Bloomberg Línea — El mundo católico despidió al papa Francisco en una ceremonia fúnebre de gran magnitud, celebrada en la Plaza de San Pedro del Vaticano. La misa, presidida por el cardenal Giovanni Battista Re, congregó a aproximadamente 250.000 personas, incluyendo a líderes mundiales, dignatarios y fieles de diversas partes del mundo.

Entre los asistentes destacados se encontraron los reyes de España, Felipe VI y Letizia, el presidente estadounidense Donald Trump, el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskiy, el presidente argentino Javier Milei y el presidente francés Emmanuel Macron.

También asistieron figuras como Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, y el expresidente de Estados Unidos, Joe Biden.


Zelenskiy mantuvo un breve encuentro en el Vaticano antes del funeral con Trump. Según la Oficina Presidencial de Ucrania, la reunión inicial duró aproximadamente 15 minutos.
El diálogo se enmarcó en el esfuerzo de Estados Unidos por impulsar un acuerdo de paz entre Ucrania y Rusia, una iniciativa que ha generado preocupación entre críticos que advierten sobre posibles concesiones favorables a Moscú. La Casa Blanca calificó la charla como “productiva”.

La ceremonia reflejó el deseo del pontífice por una despedida sencilla y austera.
El féretro fue trasladado en procesión desde la Plaza de San Pedro hasta la Basílica de Santa María la Mayor, donde fue sepultado. Este acto marcó algo inusual en la tradición, ya que Francisco es el primer papa en ser enterrado fuera del Vaticano desde León XIII en 1903.

El féretro, vestido con ornamentos litúrgicos y un rosario entrelazado en las manos, fue sellado el 25 de abril en una ceremonia presidida por el cardenal Kevin Farrell.

Los cardenales, ataviados con túnicas rojas, formaron una doble fila desde la Basílica de San Pedro, flanqueando el féretro mientras era llevado a la plaza para la misa del funeral.
Durante la ceremonia, se destacó el legado del pontífice, especialmente su constante llamado a la paz, la fraternidad humana y la protección del medioambiente.

El cardenal Battista Re destacó la entrega y vocación pastoral que caracterizaron al pontífice hasta sus últimos días.
En su semblanza, subrayó que Francisco, pese a su frágil estado de salud al final de su vida, mantuvo un contacto directo con el pueblo y conservó un corazón abierto hacia los marginados.

Luego de la ceremonia, féretro del papa Francisco fue recibido solemnemente en la Basílica de Santa María la Mayor por obispos y cardenales, en preparación para su entierro en una ceremonia privada programada para la tarde del sábado.
Durante el traslado, los portadores hicieron una pausa frente al ícono de la Virgen, donde Francisco realizó su última veneración; allí, cuatro niños ofrecieron rosas blancas en señal de homenaje.
Posteriormente, el féretro fue llevado hasta el lugar destinado para su sepultura, bajo una lápida con su nombre en latín.