Estar sobreendeudado no es un delito: una guía para empezar de nuevo financieramente

En entrevista con Bloomberg Línea, el CEO de Defensa Deudores advierte que el sobreendeudamiento es un problema social y no un delito. ¿Cómo salir del laberinto?

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En la imagen, una mujer busca en su cartera una tarjeta de crédito.
09 de noviembre, 2025 | 05:00 AM

Bloomberg Línea — Estar sobreendeudado no es un delito ni debe ser motivo de estigma. El sobreendeudamiento en Latinoamérica es un “problema endémico” y social del cual también son responsables las instituciones financieras, dice el CEO de Defensa Deudores, Ricardo Ibáñez, en conversación con Bloomberg Línea.

Defensa Deudores es una firma de abogados que lleva 25 años en Chile y tres en Ecuador asesorando a 630.000 personas que se han visto sobrepasadas por sus deudas. Ahora, prepara su llegada a Colombia, Perú y Costa Rica.

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“Hoy en día todas las legislaciones establecen mecanismos para que un delincuente puede eliminar sus antecedentes penales y que se reintegre a la sociedad, pero parecería que nadie se ha preocupado de que un deudor tenga derecho a eliminar sus antecedentes comerciales y pueda reinventarse financieramente en el mundo”, dice Ibáñez.

El abogado plantea que deber dinero suele ser motivo de vergüenza, aun cuando los deudores no son delincuentes, sino que padecen circunstancias que los superan.

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Hay quienes se sobreendeudan por cesación laboral, enfermedad y procesos de divorcio, pero también para sacar adelante su hogar o luego de haber sido víctimas robos.

“Yo me dedico a esto porque en año 1999, cuando vino la crisis asiática, mi padre, un importante ejecutivo de un conglomerado económico en Chile, se quedó sin trabajo”, dice Ibáñez. “Mi papá tenía cuatro hijos y créditos de todo tipo: hipotecario, de consumo, automotriz, estudiantil, porque estábamos terminando la universidad, entonces colapsó, él fue mi primer cliente”.

¿Cómo salir de deudas si está sobreendeudado? Defensa Deudores analiza el tema en Latam.

Con su padre como ‘piloto’ y la asesoría de un profesor universitario, nació Defensa Deudores, que hoy busca “equilibrar la cancha” entre deudor y acreedor.

¿Por qué se sobreendeudan los latinoamericanos?

Las razones por las que se sobreendeudan los latinoamericanos pueden ser divididas en dos, de carácter sociológico y financiero.

Pero antes, una definición de lo que es sobreendeudamiento, según Ibáñez: “¿Cuándo caemos en sobreendeudamiento? Cuando comprometemos en más de 10 veces nuestro ingreso líquido mensual en créditos de corto plazo. Es decir, si yo gano 10 millones de pesos y me endeudo más de 100 millones de pesos los próximos 48 meses en créditos de consumo, técnicamente estoy sobreendeudado".

Razones sociológicas

Defensa Deudores ha identificado tres patrones sociológicos de endeudamiento en Chile y en Ecuador, que involucran tres grupos poblacionales diferentes: los jóvenes de 18 a 24 años, los adultos mayores y las madres cabeza de hogar.

“Uno de los grupos de endeudamiento que más crece es el de los jóvenes entre 18 y 24 años porque, por pertenecer a un grupo social, se sobreendeudan para adquirir determinados productos como teléfonos y determinadas zapatillas”, dice Ibáñez.

Respecto a los adultos mayores, el endeudamiento está relacionado con el contraste entre la disminución en sus ingresos y el comienzo de una etapa en que la vida es más costosa.

“Ya no pueden comer un queso común, sino sin lactosa; tampoco un pan corriente, corriente, sino sin gluten. Y en lugar de aspirinas, necesitan remedios para la presión, para el azúcar, etcétera, entonces por eso se endeudan”.

Ricardo Ibáñez, CEO de Defensa Deudores.

La firma de abogados también ha identificado que los hogares monoparentales las mujeres se endeudan para sacar su familia adelante, de ahí el llamado a no “demonizar ni estigmatizar” el endeudamiento.

Razones financieras

Un hábito financiero relacionado con el sobreendeudamiento identificado en los consumidores es que compran a crédito pensando en el valor de la cuota mensual y no en el costo total de la deuda, de tal manera que, por ejemplo, por adquirir un celular a 48 cuotas terminan pagando el doble de lo que cuesta el equipo de contado.

Para Ibáñez, sin embargo, los índices de morosidad y endeudamiento en el buró de créditos no solo es responsabilidad de las personas que no cumplen sus obligaciones, “sino de las instituciones financieras o crediticias que otorgan esta herramienta de crédito a personas que no van a poder cumplir”.

Créditos

El otorgamiento de créditos de manera irresponsable se puede observar, a juicio del entrevistado, en el sector retail.

“El negocio del retail en la década de los 90 consistía en comprar barato y vender caro, en comprar un producto en 10 pesos y venderlo en 20 pesos”, explica el abogado. “El negocio hoy día no está en eso, está en comprar en 10 pesos y ojalá vender en 15 pesos para cubrir los costos, pero venderlo a 36 cuotas”.

Mientras aumenta el otorgamiento de créditos de consumo, hay cada vez más restricciones a los créditos de mayor monto, como los hipotecarios, según Ibáñez. El resultado es el endeudamiento y sobreendeudamiento informal.

“En Chile se les conoce como usureros; en Ecuador, como chulqueros, y en Colombia, como gota a gota. Son créditos informales con tasas de interés que rayan en la usura, que ya es un delito, y metodologías de cobranza que no son las más cristianas”, dice Ibáñez.

¿Qué recursos tienen a su servicio los deudores?

Si bien es cierto que la legislación chilena, ecuatoriana y colombiana es distinta, estos tres países establecen formas en que un deudor puede reestructurar una deuda, renegociar un pasivo y cumplir sus obligaciones.

“Si no se divulga es porque, muchas veces, este tipo de información es ‘censurada’. Los bancos y el retail tienen una importancia relevante en las economías y no propician que la gente se eduque con esta información”, apunta Ibáñez.

En Colombia, la Ley de Insolvencia establece procedimientos de mediación, en los que se puede reestructurar pasivo y pagar de una manera distinta a la cual la persona se obligó primitivamente.

Y la Ley de Alimentos —por citar otro caso— establece que un padre o madre puede pedir un aumento o rebaja de una pensión de alimentos acorde a la variación en las circunstancias económicas.

“El deudor generalmente quiere cumplir con su obligación, lo que necesita es cumplirlo de una manera en la que pueda trabajar para pagar y no viviendo para pagar”

Ricardo Ibáñez, CEO de Defensa Deudores.

Ibáñez explica que un deudor puede negociar con su acreedor, incluyendo un banco, el pago de sus obligaciones. La recomendación es hacerlo a través de un abogado.

“En la negociación unilateral acreedor-deudor muchas veces se empobrece aún más el deudor, pues es sometido a altas tasas de interés y a cambios de reestructuración en el crédito, incluso a constituir garantías que el crédito originalmente no traía”, dice el experto.

El deudor, además, puede acudir a mecanismos constitucionales —como la tutela en el caso colombiano— para proteger derechos fundamentales sin necesidad de un abogado cuando considera que están siendo amenazados o vulnerados.

“Si en una acción de cobranza, te llaman reiteradamente en la noche o durante todo el día, incluidos los fines de semana, puedes eventualmente argumentar que tu derecho a la vida, entendiendo que la vida contempla una integridad psíquica, podría verse afectado”, dice Ibáñez. “Muchas legislaciones permiten que estas acciones constitucionales sean presentadas personalmente”.

Para Defensa Deudores, es clave crear políticas que permitan a los deudores trabajar para pagar y no vivir para pagar.

En Ecuador, los deudores pueden solicitar la eliminación o la nulidad de una deuda cuyo origen es ilegítimo. Por lo general, se hace cuando se suplanta la identidad de un ciudadano o la deuda no cuenta con un sustento ilegal.

Los ecuatorianos también pueden pedir a las autoridades competentes eliminar una deuda cuando ha transcurrido el tiempo previsto en la ley sin que el acreedor haya logrado citar al deudor, es decir, cuando prescriba.

“Y antes o durante un proceso judicial se puede llegar a un acuerdo de pago solicitando condonación total o parcial de intereses, siempre con la voluntad expresa del acreedor”, dice Ibáñez.

Al igual que en Colombia, en Ecuador se puede solicitar el refinanciamiento de las deudas, en especial cuando la intención es “evitar dañar el historial crediticio”. La media implica reducir las cuotas mensuales, pero alargarlas en plazo, por lo que es la opción menos recomendada.

Guía elemental para salir del sobreendeudamiento

Ricardo Ibáñez brinda una guía de cuatro pasos para salir del sobreendeudamiento:

  • Hacer un análisis de su situación financiera para identificar la capacidad de pago.
  • Revisar el estado de las deudas (tipo de acreedor, tiempo en mora, demandas, etc.)
  • Buscar asesoría legal especializada para analizar las opciones legales a las que podría acceder.
  • No tomar contacto con el acreedor ni refinanciar la deuda sin asesoría previa y menos cuando ya ha sido demandado.

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