Bloomberg Línea — Los brasileños y la nieve tienen más en común de lo que se imagina.
Así se desprende de la oleada de marcas de lujo de deportes como el esquí y el snowboard que han llegado al país en los últimos años, con el objetivo de atender a un público cada vez mayor que viaja a destinos tan codiciados como Courchevel y Val d’Isère, en Francia, y Vail, en Estados Unidos.
Fabricio Luzzi, fundador de Core Company, fue uno de los empresarios que vio y apostó por este mercado potencial.
Se especializó en la curaduría de marcas de lujo de invierno con tiendas en algunos de los principales centros comerciales del país y dijo ver espacio para el crecimiento de las ventas más allá de las vacaciones de fin de año.
Se trata de un periodo en el que los brasileños tienden a viajar más al extranjero, sobre todo a Europa, en busca de la temporada de invierno y el esquí.
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Luzzi comenzó su incursión en el universo de las marcas de lujo con una idea hace unos 20 años mientras esquiaba: ¿y si llevara los productos de The North Face a Brasil? Fue entonces cuando se puso en contacto con la marca estadounidense, fundada en California, y se convirtió en uno de sus representantes en el país.
Actualmente, The North Face también opera con tiendas propias en Brasil.
“La nieve es muy atractiva para los brasileños. Los primeros años en Brasil fueron muy difíciles, porque no existía una comunidad de esquiadores y no era una moda como lo es hoy”, dijo Luzzi en una entrevista con Bloomberg Línea durante la inauguración de una nueva tienda Explore Mode en São Paulo.
Explore Mode tiene otras dos tiendas físicas en el estado de São Paulo.
La tienda de Luzzi es descrita por el ejecutivo como un centro con una selección especializada de artículos exclusivos para el país de marcas como Goldbergh, Bogner, Cordova, Ugg y Fjällräven, centrados en el frío y los deportes de nieve.
La facturación de Core Company alcanzó los R$30 millones (US$5,5 millones) este año, un avance del 40% con respecto al año anterior.
A partir del crecimiento de los últimos años, decidió acelerar los planes de expansión: prevé abrir tiendas Explore Mode en Rio de Janeiro, Curitiba y, posteriormente, Brasilia.
Según él, por otro lado, el grupo no debería superar la cifra de diez tiendas en el país.
“Es un negocio particular y muy centrado en la curaduría”, explicó. Para los próximos años, dijo que espera un ritmo de crecimiento más moderado, pero aún así de dos dígitos al año.
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El modelo de operación depende de la logística de importación de los productos para crear un stock que le permita satisfacer la demanda sin riesgo de que falten piezas en la tienda.
Explore Mode trabaja con un stock mínimo de siete meses en Brasil, en su centro de distribución en el estado de Espírito Santo, según el directivo.
Las compras para la tienda se realizan con un año de antelación. La producción lleva de 6 a 8 meses, seguidos de otros dos meses en el proceso de importación, hasta que los artículos llegan al país.
Las colecciones se lanzan en las tiendas brasileñas por fases, en lotes más pequeños, para poder presentar novedades a lo largo de la temporada.
Este modelo también permite a Explore Mode traer productos exclusivos, como la colección 007 de Bogner y la Leather Collection de The North Face, disponibles en pocas tiendas del mundo, según él.
“Hoy en día, el 80% de las ventas provienen de las tiendas físicas. El cliente quiere probarse la ropa, quiere que le atiendan como si estuviera en un salón de esquí”, afirmó Luzzi.
“Empezamos a traer North Face a este lado más aventurero, una moda que pudiera trascender la montaña y que la gente pudiera usar en la ciudad. Y hoy en día es una marca muy querida en Brasil para el uso diario, especialmente en el senderismo, que ha crecido mucho en los últimos años”.
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Goldbergh en Brasil
El avance en el mercado brasileño también es visible para las marcas que se venden en las tiendas de Explore Mode. Durante la inauguración de la tienda en São Paulo la semana pasada, la directora global de ventas de Goldbergh, Loes Peet, dijo que identifica al país como uno de los mercados más prometedores del mundo.
“Nuestra primera clienta en la tienda de Ámsterdam fue una brasileña. Entró diciendo: ‘Conozco esta marca. Quiero vestirme completamente con ella’. El consumidor brasileño es fiel y valora el diseño femenino”, dijo en una entrevista con Bloomberg Línea.
Goldbergh se fundó hace 15 años y ganó fuerza a nivel mundial al aparecer de forma orgánica en los looks de celebridades como las Kardashian y en series como Emily in Paris.
“Las brasileñas quieren elegancia en la montaña. Quieren estar guapas, pero activas”, dijo Peet.
Una chaqueta de esquí plateada de Goldbergh cuesta alrededor de R$8.500 (US$1.575) en Brasil, mientras que un gorro ronda los R$1.300 (US$241). Una riñonera con flecos cuesta alrededor de R$5.000 (US$927), según datos del sitio web Explore Mode.
En el panorama internacional, Goldbergh ha crecido especialmente en Europa y Estados Unidos, según la directiva. La marca también tiene como objetivo expandirse en Asia.
Además, en el futuro, existe la posibilidad de ampliar la categoría de productos para niños y hombres, en lugar de solo para mujeres.
La directiva dijo que prevé un crecimiento de “dos, cuatro o cinco veces” los niveles actuales para los próximos diez años y no descarta la apertura de una tienda de la marca en Brasil en los próximos años.
Luzzi dijo que el gusto de las brasileñas y los brasileños es más “glamoroso” y, por lo tanto, diferente al de otras partes del mundo.
“La versión que llega a Brasil es diferente a la europea: más brillo, más dorado, más estampados. Es casi una colección propia”, afirmó.
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