Bloomberg Línea — Costa Rica y Panamá se encuentran entre las economías latinoamericanas que más fortunas atrajeron a sus países en lo que va corrido del año, un fenómeno migratorio en el que cientos de millonarios de la región abandonaron o están dejando sus países de origen, según la consultora Henley & Partners.
Al final de 2025, ambos países recibirán unos 650 nuevos millonarios en su territorio (Costa Rica sumará 350 y Panamá 300 acaudalados), mientras que las mayores economías regionales verán fuga de grandes de capitales.
Brasil está enfrentando un éxodo de unos 1.200 millonarios, de Colombia y México se irán 150 de cada país, y de Argentina 100, según cifras del Millionaire Migration Report, publicado por la consultora Henley & Partners y firma de inteligencia patrimonial global New World Wealth.
“Costa Rica y Panamá están entre los diez mercados de millonarios de más rápido crecimiento en el mundo” en cuanto a la atracción de riqueza, dijo a Bloomberg Línea Andrew Amoils, jefe de investigación de la empresa de inteligencia patrimonial New World Wealth.
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Tanto Costa Rica como Panamá están poniendo en el radar de los millonarios y de la inversión mundial a Centroamérica, que fuera de estos mercados tiene desafíos en áreas que van desde la infraestructura hasta la seguridad que hace que a otros países les cueste figurar como destinos atractivos entre las élites.
Los millonarios que migran a estos dos países no provienen especialmente de la propia región, sino que vienen de economías ricas de todo el planeta.
Melizandro Quirós Araya, economista y director del Centro de Estudios del Negocio Financiero e Inmobiliario en Costa Rica (CENFI), explica que aunque no hay un registro abierto de este tipo de llegadas por el alto perfil de esas personas, se puede “estimar indirectamente por las referencias del origen de empresas que más están llegando a estos países”.
“En su gran mayoría, más de un 60% de estas personas provienen de Estados Unidos y Canadá. El porcentaje restante proviene de Asia (China, Japón, entre otros), Europa y en una menor proporción Latinoamérica”, indicó.
Costa Rica fue el séptimo mercado global con mayor crecimiento en la población de millonarios entre 2014-2024 (73%), completando 8.400 millonarios (fortunas de US$1 millón o más), 42 centimillonarios (US$100 millones o más) y tres multimillonarios (US$1.000 millones o más).
Panamá ocupa la décima posición con 7.500 millonarios, 35 centimillonarios y tres multimillonarios (US$1.000 millones o más), de acuerdo a información de Henley & Partners.
La llegada de nuevos acaudalados a Costa Rica representaría la entrada de unos US$2.800 millones en capital, en tanto que para Panamá supondría un flujo de cerca de US$2.400 millones.
En cuanto al porqué estos dos países están atrayendo a personas de alto patrimonio (HNWI, por sus siglas en inglés), Andrew Amoils mencionó seis estos factores en específico:
- Ninguno de estos países aplica impuestos sobre herencias o sucesiones, lo cual resulta muy atractivo, especialmente para los HNWI de mayor edad.
- Panamá también tiene una tasa de impuesto sobre las ganancias de capital muy baja en comparación con las normas internacionales. “Este impuesto suele ser el más relevante para los HNWI al momento de migrar, ya que la mayor parte de su riqueza normalmente está vinculada a participaciones en empresas (cotizadas y no cotizadas)”, dijo el jefe de investigación en New World Wealth.
- Ambos países cuentan con zonas residenciales de lujo bien establecidas, que resultan atractivas para los HNWI.
- Son más seguros que la mayoría de los demás países de la región.
- Ambos tienen sistemas de gestión patrimonial bien desarrollados.
- Naturaleza, aves, playas y paisajes.
El panorama en Costa Rica

Costa Rica continúa consolidándose como un destino atractivo para la inversión extranjera, en gran parte por su estabilidad macroeconómica y política, así como por un entorno institucional predecible.
El país “tiene una tasa de crecimiento relativamente superior a la media de Latinoamérica (3,4%). Igualmente, tiene bajo control la inflación (-0,12% interanual) y las tasas de interés (3,75%)”, dice el economista Melizandro Quirós Araya.
Además, los recientes acuerdos y aprobación de nuevos préstamos con organismos multilaterales como el FMI y el BID “podrían interpretarse como una confianza de las autoridades internacionales a la gestión económica del país a mediano plazo (5 a 7 años)”.
En términos fiscales, subraya que “el país cuenta con una política fiscal responsable, que se presume no generaría mayores cambios en el modelo tributario”, lo cual otorga certeza a inversionistas tanto nacionales como extranjeros.
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Desde el plano político, la percepción de solidez institucional también juega a favor de Costa Rica.
Según el director del CENFI, “Costa Rica muestra un panorama político muy estable, y de muy bajas perspectivas de cambio o modificación en sus programas económicos y sociales”.
Quirós agrega que la relación del presidente costarricense, Rodrigo Chaves, con su homólogo estadounidense, Donald Trump, “supone un espaldarazo y confianza de los Estados Unidos a la gestión del actual gobierno, lo que permitiría que se mantengan las actuales inversiones internacionales, especialmente en zonas francas”.
Sobre el marco legal para la inversión extranjera, asegura que, pese a los debates sobre reformas fiscales, ha habido un consenso mayoritario al seguir protegiendo las inversiones dentro del territorio nacional.
El país cuenta con tratados de libre comercio con más de 15 países, incluyendo EE.UU., la Unión Europea y China.
Finalmente, destaca las oportunidades de inversión en sectores como energía, infraestructura hídrica y gas, además del crecimiento del hub empresarial de exportación de artículos médicos y electrónicos. “Es un nicho de negocios que sigue creciendo y, por tanto, puede atraer nuevas empresas de todo el mundo”, concluye.
Panorama en Panamá

En el caso panameño, el país ha logrado mantener su grado de inversión a pesar de una década de “desórdenes fiscales”, dijo desde Panamá Carlos Araúz, analista económico y consultor.
A pesar de estos desafíos, Panamá destaca por la solidez de su sistema financiero, que combina servicios legales, asesoría en seguros y estructuras innovadoras que permiten ejecutar proyectos de forma ágil y con protección de capital.
Recordó que Panamá ha salido recientemente de listas grises vinculadas al blanqueo de capitales, lo que ha fortalecido la percepción de transparencia y seguridad jurídica.
También resaltó que, al no contar con banco central oficial y estar dolarizada, la economía panameña exige una mayor autorregulación por parte de los bancos, lo cual refuerza la confianza de los inversionistas.
A esto se suma especialmente su conectividad logística con Centroamérica, el sur de Estados Unidos e incluso con Europa, y un entorno favorable que ha convertido al país en lo que define como “un refugio natural de capitales”.
Según Araúz, tanto Panamá como Costa Rica comparten ventajas que hoy alimentan el interés global por colocar capital en la región.
En el comparativo con Costa Rica, subrayó que ese país ha tomado decisiones fiscales y monetarias bien pensadas, lo que ha fortalecido su capacidad para atraer inversión extranjera directa.
“Enfocar al país con una visión clara en materia turística —considerando sus áreas costeras, volcánicas, montañosas y demás— ha sido clave. Todas forman parte de un gran entorno, de un ecosistema que promueve a Costa Rica como un destino turístico. Y eso ha sido así durante los últimos 20 o 25 años”, expresó Araúz.
También dijo que el país ha desarrollado polos de producción en sectores como tecnología, farmacéutica y logística.
Además de su estabilidad macroeconómica, resaltó su fortaleza institucional, con un sistema judicial que ha demostrado capacidad de castigar la corrupción, y un entorno seguro que no depende de una estructura militar.
De acuerdo a cifras de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), entre las economías de Centroamérica, Costa Rica fue el país que más recibió inversión extranjera directa el año pasado (un aumento del 13%), con un total de US$5.298 millones, seguido por Panamá con US$3.240 millones (un avance del 35,7%).
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