Bloomberg Línea — A la crisis alimentaria y eléctrica que a diario padecen los cubanos se sumó una más la primera semana de julio: el agotamiento de gas licuado de petróleo (GLP), indispensable en los hogares.
El director adjunto de la Unión Cuba Petróleo, Irenaldo Pérez Cardoso, aseguró al medio oficialista Granma que la venta de este combustible doméstico permanece detenida debido a la no disponibilidad.
El gas que se estuvo comercializando en las últimas semanas fue el de un buque que arribó a la isla en mayo, pero se agotó.
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Este inventario representó el 66% de las ventas de gas en La Habana, pero también en las provincias de Artemisa y Mayabeque. En otras poblaciones del país, representó entre el 50% y el 60%.
Lo preocupante, sin embargo, es que el Gobierno no ha anunciado cuándo se reanudará la venta de GLP en el país. Aunque hay un barco con este combustible en aguas nacionales, la descarga se realizará “siempre y cuando se complete el pago al proveedor”, dijo Pérez Cardoso.
El director adjunto de la Unión Cuba Petróleo agregó que las producciones de gas en las Cienfuegos y en la Planta Energas de Puerto Escondido alcanzarán para atender los “centros socioeconómicos vitales” durante el desabastecimiento.
Respecto a Granma, que es el periódico del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, culpabilizó al embargo económico de Estados Unidos hacia la isla de las limitaciones para la adquisición de gas.
Falta de gas provoca alza en demanda de electricidad
La escasez de gas para cocinar en Cuba está provocando un aumento inusual de la demanda de electricidad y, por ende, agravando los apagones en la isla.
El presidente Miguel Díaz-Canel dijo el pasado 29 de mayo en un pódcast que la demanda de electricidad supera los 3.500 megavatios en determinados momentos del día, unos 250 megavatios más de lo habitual, y sobrepasa la capacidad de 1.935 megavatios de la isla.
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“La prioridad del gobierno, por encima de todas las demás prioridades infinitas que tiene este Estado socialista, es precisamente resolver nuestros problemas de generación de electricidad”, dijo el mandatario cubano.

El ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, que también participó en el pódcast, especificó que la falta de combustible para cocinar en la isla había aumentado la demanda de la red eléctrica entre 200 y 250 megavatios.
Lo grave de los apagones eléctricos y la escasez de gas es que está impactando la crisis alimentaria en Cuba. Cuando hay alimentos, no hay con qué prepararlos, por ejemplo, dijo uno de los pobladores recientemente en un reportaje de Bloomberg Línea.
“A veces logras conseguir un poquito de comida, pero entonces no tienes corriente o gas”, dice Roberto Pérez, de 42 años, a este medio. “Es como si se hubieran olvidado del pueblo y dijeran: ‘Defiéndanse ustedes y vayan a ver cómo sobreviven’”.