Bloomberg — El huracán Melissa se convirtió en la primera tormenta de categoría 5 registrada en azotar Jamaica, tocando tierra como uno de los más poderosos jamás observados en el Atlántico.
La tormenta tenía vientos máximos sostenidos estimados de 298 kilómetros por hora (185 millas), según un aviso emitido a la 1 p. m., hora de Nueva York, por el Centro Nacional de Huracanes de EE.UU. Los fuertes vientos y las lluvias torrenciales ponen en riesgo a los residentes del país y a al menos 25.000 turistas que aún se encuentran en la isla.
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“Esta es una situación extremadamente peligrosa y potencialmente mortal”, dijo el centro de huracanes.
Jamaica enfrenta una devastación histórica. Los administradores de emergencia locales han ordenado evacuaciones en toda la isla e instan a los residentes a almacenar agua potable hasta por tres días. Las autoridades también advirtieron que las condiciones climáticas letales causarán daños generalizados a la infraestructura eléctrica y de transporte.
El lento avance del huracán amplificó su destrucción y aumentó el riesgo de días con lluvias torrenciales, inundaciones y deslizamientos de tierra.
Esta combinación podría resultar especialmente destructiva para una isla pequeña como Jamaica, donde la mayoría de la población y las infraestructuras críticas se encuentran cerca de las zonas costeras bajas, según Leanne Archer, investigadora de extremos climáticos de la Universidad de Bristol.
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“Esto significa que los impactos de las inundaciones causadas por marejadas ciclónicas y lluvias extremas tienen un mayor riesgo de afectar a un gran porcentaje de la población”, dijo.
Si bien los datos son irregulares en algunos lugares, no hay registro de una tormenta tan fuerte que haya azotado Jamaica desde 1851, afirmó Phil Klotzbach, investigador de huracanes de la Universidad Estatal de Colorado. Antes de Melissa, la tormenta más potente que azotó la isla fue Gilbert en 1988, de categoría 4, con vientos de aproximadamente 212 km/h.
Las autoridades dicen que más de 6.000 personas están ahora refugiadas en 382 de los 800 albergues que se han abierto.
Los edificios donde Melissa toque tierra podrían quedar completamente destruidos, según el centro de huracanes.
Melissa ya ha causado al menos siete muertes en el Caribe, incluyendo tres en Haití. La tormenta pone en peligro a aproximadamente 3,5 millones de personas en la región, según estimaciones del Sistema Mundial de Alerta y Coordinación de Desastres de las Naciones Unidas y la Unión Europea.
Se pronostica que Melissa llegará a Cuba a continuación y luego atravesará las Bahamas a finales de esta semana.
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