La guerra de aranceles ha alcanzado al mundo del lujo y ha hecho de TikTok un nuevo campo de batalla donde influencers han puesto en tela de juicio la calidad real de marcas como Hermés, Gucci, Prada o Louis Vuitton. A través de videos, creadores de contenido señalan que algunos de los productos más exclusivos de dichas firmas están manufacturados en China y no en Italia o Francia como dicen sus etiquetas.
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“Más del 80% de las bolsas de lujo se hacen en China, pero dichas marcas no lo reconocerán”, asegura uno de los videos que más se ha popularizado. El hombre que aparece hablando en inglés dice que las marcas de lujo se llevan los artículos casi terminados hacia sus países, donde les agregan etiquetas que dicen que son hechas en Francia o Italia para elevar sus costos.
En otro video, un joven asegura que una fábrica china llamada SITOY Handbag es el proveedor de Prada y otras marcas de lujo asequible como Coach y Tory Burch. Señala que mientras una bolsa de lujo cuesta al menos US$500 y que ahí se pueden obtener por entre US$50 y US$100.

“En muchos casos, estos individuos parecen estar promocionando imitaciones y alentando a los consumidores a comprarlas directamente en sus fábricas”, señaló Fashionista.com, sitio dedicado a la industria de la moda.
Los videos llegan en medio de la batalla arancelaria que incluyó una histórica tarifa del 104% a los productos chinos por parte de la administración de Trump. La nación asiática respondió con un incremento del 125% de aranceles a Estados Unidos y las restricciones se extenderán a productos como las películas de Hollywood que se exhiben en salas chinas.
Coinciden también con un declive en el sector de lujo cuyo anuncios de resultados estará marcado por las bajas de expectativas de beneficios para el primer trimestre del 2025.
El grupo LVMH, que tiene entre sus filas al gigante de los artículos de cuero Louis Vuitton, tendrá otro periodo de caídas debido a la ralentización del mercado estadounidense, según ha previsto Barclays en un reporte de Bloomberg.
La trazabilidad de los artículos de lujo
No es la primera vez que los creadores de contenido cuestionan a la industria de lujo. Tanner Leatherstein, un experto en piel sube desde el 2022 videos en los que deshace bolsos de distintas marcas incluyendo piezas de lujo de Louis Vuitton, Chanel, Prada o Saint Laurent para analizarlas. Tras someter los artículos a distintas pruebas, al final hace una comparación del costo comercial de cada artículo y un estimado de lo que costaría realmente según sus cálculos.
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Uno de sus videos anclados en TikTok lo dedicó al clásico bolso Neverfull de Louis Vuitton. “Mi estimado del costo de la piel es US$100. Para accesorios y ensamblaje le doy como US$160. En total, no debería costar más de US$260 hacer una bolsa así”, dice en el video que acumula 3,4 millones de visitas.
“Pagué poco más de US$2.700 por esta bolsa,” dice al tiempo que agrega que una pieza similar en ese tipo de piel, pero de “una marca que no te vende estatus” rondaría los US$600 o US$700.
Los videos que han surgido no tienen tanta profundidad como los de Leatherman, pero han puesto el dedo en la llaga del lujo: la transparencia de sus materiales y mano de obra, una de las características para dotar a un bolso de costos millonarios.
En su sitio Louis Vuitton específica que sus artículos de marroquinería “se producen exclusivamente en nuestros talleres situados en Francia, España, Italia y Estados Unidos” y que se desarrollan con “la experiencia de nuestros artesanos y el extremo cuidado dedicado a todas las fases de fabricación de nuestros artículos”.
Otras marcas como Hermès, la única que ha logrado salir bien librada del freno del sector de lujo, señaló en su reporte de resultados 2024 que “se dedica a mantener la mayor parte de su producción en Francia a través de sus 60 plantas de producción y formación”.
Para algunos expertos, la conversación que ha detonado los videos de los fabricantes chinos podría enriquecer el mercado de lujo. “Hay algo refrescante en el hecho de que los fabricantes tengan más voz y el potencial que esto tiene para aportar más transparencia a dónde y cómo se fabrican los bienes que consumimos, incluso más allá de China”, escribió la editora de Fashionista.com Dhani Mau.