Es el fin de una era: Carrie Bradshaw, el emblemático personaje de Sarah Jessica Parker en “Sex and the City”, se despide definitivamente. El director y productor Michael Patrick King anunció que la tercera temporada de “And just like that”, la secuela de la serie original, marcará la última aparición del personaje.
“Y así, sin más… la historia de ‘Sex and the City’ llega a su fin”, compartió en un comunicado. “Sarah Jessica Parker y yo esperamos hasta ahora para anunciar la noticia porque no queríamos que la palabra ‘final’ eclipsara la diversión de ver la temporada”, agregó en el documento difundido en Instagram.
El desenlace de “And just like that” se transmitirá en un episodio de dos partes. La serie se estrenó originalmente en 2021 y tuvo una recepción tropezada. Por un lado, muchos fanáticos de la serie original estaban emocionados por ver el regreso de Parker y parte del elenco original. Por otro lado, mucha gente encontraba las historias muy forzadas y sin aportar demasiado a la original.
Además de Parker, la emisión de HBO Max trajo de vuelta a parte de las protagonistas originales incluidas Cynthia Nixon y Kristin Davis. Sin embargo, Kim Cattrall no regresó en su emblemático papel de Samantha Jones.
Patrick King reveló que la decisión de poner punto final a la saga, que comenzó originalmente en HBO en 1998 y que reivindicó los personajes femeninos en televisión, se tomó junto a la actriz, que también fungía como productora. “Mientras escribía el último episodio de la temporada 3 de ‘And Just Like That…’, me quedó claro que este podría ser un lugar maravilloso para detenerse”, explicó.
“Sex and the City” se convirtió en un suceso desde su estreno a fines de los 90. Sus seis temporadas convirtieron a sus personajes en un referente de una nueva ola de liberación femenina que refrescó las emisiones de esa época al plantear temáticas como la libertad sexual, la soltería y la independencia.
El programa encumbró a Sarah Jessica Parker como un ícono por su encarnación de Bradshaw, una columnista que aborda las relaciones sentimentales. El estilismo de la serie, desarrollado por Patricia Field, convirtió al personaje y la intérprete en íconos de la moda.
Gracias a la serie, el bolso baguette de Fendi se volvió un objeto de deseo colectivo; Manolo Blahnik se convirtió en el diseñador de zapatos más deseado y el Birkin, de Hermès, se proyectó como el accesorio más inalcanzable.
Cada look de la ficticia Bradshaw es recordado por los seguidores: el tutú que aparece en la entrada del programa, el vestido que simula la impresión de un diario de la era John Galliano de Dior y los vestidos lenceros que definieron los 90.
“Sex and the city” se extendió a dos películas e incluso inspiró una serie precuela “The Carrie Diaries”, que seguía la era adolescente de Carrie Bradshaw.
