Eurozona se prepara para un crecimiento moderado tras la resistencia de 2025, según la UE

La producción aumentará un 1,3% en 2025, un 1,2% en 2026 y un 1,4% en 2027, dijo el lunes el brazo ejecutivo de la Unión Europea en sus perspectivas de otoño

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Vehículos recién fabricados en la sede central de Volkswagen en Wolfsburg, Alemania.
Fotógrafo: Liesa Johannssen/Bloomberg
Por Alexander Weber
17 de noviembre, 2025 | 05:38 AM

Bloomberg — La economía de la eurozona mantendrá su expansión moderada tras capear mejor de lo esperado la agitación arancelaria de Donald Trump, según la Comisión Europea.

La producción aumentará un 1,3% en 2025, un 1,2% en 2026 y un 1,4% en 2027, dijo el lunes el brazo ejecutivo de la Unión Europea en sus perspectivas de otoño. Se trata de una mejora para este año en comparación con la predicción de mayo, y una pequeña rebaja para 2026.

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La inflación se sitúa en el 2,1% en 2025, como se había previsto anteriormente, y debería mantenerse cerca del objetivo del 2% del BCE en los próximos dos años. Los funcionarios advirtieron, sin embargo, que la cifra de 2027, que coincide con ese objetivo, incluye un efecto alcista de un nuevo sistema de fijación de precios del carbono que los gobiernos y los legisladores quieren posponer.

“Incluso en un entorno adverso, la economía de la UE ha seguido creciendo”, declaró el Comisario de Economía, Valdis Dombrovskis. “Ahora, dado el difícil contexto exterior, la UE debe tomar medidas decididas para desbloquear el crecimiento interno”.

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Las predicciones son más optimistas que las últimas del Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional, y los responsables políticos de la región suenan cada vez más optimistas sobre los meses venideros, tras haber evitado aparentemente el peor escenario posible en materia de comercio y con una inflación ya controlada cercana al 2%.

La comisión señaló que los recientes resultados superiores se vieron impulsados por un aumento de las exportaciones previo a los aranceles a principios de año, aunque las inversiones también contribuyeron. A pesar del volátil telón de fondo mundial, el mayor gasto de los gobiernos, el consumo privado y un mercado laboral ajustado deberían apuntalar la expansión, afirmó.

La producción en el bloque monetario de 20 naciones, que acogerá a Bulgaria a partir del 1 de enero, aumentó un 0,2% en el tercer trimestre, aunque la cifra principal enmascaró las variaciones en toda la región. Mientras que España y Francia crecieron un 0,6% y un 0,5%, Alemania e Italia se estancaron.

La Comisión considera que esta divergencia se está reduciendo, ya que el crecimiento español se ralentizará hasta el 2,3% el próximo año, frente al 2,9% de 2025, mientras que las tres mayores economías cobrarán impulso.

Alemania ha luchado por sacudirse dos años de contracción durante un volátil 2025. Aunque se vio impulsada por el repunte de las exportaciones a principios de año, más tarde pesó un retroceso. El plan del canciller Friedrich Merz de gastar cientos de miles de millones de euros en infraestructuras y defensa debería ayudar a impulsar el crecimiento hasta el 1,2% tanto en 2026 como en 2027, frente al 0,2% de este año.

Francia, por su parte, se ha visto frenada por las turbulencias políticas en torno a su presupuesto. La incertidumbre resultante pesará sobre el producto interior bruto el año que viene, aunque aún se espera que aumente un 0,9% frente al 0,7% de 2025, según la Comisión.

Los responsables del BCE también han alabado la resistencia de la economía a problemas como los aranceles estadounidenses y la guerra en Ucrania. La mayoría no ve la necesidad de recortar las tasas de interés más allá de su nivel actual del 2%, salvo que se produzca otro shock.

La comisión pareció coincidir en gran medida con esa postura, calificando los riesgos para la inflación de “ampliamente equilibrados”, al tiempo que advertía de que las perspectivas de crecimiento “siguen sujetas a una elevada incertidumbre, prevaleciendo los riesgos a la baja”.

La próxima tanda de previsiones del BCE, prevista para cuando los funcionarios se reúnan de nuevo para fijar los costes de endeudamiento el 18 de diciembre, será observada de cerca en busca de señales de un rebrote más pronunciado de la inflación. Eso podría reavivar los debates sobre nuevas reducciones de las tasas de interés, tras las ocho aprobadas hasta ahora en este ciclo.

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El retraso previsto del sistema de tarificación del carbono ETS2, que según la comisión elevaría los costes energéticos de los consumidores en un 3% en 2027 si no se retrasa, ha aumentado esos riesgos.

En cuanto a las perspectivas fiscales, la Comisión prevé que el déficit presupuestario colectivo de la eurozona aumente hasta el 3,4% en 2027 desde el 3,1% en 2024, debido en parte a un aumento de los gastos de defensa. Ello elevaría la carga de la deuda justo por encima del 90% del PIB dentro de dos años.

Con la colaboración de Jorge Valero.

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