Bloomberg — El comercio y el consumo privado fueron los culpables del estancamiento de Alemania en el tercer trimestre, un periodo en el que la Unión Europea firmó un acuerdo arancelario con Estados Unidos.
El producto interior bruto del tercer trimestre se mantuvo sin cambios respecto a los tres meses anteriores, según mostraron el martes los datos de la oficina de estadística, confirmando una estimación inicial. El gasto de los hogares y las exportaciones lastraron la producción, mientras que la inversión y el gasto público contribuyeron positivamente.
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“La actividad económica se vio lastrada en el tercer trimestre por la debilidad de las exportaciones, mientras que las inversiones aumentaron ligeramente”, declaró la presidenta de Destatis, Ruth Brand, en un comunicado.
La mayor economía europea está luchando por salir de un bache que hizo caer el producto interior bruto en 2023 y 2024. Es especialmente vulnerable al aumento de los gravámenes estadounidenses y a la debilidad de la demanda mundial, y padece problemas estructurales de más larga duración, desde la excesiva burocracia a la falta de trabajadores cualificados.
Aunque el presidente Donald Trump y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, acordaron un pacto comercial a finales de julio, eso sigue dejando a la economía alemana, basada en las exportaciones, con gravámenes más altos que antes de que el primero asumiera el cargo en enero.
Sin embargo, un mayor gasto público en defensa e infraestructuras debería impulsar la actividad en los próximos años, junto con unas tasas de interés más bajos. La coalición gobernante del canciller Friedrich Merz espera que el PIB aumente un 1,3% en 2026 y un 1,4% y 2027, tras subir un 0,2% este año.
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El Bundesbank ha dicho que la economía podría volver a crecer en los tres últimos meses de 2025, con la estabilización de las exportaciones y la industria. Pero una encuesta realizada el lunes mostró que la confianza empresarial cayó inesperadamente, mientras que se teme que la nueva deuda pública se limite a tapar agujeros presupuestarios, no a financiar inversiones adicionales.
“Un mayor gasto público para una mayor inversión pública es una cosa”, dijo el lunes el presidente del Bundesbank, Joachim Nagel. “Sin embargo, esto debería ir definitivamente acompañado de reformas que fortalezcan de forma sostenible a Alemania como lugar de negocios.”
Con la colaboración de Kristian Siedenburg, Harumi Ichikura y Joel Rinneby.
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