Buenos Aires — La mirada negativa del presente en Argentina prevalece sobre la expectativa positiva del futuro. La clase media baja y el AMBA son los segmentos que dominan e imprimen el pesimismo, en un contexto de cautela y resguardo en el consumo, de acuerdo con datos del sector privado.
Una encuesta elaborada por la consultora Moiguer manifestó que el tercer trimestre está marcado por un cambio de tendencia en el que “la realidad quebró las expectativas que sostenían la ilusión, aún a pesar de la dificultad”. “Hoy, este presente se impone sobre la promesa de un futuro de cambio”, consideró.
De esa manera, analizó: “Las expectativas positivas que se sostenían, aun a pesar del presente de dificultad, empiezan a debilitarse. Se invierte la ecuación, y la mirada negativa del presente prevalece sobre la expectativa positiva del futuro".

Las conclusiones del trabajo indican que el segmento considerado de clase media baja y el AMBA son los que dominan e imprimen el pesimismo.
También aseguró que se abre “un panorama de mayor cautela y los hogares adoptan una actitud de resguardo frente a la incertidumbre”.
“Si bien las condiciones objetivas de dificultad se mantienen, lo que se quiebra es la mirada de futuro”, insistió el sondeo que hace referencia a un cambio de tendencia.
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El reporte sostuvo que “la esperanza del futuro cede frente a la adversidad del presente“.
“Lo que al inicio del año era esperanza de futuro por encima de un presente adverso, hoy se revierte ante la caída de los indicadores macro, los escándalos y los reveses legislativos”, evaluó.
“Desde principios del 2025, convivía un presente negativo con una apuesta optimista al futuro. En el tercer trimestre se empieza a ver el cambio de tendencia, con mayor peso en la negatividad presente que en la esperanza del futuro”, remarcó.
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Además, indicó que “el esfuerzo es muy grande y la retribución no está al nivel”.
"Menos expectativas, menos consumo: Se abre un panorama de mayor cautela en el consumo. El consumo argentino tracciona más por expectativa que por realidad. Hoy, la combinación de incertidumbre, dólar en alza y precios que no bajan comienza a enfriarlo", apuntó.
En ese sentido, estimó que, “hasta acá, la esperanza de futuro sostuvo el mal presente”. “Hoy, con la esperanza puesta en jaque, la ecuación cambia: mal presente más desesperanza a futuro = restrinjo consumo y ahorro por las dudas”, destacó.
“En un país tan dinámico y cambiante como la Argentina, la clave estará en lo que ocurra en las próximas semanas: si la esperanza logra recuperarse o entraremos en un pesimismo general”, puntualizó.
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