China representa alrededor de un 17% de la economía mundial y es, al mismo tiempo, el segundo país con mayor Producto Interno Bruto (PIB) en el mundo, detrás de Estados Unidos, de acuerdo con estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI). Sin embargo, su moneda no está ni cerca de arrebatarle el dominio al dólar estadounidense.
Buena parte de esto se debe a las restricciones de la economía china, por ejemplo, los controles cambiarios, además de las dificultades para la conversión.
El renminbi chino, a veces denominado como yuan, sigue perdiendo terreno en las reservas mundiales de divisas. Tomando las cifras del estudio Composición Monetaria de las Reservas Oficiales en Divisas del FMI, se ve que la tenencia de moneda china como porcentaje de la reserva de los bancos centrales del mundo cayó por séptimo trimestre consecutivo y está en su nivel más bajo desde 2020.
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¿Qué monedas tienen más peso en las reservas de los bancos centrales?
Este es el peso que tienen las monedas de países entre la reservas de los bancos centrales del mundo, tomando datos de finales de 2024 publicados por el Fondo:
- Dólar estadounidense: 57,8%. Es el nivel más bajo desde 1994, con una pérdida de 7,3 puntos porcentuales en 10 años. Esto demuestra la lenta, pero constante diversificación de los bancos centrales.
- Euro: 19,8%. Se mantiene estable en su papel de segunda moneda de reserva.
- Yen japonés: 5,8%.
- Libra esterlina: 4,7%.
- Otras monedas: 4,6%. Grupo heterogéneo de divisas no tradicionales que ganan terreno, como la corona nórdica y monedas asiáticas.
- Dólar canadiense: 2,8%.
- Renminbi chino: 2,2%.
- Dólar australiano: 2,1%.
- Franco suizo: 0,2%.
Un informe del banco suizo Mirabaud detalla que el bajo peso que tiene China en este aspecto se debe a que su moneda se encuentra “debilitada por los controles de capital y los problemas de convertibilidad”.
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La otra gran diversificación de los bancos centrales: el oro
En un contexto de creciente desconfianza hacia los activos denominados en dólares, los bancos centrales han intensificado la diversificación de sus reservas incorporando el oro, además de sus tradicionales tenencias en divisas extranjeras.
Desde 2005, esta estrategia se ha vuelto cada vez más relevante. Rusia, por ejemplo, pasó de tener apenas 400 toneladas a convertirse en el quinto mayor poseedor mundial, con 2.333 toneladas acumuladas. China también sigue ampliando su posición: solo en 2024 sumó 44 toneladas, elevando su total a 2.280 toneladas.
El interés no se limita a las grandes economías. Países como Polonia, India, Uzbekistán y Kirguistán realizaron compras significativas de oro durante 2024.
En conjunto, los bancos centrales del mundo concentran actualmente unas 1,16 mil millones de onzas (billón en escala corta) de oro, lo que equivale a aproximadamente 3,65 billones de dólares a precios actuales.
¿Por qué el dólar se convirtió en la moneda dominante a nivel global?
El dólar logró la hegemonía con el Acuerdo de Bretton Woods, firmado en 1944. Hasta ese momento, la mayoría de los países se regían por el patrón oro: sus monedas eran convertibles a oro, y los gobiernos garantizaban ese canje.
Precisamente, los países desarrollados se reunieron en Bretton Woods (en el estado estadounidense de New Hampshire) con el objetivo de establecer un nuevo sistema financiero internacional. El acuerdo fijó el valor de todas las monedas en relación al dólar estadounidense, que a su vez estaba respaldado por el oro. Esta decisión se apoyó en el hecho de que, tras la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos concentraba las mayores reservas de oro del mundo.
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El sistema funcionó hasta comienzos de los años setenta. En ese período, varios países comenzaron a exigir oro a cambio de los dólares que acumulaban, en un intento por frenar la inflación. Ante el riesgo de vaciar las reservas de Fort Knox, el presidente Richard Nixon puso fin a la convertibilidad del dólar en oro, marcando el inicio del sistema de monedas fiduciarias que rige hasta hoy.