Los viajes de lujo ya no se miden por las estrellas o diamantes de un hotel. Los viajeros de alto poder adquisitivo están dispuestos a invertir más de US$25.000 al año en estancias que ofrezcan autenticidad, exclusividad y significado, según el “Luxury Travel Report 2025”.
El estudio analiza las tendencias de la industria que definirán el futuro del turismo premium.
De acuerdo con el informe, los viajeros de este segmento priorizarán hoteles que brinden experiencias inmersivas y distintivas, acordes con la magnitud de su inversión. Entre los principales hallazgos destaca que los consumidores más exigentes prefieren alojamientos auténticos y servicios personalizados.
Para identificar las tendencias del sector, Preferred Hotels & Resorts encargó el estudio a The Harris Poll. Realizado entre febrero y marzo de 2025, encuestó a más de 500 viajeros con ingresos anuales superiores a US$25.000, activos totales de más de un millón de dólares y un gasto mínimo de US$10.000 en viajes de placer al año. Todos ellos planean al menos un viaje de ocio en los próximos 12 meses.
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Cinco tendencias que marcan el futuro de los viajes de lujo
1. Adiós a la Beige-ificación: la estandarización
El 60% de los encuestados considera que los hoteles de lujo se han vuelto “beige”, es decir, han perdido su esencia ante la homogeneización del diseño y el servicio. Por ello, los evitarán a toda costa. “Los viajeros modificarán drásticamente sus itinerarios y aumentarán su gasto para vivir experiencias que rompan con el algoritmo”, señala el reporte.
2. Los recuerdos: la nueva moneda del lujo
El viajero de hoy busca experiencias únicas e interacciones genuinas. El 85% de los participantes considera que las “redes privadas y las conexiones personales liberan los recuerdos más memorables de los viajes”.
3. Viajes multigeneracionales
El 90% de los viajeros de lujo busca vivir la historia y compartirla como legado familiar. Tres de cada cuatro planean realizar viajes multigeneracionales para fortalecer la conexión entre generaciones y con sus raíces culturales.

4. La curaduría como nuevo estándar
Los destinos masivos pierden atractivo frente a experiencias diseñadas por expertos, cuidadosamente seleccionadas. Los asesores de viaje se consolidan como los nuevos influenciadores, mientras que las redes sociales dejan de ser referencia: si todos hablan de un lugar, el viajero de lujo preferirá evitarlo.
5. Programas de lealtad como garantía de calidad
Los programas de fidelización son percibidos como herramientas clave para mantener la excelencia, la personalización y el toque humano. Además, el 85% de los viajeros admite haber recurrido a “hacks” que les permiten disfrutar experiencias de lujo sin gastar de más.