Bloomberg — En São Paulo, sin duda una de las más grandes urbes del mundo, la mayoría de los paulistas se consideran “diurnos” o “nocturnos”. Hay una infinidad de actividades para ambos tipos de público, desde salir a correr a primera hora de la mañana hasta las fiestas con DJ a altas horas de la noche.
Nuestros paulistas favoritos, que aquí presentamos, son expertos en sumergirse en ambos mundos con soltura e incluso combinarlos; al fin y al cabo, las últimas horas de la noche acaban transformándose en las primeras de la mañana.
Nacida y criada en la ciudad de Jacareí, a 80 kilómetros de São Paulo, Tássia Reis se estableció en la Gran Manzana hace 15 años para dedicarse a la moda. Sorprendentemente, su indiscutible talento musical no tardó en eclipsar sus aspiraciones en el mundo de la moda. Hoy, con éxitos de rap, hip-hop y samba en su palmarés, está en boca de todos y a punto de conquistar las listas de éxitos mundiales con sus propios ritmos brasileños.
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La pareja de Federico Concilio y Lucas Simões no trabajan juntos, pero sí son algunos de los artistas visuales más influyentes de São Paulo.
Concilio, originario de Bolonia, Italia, se trasladó a Brasil para estudiar en la Escola da Cidade de São Paulo; su empresa, Studio Gaibola, ha realizado recientemente los interiores de la nueva Soho House de la ciudad, cerca de la Avenida Paulista.
Por su parte, Simões nació en Catanduva, al otro lado del estado de São Paulo. Sus instalaciones escultóricas, diálogos con matices entre la materialidad, el entorno construido y sus habitantes, han sido exhibidas en todo el mundo, incluidas en la colección permanente del Blanton Museum of Art de Austin y el Hauser & Wirth de Los Ángeles.
Aquí tenemos la opinión de Reis, Concilio y Simões sobre los lugares a los que darían prioridad para pasar un día perfecto en la mayor ciudad de Brasil, desde bares a librerías e incluso playas de cemento.
Viviendo la vida en un boteco
Editado de una entrevista con Reis.
En mis días libres siempre doy prioridad a un brunch con amigos. La ciudad tiene un montón de opciones, pero mi favorita absoluta es Na Fila do Pão en el barrio de Barra Funda: prueba los huevos del purgatorio, servidos bien calientes con pan fresco para mojar.
Después, probablemente sea un día soleado, así que no hay motivo para volver a casa. Caminaré por el centro con amigos y elegiré un boteco para tomar algo, pero ¿quizás deberíamos ir primero a un parque?
Me encanta el Minhocão, una carretera que está cerrada a los vehículos los fines de semana. Se convierte en una gran playa de cemento donde toda la ciudad viene a caminar, andar en bicicleta, correr o, mi favorito, observar a la gente.
Bien, ahora es la hora oficial del bar.
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En el centro, Cama de Gato es un local underground con mesas de ping-pong y cócteles increíbles, como el bombeirinho de romã agridulce, una granada con un buen chorro de cachaça. Me gusta venir aquí por las sesiones de DJ; son diferentes cada día y van desde ritmos brasileños hasta electrónica, funk, hip-hop e incluso rock.
Cerca de allí, REGÔ es el tipo de local en el que simplemente te acercas al mostrador, le dices al camarero tus preferencias y miras el espectáculo mientras te preparan la bebida. Normalmente pido champán mezclado con algo agrio. Es imposible tomar un mal cóctel aquí.
En este punto, obviamente tengo hambre otra vez, así que salgo a buscar más comida. Orfeu, cerca de Praça Republica, es uno de esos lugares a los que, de alguna manera, terminaré sin importar lo que esté haciendo. Ya sea que esté en una cita o con amigos, ¡todos los caminos llevan a Orfeu! Normalmente pido la mariscada, un guiso de mariscos.
Hay tiempo para una parada rápida en Petróleo Music , una gran tienda con una increíble colección de vinilos, y luego se continúa con un poco de baile. Me encanta este nuevo lugar, Katarina Bar , propiedad de KL Jay, un famoso DJ local. Cuenta con un talento local increíble que pincha todo tipo de música, desde reggae hasta house.
El día ya se ha convertido en noche, así que vuelvo a Barra Funda a Boteco Pratododia, una discoteca en la que, como siempre, pasan todos mis DJ favoritos; es una fiesta garantizada siempre.
Por último, terminaré la noche en Aparelha Luzia, propiedad de Érica Malunguinho, una artista increíble que solía ser política. Es lo que llamamos un desorden urbano, un santuario citadino para los brasileños negros; un espacio multiusos realmente hermoso que muestra exposiciones de arte, proyecciones de películas y comida.
Es una buena manera de bajar de la euforia de una noche de fiesta, y está abierto después de la medianoche.
De una culutra a otra en el centro
Editado de una entrevista con Concilio y Simões.
Aunque vivimos entre los altos bloques de condominios del centro de Higienópolis, nuestros dos estudios están ubicados en el Centro, el centro de São Paulo, y ahí es donde nos encanta pasar la mayor parte de nuestro tiempo, de día o de noche.
Por la mañana, antes de ir a trabajar, solemos visitar alguna de las muchas cafeterías de la zona, como Bonita Café en el Edificio Eiffel, un lugar estupendo para tomar un chai, algo que no es tan habitual en São Paulo a pesar de la gran diversidad de la ciudad. No olvides el obligatorio pão de queijo, (pan de queso).
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Al lado está Livraria Eiffel, nuestra librería favorita; es una auténtica biblioteca arquitectónica llena de libros de diseño nuevos y usados.
Cerca de allí, Galeria Metrópole es un complejo comercial al aire libre de varios pisos construido con llamativas losas de hormigón brutalista.
Muchos creativos independientes alquilan espacios para exhibir su trabajo: hay moda vintage en Fugaz, artesanías regionales tradicionales en Paiol y un fantástico vino brasileño en Prosa e Vinho. Vale la pena abrir una botella en una de sus mesas y probar sus empanadas, las mejores de la ciudad.
Para un almuerzo en condiciones, nos encanta el bai ão de dois (un plato de arroz y frijoles de la zona noreste del país) en Cuia, en el famoso edificio retro-moderno de Copan. Y asegúrese de dejar espacio para la delicada mousse de chocolate espolvoreada con polvo de farofa de castañas.
Otra opción es el primer restaurante libanés de la ciudad, Almanara , a dos cuadras de distancia. El menú y la decoración no han cambiado desde que abrió en la década de 1960. Los camareros vestidos de esmoquin blanco sirven excelentes ensaladas fattoush y warak enab (arroz relleno de hojas de parra); ¡las porciones son enormes!
Esta es una zona que se vuelve un poco insegura para los peatones después de la puesta del sol, pero el tiempo que nos quede por la tarde lo pasaremos paseando entre galerías y museos como la Central Galeria, situada en el sótano y centrada en las instalaciones . La Galeria Verve también merece una visita por sus exposiciones rotativas de artistas brasileños contemporáneos.
Las bebidas por la noche son abundantes, tanto para los que salen del trabajo como para los jóvenes paulistas que se acercan a la zona antes de salir a divertirse.
Empiece por Fel, donde cada bebida viene acompañada de una breve lección de historia sobre su origen. Matiz tiene excelentes cócteles, vistas magníficas de la ciudad y una selección digna de platos brasileños e internacionales como el kare pan (pan de curry).
O puede unirse a los hombres de negocios que lo visitan en Bar dos Arcos, un lugar elegante escondido en un sótano tipo catacumba debajo del Teatro Municipal.
Para salir de noche, hay lugares como Balsa y Caracol Bar que garantizan diversión, pero nuestro mejor consejo es preguntar a los lugareños sobre las últimas y mejores fiestas del circuito, como Pista Quente. O simplemente dejarse llevar por el espíritu de la ciudad; las mejores salidas nocturnas en São Paulo siempre son improvisadas.
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