. Podría ser mucho mayor si contara con otros proveedores, como, por ejemplo, bancos de desarrollo”.

La COP30 también debe ser un espacio de debate en el sector privado. Natura forma parte de la iniciativa C.A.S.E. (Climate Action Solutions & Engagement), lanzada en agosto junto con Bradesco, Itaúsa, Itaú Unibanco, Nestlé y Vale, con la mirada puesta en la conferencia.

El objetivo es ampliar el protagonismo de Brasil en la agenda climática global. En la COP30, C.A.S.E. contará con un espacio dedicado a paneles, talleres y presentaciones de casos concretos.

“El cambio que el mundo necesita, en términos de crisis climática, no se logra de forma individual. Queremos fortalecer la causa uniéndonos a otras empresas”, resumió Dallari.

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