Bloomberg — El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, prometió “derrotar a la corrupción dentro y fuera” al anunciar una reorganización en las filas del Partido Socialista, incluso cuando un aliado se vio obligado a dimitir por acusaciones de acoso sexual.
“Mi mayor error ha sido confiar en quien no debía, pero mi determinación contra la corrupción es total, venga de donde venga”, dijo Sánchez en un discurso pronunciado el sábado en Madrid ante el comité federal del partido, un órgano clave en la toma de decisiones.
Sánchez, de 53 años, ha estado lidiando con las consecuencias de un escándalo de corrupción en el que están implicados dos antiguos aliados cercanos, ambos altos cargos del partido. La situación ha dejado a Sánchez en su punto más débil desde que se convirtió en primer ministro de España en 2018.
Se espera que el partido confirme una estructura revisada que incluya un nuevo responsable del día a día. Sánchez también anunció el refuerzo de los protocolos contra la corrupción de cara a las nuevas medidas legislativas que se anunciarán en el parlamento el 9 de julio.
Antes del discurso de Sánchez, el partido se vio afectado por la noticia de que Francisco Salazar, un aliado del primer ministro, se enfrenta a acusaciones de comportamiento inapropiado por parte de mujeres miembros del partido. Salazar anunció que dimitiría de sus cargos en el gobierno y en el partido.
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