Bloomberg — El astro del tenis Roger Federer es actualmente uno de los pocos atletas que pueden considerarse multimillonarios.
Federer, vencedor de 20 Grand Slams entre los años 2003 y 2018, acumuló US$130,6 millones en premios durante sus 24 años de carrera, que concluyeron en 2022. Sin embargo, la mayor parte de la riqueza de esta estrella helvética proviene de una serie de grandes acuerdos de patrocinio, así como una astuta inversión en una marca local de calzado deportivo.
Su patrimonio neto asciende a unos US$1.300 millones, según el Índice de Multimillonarios de Bloomberg, lo cual le sitúa en compañía de la élite.
Se calcula que Michael Jordan ha alcanzado los US$3.500 millones tras la venta de su participación en los Charlotte Hornets en 2023, en tanto que el año pasado Bloomberg calculó el patrimonio de Tiger Woods en aproximadamente US$1.360 millones.
Federer está valorado en mucho más de US$1.000 millones, dicen personas cercanas a él que hablaron bajo condición de anonimato. La valoración de Bloomberg se basa en los ingresos, inversiones y acuerdos de patrocinio del tenista, ajustados a las tasas impositivas vigentes en Suiza y a la evolución del mercado.
Varios de sus acuerdos se han prolongado por décadas, desde patrocinios con el banco Credit Suisse (ahora UBS Group AG), el fabricante de relojes Rolex y el chocolatero suizo Chocoladefabriken Lindt & Sprungli AG.
También ha construido una importante red de asesoramiento a su alrededor, por ejemplo a través de Team8, la empresa de gestión que cofundó con su agente Tony Godsick en 2013, y de la firma suiza Format A AG, que le ayuda a gestionar diversas inversiones y su fundación benéfica.
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“Federer está totalmente libre de escándalos. Nunca dice nada malo”, dijo el analista deportivo Bob Dorfman. “No ha tenido una personalidad del tipo John McEnroe, peleón. Pero en términos de comerciabilidad, ha sido uno de los mejores del tenis”.
Los mayores acuerdos de Federer llegaron cerca del final de su carrera.
En 2018, su contrato con Nike Inc (NKE), firmado por primera vez en 1996, estaba a punto de renovarse. El tenis no era un mercado principal para Nike, lo que permitió a Godsick tantear el terreno con otros socios potenciales.
Uniqlo, una popular marca propiedad de la japonesa Fast Retailing Co., ofreció a Federer US$300 millones en 10 años para ser uno de sus iconos deportivos insignia. Federer tenía 37 años y estaba cerca de la jubilación y el trato no tenía condiciones, incluso si dejaba de jugar. Era una obviedad.
Aún así, no fue el acuerdo más exitoso de Federer.
Fue una inversión que llegó a través de una introducción accidental de su esposa, que compró un par de zapatillas de la prometedora marca suiza On. En Suiza hay muchos banqueros y abogados, pero no muchas marcas deportivas.
Fundada en 2010, On se había dado a conocer como una zapatilla de jogging de gama alta. Su característica suela, con más espacio vacío que goma, se basó en un prototipo realizado por el cofundador Olivier Bernhard, un antiguo pro-Ironman, pegando recortes de manguera de jardín a la base de sus zapatillas.
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Al contrario que con Nike, Federer pudo buscar un patrocinador de calzado porque Uniqlo no fabrica zapatillas. Federer, un loco de las zapatillas que posee más de 250 pares de zapatillas (sin contar las que ha utilizado para jugar), llamó a los fundadores de On para cenar en Zúrich.
Godsick también tenía una conexión con ellos a través de una inversión ángel en la firma. Finalmente, se llegó a un acuerdo para que Federer comprara una participación de aproximadamente el 3% en On Holding AG y pasara tiempo en su laboratorio diseñando su propio calzado.
On vale ahora cerca de US$17.000 millones, por lo que la participación de Federer asciende al menos a US$500 millones, según el índice de riqueza de Bloomberg.
Hasta ahora, Federer ha evitado la sobreexposición mediante papeles de comentarista o patrocinios dudosos.
Recientemente ondeó la bandera francesa para dar comienzo a la carrera de coches de resistencia de Le Mans, y lanzó una nueva colección de ropa de Uniqlo en París. También es probable que esté en Wimbledon, cuna de sus mayores triunfos , cuando comience la próxima semana.
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