¿Qué es la Ruta de la Seda y qué significa que un país se una a ella?

La Ruta de la Seda ha servido como un puente para el fortalecimiento de los vínculos más allá de los acuerdos de libre comercio.

Porto de Tianjin, na China
13 de mayo, 2025 | 10:34 AM
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Más de una veintena de países de la región han afianzado sus relaciones con China a través de su adhesión a la Iniciativa de la Ruta de la Seda, el proyecto de cooperación en comercio e infraestructura de la potencia asiática.

La Iniciativa de Ruta de la Seda, propuesta en 2013, se ha convertido en una plataforma para la cooperación de China con el resto del mundo, especialmente con sus socios en América Latina. Basada en las antiguas rutas de la seda, esta iniciativa impulsa la conexión entre países mediante infraestructuras logísticas, energéticas y digitales, ofreciendo a las naciones en desarrollo acceso a financiamiento, tecnología y nuevos canales de comercio.

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La Ruta de la Seda ha servido como un puente para el fortalecimiento de los vínculos más allá de los acuerdos de libre comercio que ha concretado China con países como Chile (2005), Perú (2009), Costa Rica (2011), Nicaragua y Ecuador (2024).

Unirse a la Ruta de la Seda representa a grandes rasgos un mayor acercamiento a China y una diversificación de las alianzas comerciales, lo que podría ser estratégico en medio de la guerra comercial actual.

En términos prácticos, adherirse a esta iniciativa podría derivar en inversiones en infraestructura y comercio, lo que puede impulsar el desarrollo, pero también genera preocupaciones frente al endeudamiento y la dependencia.

Socios de la Ruta de la Seda en Latinoamérica

Xi Jinping, presidente de China, durante una rueda de prensa con Luiz Inacio Lula da Silva, presidente de Brasil, no fotografiado, en el Palacio de la Alvorada en Brasilia, Brasil, el miércoles 20 de noviembre de 2024.

En Latinoamérica, países como Argentina, Uruguay, Chile, Venezuela, Ecuador, Bolivia, Costa Rica, Cuba, Perú y Nicaragua se han adherido a la Ruta de la Seda, que también ha sufrido retiros en los últimos tiempos.

Panamá, por ejemplo, informó el pasado jueves 6 de febrero que no renovó el acuerdo económico de la Ruta de la Seda con China en medio de las presiones de Trump para que el país centroamericano cancele los contratos con Hutchison Ports PPC, la empresa con sede en Hong Kong que opera dos áreas de carga cerca de la vía interoceánica.

Ver más: Qué tan influyente realmente es la iniciativa de la Franja y la Ruta de China en Latam

Pero así como perdió a Panamá, la Ruta de la Seda le está dando la bienvenida a Colombia como nuevo socio, luego de que el presidente del país sudamericano, Gustavo Petro, confirmara su adhesión durante una visita oficial a China.

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“Vamos a firmar la adhesión a la Ruta de la Seda. Tanto América Latina como Colombia somos libres, soberanos, independientes, y las relaciones que establecemos con cualquier pueblo del mundo deben darse en condiciones de libertad e igualdad”, dijo el presidente Petro el lunes 12 de mayo en China.

Según Petro, “Colombia, por su condición interoceánica con Panamá, puede jugar un papel aún más central”.

La visión de país incluye el desarrollo de infraestructura tecnológica de punta que permita conectar a Colombia, a través de fibra óptica submarina, con Asia y Europa.

La visita de Petro también incluye la participación del mandatario en la IV Reunión Ministerial del Foro China-Celac. Actualmente, Petro ejerce también la presidencia pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).

El representante especial del Gobierno chino para asuntos latinoamericanos, Qiu Xiaoqi, dijo a la agencia estatal Xinhua que “China y América Latina y el Caribe abarcan una quinta parte de la superficie terrestre del planeta, una cuarta parte de su población y una cuarta parte de la producción económica global”.

“Reforzando la unidad y la cooperación, reunimos la fuerza de 2.000 millones de personas y establecemos un nuevo paradigma para la cooperación Sur-Sur”, destacó.

De acuerdo a cifras del holding financiero Credicorp, los países de Latinoamérica que más dependen del comercio con China son Chile (39,1% de sus exportaciones van hacia ese destino), Brasil (31,7%) y Perú (29,2%). En menor medida, figuran México (13,2%) y Colombia (9,1%).

Ver más: China cree que abandonar la Franja y la Ruta iría contra intereses de Latam: embajador

Los proyectos regionales de la Ruta de la Seda

Puerto chino de Perú enfrenta desafío por su modelo de negocio antes de ser inaugurado

Proyectos recientes que se enmarcan dentro de la Ruta de la Seda incluyen en Perú el megapuerto de Chancay, ubicado a unos 70 kilómetros al norte de Lima, que fue inaugurado en 2024 por la empresa estatal china Cosco Shipping.

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Esta obra contó con una inversión de US$3.500 millones que fueron financiados en el marco de la iniciativa de la Franja y la Ruta de China.

Las inversiones de empresas estatales chinas se han reflejado en gran medida en los países de la región andina en los últimos años, con un total de 147 proyectos valorados en más de US$46.000 millones entre 2000 y 2023 en Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela, según un reporte de la Fundación Andrés Bello – Centro de Investigación Chino Latinoamericano.

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Zhu Jingyang, embajador de China en Colombia, se refirió en conversación con Bloomberg Línea a otros proyectos en el marco de la iniciativa de la Franja y la Ruta como la obra de transmisión de ultraalta tensión de Belo Monte, conocido como la “autopista eléctrica” de Brasil, o la planta fotovoltaica de Caucharí en Argentina, que “no solo ha satisfecho la demanda de electricidad de casi 100.000 hogares argentinos, sino que también genera más de US$60 millones en ingresos fiscales anuales para la región”.

“Cabe enfatizar que la cooperación pragmática entre China y América Latina no está sujeta a terceros, no está dirigida contra terceros, ni depende de terceros. China no tiene el menor interés o intención geopolítica de buscar esferas de influencia, y mucho menos hará cosas que vayan en contra de la voluntad de otros", dijo el embajador chino en una reciente entrevista.

Además, recalcó que la iniciativa de la Ruta de la Seda, como una propuesta de cooperación abierta e inclusiva, ofrece a los países latinoamericanos una alternativa para el desarrollo y la prosperidad, no es en absoluto una herramienta de geopolítica.

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La presencia China en el comercio regional también es cada vez más preponderante y países como Brasil tienen al gigante asiático como su principal destino en materia de exportaciones.

De acuerdo al reporte Perspectivas del Comercio Internacional de América Latina y el Caribe 2023, el intercambio bilateral entre la región y China saltó de los US$14.000 millones en el año 2000 a US$500.000 millones en 2022.

China ha desplazado a la Unión Europea como el segundo socio comercial de la región, al absorber en 2022 el 13% de sus exportaciones y suministrar el 22% de sus importaciones”, dice el documento.

En 2024, el comercio entre China y América Latina alcanzó los US$518.467 millones, un aumento del 6,6% interanual, superando por primera vez la marca de los US$500.000 millones.

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