Bloomberg Línea — Los niños de Haití continúan siendo víctimas de la violencia perpetrada por las pandillas que, desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse, el 7 de julio de 2021, están disputándose el poder territorial, de acuerdo con un informe presentado por Amnistía Internacional durante este miércoles.
“Se estima que más de un millón de niños viven en zonas controladas o influenciadas por bandas armadas en Haití”, dice el documento.
Tras una investigación adelantada en Puerto Príncipe en septiembre de 2024 y más de un centenar de entrevistas practicadas a la población, cuyos resultados fueron publicados en el informe, Amnistía Internacional comprobó, entre otras, que 18 niñas que fueron violadas o sufrieron violencia sexual a manos de pandilleros.
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Dos de las víctimas fueron secuestradas mientras regresaban de la escuela a la casa y abusadas en grupo.
“Pienso en ello y me digo a mí misma: soy solo una niña, ¿por qué me pasó esto?", dijo una menor a Amnistía Internacional.
Pero las niñas también están siendo víctimas de explotación sexual, como denunció otra de ellas, de 16 años, que vive en un área controlada por la pandilla 5 Segon.
La menor dijo: “No tengo elección… Te ven y te dicen vente. Si te niegas, te golpean con un arma. Algún día podría recibir un disparo. Te agarran y te golpean. Algunos pagan. Otros no lo hacen".
Otra problemática que evidenció Amnistía Internacional es que las pandillas están reclutando menores para espiar a las bandas rivales y a la policía, así como para hacer entregas ilegales, realizar trabajos de construcción, reparar vehículos y trabajar en tareas domésticas.
Uno de ellos contó: “Lo que hice, no lo hice voluntariamente. No entendí lo que estaba haciendo. Yo agarraba un arma, no para hacer daño, sino para satisfacer mis necesidades”.
Durante su trabajo de campo en Puerto Príncipe, Amnistía Internacional documentó que 10 niños resultaron heridos y dos perdieron la vida en medio de redadas protagonizadas en los vecindarios por las pandillas.
La situación es peor todavía para los menores en condición de discapacidad, puesto que huyendo de las pandillas han tenido que prescindir de dispositivos de asistencia y arribar a albergues que físicamente no son accesibles para ellos.
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“Las pandillas han causado una angustia generalizada en Haití. Amenazan, golpean, violan y matan a niños. Han sido responsables de numerosas violaciones de los derechos humanos de los niños, incluidos sus derechos a la vida, a la educación y a la libertad de movimiento”, afirmó la secretaria general de Amnistía Internacional, Agnès Callamard.