Bloomberg Línea — Colombia puede beneficiarse en los próximos años de la creciente demanda de esmeraldas por parte de millonarios, celebridades y marcas de lujo, dijo a Bloomberg Línea Gianluca Maina, vocero global de la empresa minera Fura Gems, con sede en Dubái.
Actualmente, las esmeraldas colombianas se están beneficiando de un cambio en las preferencias de los consumidores hacia artículos de lujo únicos y personalizados, así como de origen ético en un mercado permeado aún por la informalidad.
En junio pasado, las esmeraldas colombianas fueron protagonistas en la subasta Magnificent Jewels de Christie’s en Nueva York. Un collar tipo Mughal con cinco gemas de origen colombiano se vendió por US$6,2 millones, más del doble de lo estimado, mientras que otra pieza similar con cuatro esmeraldas del país alcanzó US$5,5 millones.
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“A medida que disminuye el interés de los consumidores por los diamantes, las esmeraldas están emergiendo como una alternativa preferida tanto para la joyería como para fines de inversión" dijo en entrevista Gianluca Maina, ejecutivo de Fura Gems. “Colombia sigue siendo la principal fuente mundial de esmeraldas, con las minas de Muzo, Coscuez y Chivor, en el departamento de Boyacá (centro)“.
Si bien el mercado de joyería con diamantes sigue siendo mucho mayor en términos absolutos, el crecimiento del segmento de joyería con esmeraldas está superando al de los diamantes en términos porcentuales, lo que refleja un creciente interés de los consumidores en las piedras preciosas de color.
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De acuerdo a cifras de la compañía, por cada venta de joyería con esmeraldas se realiza una venta de oro u otro metal precioso, ya que en ellos se engarzan las esmeraldas.
El 95% de las esmeraldas colombianas se exporta, lo que equivale a cerca de 3,8 millones de quilates que cada año llegan a mercados internacionales, según la Federación Nacional de Esmeraldas de Colombia (Fedesmeraldas).
Entre enero y junio de 2025, las exportaciones de esmeraldas en bruto y trabajadas colombianas sumaron US$57,4 millones, luego de un año como 2024 en el que se superaron las expectativas con más de US$162 millones, según cifras de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales, con análisis de la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex), y Fedesmeraldas.
De acuerdo a fuentes del sector, el negocio de las esmeraldas le representa a Colombia unos US$150 millones en ingresos. Los principales destinos de exportación son Hong Kong, Estados Unidos, Tailandia, Japón, Italia y Emiratos Árabes Unidos.
En 2024, Fura Gems produjo alrededor de 500.000 quilates y aproximadamente el 30% se vendió en Colombia.
Y es que si bien el mercado internacional representa el grueso de los ingresos de la industria, una parte de las esmeraldas también se está quedando en el país para atander la creciente demanda interna, especialmente a raíz del mayor flujo del turismo y a la actividad de de comisionistas.
“Desde la realeza británica hasta los maharajás en India y celebridades de Hollywood como Elizabeth Taylor y Angelina Jolie, las esmeraldas colombianas han sido la gema preferida para todos. Tienen una historia que se remonta a más de 400 años”, manifestó Gianluca Maina.
Las esmeraldas latinoamericanas, especialmente las colombianas, son reconocidas por su color excepcional, su claridad y su herencia gemológica, lo que les otorga un valor premium en el mercado internacional.
Según el ejecutivo de Fura, la demanda global ha crecido a tasas de dos dígitos desde la pandemia y prevé que continúe creciendo al mismo ritmo durante la próxima década. “Siempre existió una buena demanda de esmeraldas colombianas por parte de las marcas de lujo en Europa, Estados Unidos y China”, dijo.
Innovación, formalización y aumento de demanda global
De cara al futuro, Gianluca Maina considera que la producción latinoamericana —y particularmente la de Colombia— debería seguir beneficiándose de la innovación en la minería, los esfuerzos de formalización y el creciente aumento de la demanda global.
“El abastecimiento ético y la trazabilidad incrementarán aún más la competitividad del mercado, especialmente en mercados emergentes con bases de consumidores de lujo en expansión. Recientemente, hemos sido testigos de un aumento de la demanda proveniente de India y Asia”, apuntó.
De acuerdo a Fura Gems, en términos de valor la producción de esmeraldas en América Latina está dominada por Colombia, que representa aproximadamente entre el 55 % y el 70 % del mercado mundial.
Aunque en términos de volumen, Brasil es el mayor productor de Sudamérica.
Fura Gems invierte en la promoción de las esmeraldas colombianas a través de diversos programas, como la participación en ferias comerciales (JCK Las Vegas), colaboraciones con diseñadores, eventos deportivos y patrocinios de eventos del sector.
Asimismo, señala que continuará invirtiendo en su infraestructura operativa en el país sudamericano.
Los retos de la minera de esmeraldas

Desde Fura Gems identifican que la minería de esmeraldas en Colombia enfrenta desafíos significativos como la actividad informal y artesanal, que denominan ‘guaqueros’.
Estas operaciones son difíciles de rastrear y regular, lo que plantea graves problemas de salud, seguridad y medioambiente, según el vocero de la compañía emiratí.
En opinión de Maina, el reconocimiento formal de los mineros artesanales es crucial para mejorar las condiciones laborales y la trazabilidad. “La minería ilegal socava la confianza pública y genera vacíos en la cadena de suministro”, dijo.
Entre las propuestas para superar este desafío menciona la adopción de sistemas de procedencia basados en blockchain para garantizar transparencia.
De acuerdo a cifras de la Procuraduría General de la Nación, en los últimos 10 años se ha reportado la presencia de minería ilegal en 29 de los 32 departamentos del país.
En Colombia, detalló, cerca de 350.000 personas se dedican a la explotación minera, y más del 90 % de la producción proviene de minería artesanal y de pequeña escala.
Las esmeraldas compiten con otros activos
La popularidad de las piedras preciosas también compite con otro tipo de activos como las criptomonedas y materias primas como el oro, que amenazarían con copar “en gran medida su lugar”, según el director de Investigación de la empresa de inteligencia patrimonial New World Wealth, Andrew Amoils.
“Las piedras preciosas como los diamantes y las esmeraldas solían ser inversiones muy populares en las décadas de 1970, 1980 y 1990”, explica Amoils. “Muchos individuos de alto patrimonio neto las utilizaban para mover dinero alrededor del mundo, ya que podían transportarse fácilmente por su pequeño tamaño”.
A pesar de los choques que ha afrontado el mercado de lujo globalmente, la consultora Bain&Company señala en un reporte que la joyería demostró ser la categoría más resiliente en 2024, con un crecimiento de hasta el 2% al tipo de cambio actual, alcanzando los 31.000 millones de euros.
Este rendimiento se vio impulsado por enfoques centrados en el cliente, de acuerdo al reporte de Bain&Company. “La alta joyería (haute joaillerie) superó significativamente a los segmentos menos destacados del mercado”.
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Esmeraldas como inversión

Desde Fura indica que aunque las esmeraldas no encajan en el modelo tradicional de un commodity como el oro o la plata, su atractivo emocional, combinado con su rareza y procedencia, les otorga un gran potencial entre los inversionistas de alto patrimonio (HNWI).
Las esmeraldas representan una clase de activo de lujo en el que el storytelling, el origen y la producción ética influyen de manera decisiva en su valor.
A diferencia del oro y la plata —mercancías que se negocian a nivel global con precios “relativamente transparentes”—, las esmeraldas son activos no fungibles, de acuerdo a Fura.
Debido a la oferta limitada que llega al mercado, la demanda de esmeraldas de mejor calidad, de 5 quilates o más, supera con creces la oferta.
La demanda de este tipo de gemas proviene no sólo de los compradores tradicionales de piedras preciosas, sino que ahora cada vez más también de consumidores de la Generación Z (jóvenes nacidos entre 1995 y 2010).
Aunque las piedras certificadas de alta gama pueden apreciarse significativamente, considerar a las esmeraldas como un activo refugio “no es correcto en comparación con la liquidez y estandarización que ofrecen el oro y la plata”, comenta Gianluca Maina.
¿Cómo se puede invertir en esmeraldas?
Jeisson Andrés Balaguera, analista y CEO de la banca de inversión Values AAA, dice que las inversiones en esmeraldas requieren un conocimiento importante para generar rentabilidad.
Estas se pueden realizar desde la piedra sin tratar de la mina, hasta la piedra montada en una joya. “Lo más importante es tener la demanda asegurada”, comentó.
Invertir sin conocimiento puede generar pérdidas significativas, advirtió.
Según Balaguera, las oportunidades reales están en encontrar compradores con alto poder adquisitivo interesados en adquirir estos productos.
Sin embargo, “es importante mencionar que es más fácil pagar cara una esmeralda al proveedor que vender una esmeralda cara al comprador”.
En este contexto, para Fura Gems, los inversionistas potenciales deberían priorizar:
● La compra de esmeraldas certificadas y trazables, idealmente con documentación de origen (por ejemplo, certificación de un laboratorio gemológico reconocido, prueba de origen, certificados en blockchain).
● Trabajar con expertos e instituciones consolidadas, como GIA, Gübelin u otros laboratorios gemológicos de prestigio, para la clasificación y verificación de origen.
● Considerar la inversión en productores de renombre que operan en jurisdicciones como Colombia, Brasil o Zambia, que mantengan operaciones y cadenas de suministro transparentes.
● Monitorear listas de precios y datos de mercado (por ejemplo, Emerald Report) para seguir las tendencias de producción, exportaciones y dinámica de precios.
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