El Banco Central argentino habría gastado un 36% de los dólares que adquirió en el mercado oficial en los últimos siete meses para intervenir en la brecha. El cálculo surge de un informe publicado por el bróker Aurum Valores, en el que agrega que el monto utilizado para ese fin también equivale al 9,4% del valor actual de las reservas brutas.
El 13 de julio de 2024, el Gobierno argentino anunció que retomaría la intervención en el mercado de los dólares financieros, argumentando que la decisión tenía como objetivo esterilizar los pesos emitidos para la compra de divisas en el mercado de cambios a fin para contener a la inflación. Desde entonces, y hasta el 24 de febrero, el BCRA compró unos US$7.456 millones y según Aurum Valores, habría gastado una cifra cercana a los US$2.700 millones en intervenciones cambiarias en el MEP y el contado con liquidación.
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En un informe publicado el 26 de febrero, el bróker Portfolio Personal Inversiones (PPI) también se refirió a la dinámica de intervenciones del BCRA. Según la firma, el BCRA habría incrementado su presencia en el mercado financiero el día anterior: el volumen operado en GD30 y AL30 C y D T+1, señaló, escaló de US$97 millones el lunes a US$130 millones el martes 25, un nivel atípicamente elevado.
No obstante, esta firma aclara que este monto es menor al operado el lunes y martes pasado (US$153 millones y US$167 millones), que fueron las dos ruedas posteriores al escándalo cripto que involucra al presidente Milei. Esta intervención sirvió para que los dólares financieros MEP y CCL aumenten solo 0,4% a $1.212 y 0,1% a $1.215, respectivamente.
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Por otro lado, PPI había destacado en un informe anterior que, al cierre de la semana pasada, las reservas netas del Banco Central se ubicarían en terreno negativo, en torno a US$-9.000 millones, aunque podrían estar en US$-6.617 millones si se suman los depósitos del Tesoro.
En concreto, las tenencias netas del Banco Central se encuentran en terreno no tan lejano al que tenían cuando asumió el actual Gobierno (estaban en torno a -US$11.000 millones), aunque también es cierto que, en el medio, el Gobierno afrontó pagos de intereses y de amortizaciones ante bonistas y pagos de deuda a organismos internacionales de crédito.
