Dante Sica, sobre un tratado de libre comercio con EE.UU.: “Va a ser una negociación difícil”

En una entrevista con Bloomberg Línea, el exministro de Producción analizó los interrogantes y obstáculos entre la intención y la firma

Exministro de Producción y Trabajo, socio fundador de Abeceb
09 de marzo, 2025 | 05:00 AM

Buenos Aires — En medio de la guerra comercial que empezó a desatarse tras la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca y la negociación que está llevando adelante el Gobierno de Javier Milei con el FMI, los presidentes de Estados Unidos y la Argentina abrieron las puertas a que ambos países firmen un tratado de libre comercio. Pero más allá de la voluntad política de las partes e incluso de la sintonía entre los jefes de Estado, quedan todavía una serie de negociaciones, interrogantes y obstáculos entre la intención y la firma.

En una entrevista con Bloomberg Línea, el ex ministro de Producción durante el Gobierno de Mauricio Macri y socio fundador de la consultora Abeceb, Dante Sica, consideró que un tratado de libre comercio entre Argentina y Estados Unidos demandará una “negociación difícil” dada la “relación conflictiva” del pasado y que son economías que tienen una estructura productiva similar.

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Pese a ello, valoró el acercamiento y apuntó contra “la inacción” del Mercosur en materia de integración con el resto del mundo: “Es un híbrido que en las últimas tres décadas no ha generado grandes beneficios a sus socios”.

La siguiente entrevista ha sido editada con motivos de extensión y claridad.

Trump y Milei alimentaron la expectativa de que Argentina y Estados Unidos firmen un Tratado de Libre Comercio. ¿Qué lectura haces de esa posibilidad? ¿Y qué efectos puede tener para el país?

Primero, creo que hay que verlo en el marco de un fuerte apoyo de Estados Unidos, en especial de Trump, a la posición de Argentina y al gobierno de Javier Milei. Creo que Estados Unidos está teniendo una mirada mucho más fuerte sobre América Latina después de años de haber dejado un poco de lado su política activa y en especial con una mirada muy importante con respecto a temas que hacen a su agenda de seguridad y a su agenda de defensa. Hoy la posición de Argentina, en especial su posición en el Atlántico Sur, ponen al país como un tema de relevancia. Así que yo primero miraría todos los movimientos que hace el gobierno como un marco de fuerte apoyo a lo que es el gobierno de Javier Milei. Creo que es buena esta relación personal entre los presidentes. Pero el poder alcanzar un acuerdo de libre comercio empieza a tener otros bemoles.

¿Como cuáles?

Primero, Argentina relegó su autoridad sobre política comercial en el marco del Mercosur. Esa política de acuerdos comerciales o de subir y bajar aranceles, salvo los temas de excepciones, está delegada en el Mercosur y hay que hacerlo en base al consenso. Y hasta ahora no ha habido consenso. Ya en su momento Uruguay había pedido tramitar un acuerdo de libre comercio con China o en su momento con Estados Unidos.

Con el gobierno anterior, de Lacalle Pou.

Exactamente y no hubo consenso, en especial el país que siempre se oponía y lideraba la oposición era Brasil. Y Argentina por errores u omisiones siempre acompañó esa posición. Así que desde el punto de vista legal, desde el punto de vista práctico, Argentina debería plantear o tener una autorización del Mercosur como para poder avanzar en esa negociación. O plantear un cambio de estatus al interior del Mercosur para poder ahí empezar una negociación. Ahí creo que ahí hay una restricción.

¿Qué otra restricción ves?

La otra cuestión, ya independientemente de tener o no la autorización o las posibilidades del acuerdo, es cuáles son las ganancias de comercio. En general Argentina y Estados Unidos tenemos una estructura productiva muy competitiva. Los dos producimos alimentos, los dos producimos industria, los dos producimos energía, los dos producimos acero. Y cuando uno revisa la historia comercial de nuestros países de las últimas décadas, hemos tenido conflictos: problemas con biocombustibles, anti-dumping para el caso de tubos de acero, anti-dumping o problemas para entrar carne, limones, nos hicieron una investigación con la venta de miel... Entonces siempre ha sido una relación conflictiva.

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No quiere decir que no haya voluntad política de avanzar, pero va a ser una negociación difícil porque los productores americanos no van a querer abrir tanto su mercado para que ingresen los productos argentinos. Y puede pasar en el caso de Argentina, pero creo que es mucho más un acuerdo que tendría una ventaja en especial para Argentina por su récord de violador de contrato de garantía de inversiones.

¿Por qué?

Un acuerdo con Estados Unidos, como es el caso de la Unión Europea, podría resultar una fuerte garantía para un proceso de inversor en especial en sectores como la energía. En algunas industrias básicas podría ser importante. Ahora, eso lo podés alcanzar sin necesidad de ir a un acuerdo de comercio. Podés tener un acuerdo sectorial o un compromiso bilateral en materia de inversiones. Pero, de nuevo, hay una restricción legal que hay que superar, que tiene que ver con nuestra participación en nuestra interacción con el Mercosur. Y después hay que ver las cuestiones más económicas.

Aparte de la voluntad política, no va a ser una negociación liviana. Si uno mira a Asia, Argentina tiene una producción más complementaria. La gran demanda para nuestros productos está en Asia, no está en Estados Unidos.

¿Crees que un tratado de libre comercio abriría mercado para productos que todavía no le hemos podido exportar?

Seguramente puede abrir mercado para algunas cuestiones. Carne, por ejemplo. A Argentina le cuesta mucho entrar por barreras, si querés, sanitarias y certificaciones. Y aparte del tema de canceles, podríamos vender un poco más de alimentos, un poco más de energía, un poco más de acero. Ahora de nuevo, es lo mismo que produce Estados Unidos. Y hoy Estados Unidos está en una posición donde lo que quiere es generar inversiones en esos sectores y potenciar su producción.

¿Y en el caso inverso?

Seguramente vamos a tener más ingresos de productos americanos, en especial en temas de tecnología, porque ellos tienen una competitividad distinta a la nuestra. Ahora, en donde nosotros somos fuertes, que es alimentos, en energía, en minería o también en tecnología, vamos a tener que ir a una negociación con ellos para poder abrir esos mercados. Obviamente, podemos recuperar el mercado de biocombustibles, hay muchas pymes que pueden, en especial en todo lo que es el ecosistema energético, donde hoy tenemos empresas como el caso de la empresa de Córdoba que exporta generadores eléctricos a Estados Unidos. O sea, seguramente vamos a encontrar nichos para poder exportar. Pero va a ser una negociación difícil porque, de nuevo, somos competitivos en materia productiva.

Suele decirse que firmar un TLC con EE.UU. podría dañar la relación de Argentina con el Mercosur o con Brasil, que es el principal socio comercial de la Argentina.

Lo primero es que no podemos firmar un acuerdo si seguimos atados, si estamos adentro del Mercosur. Si no tenemos autorización explícita de Paraguay, Brasil y Uruguay, porque el Mercosur se maneja por consenso, no podríamos negociar un acuerdo. Si vamos a negociar un acuerdo, tenemos que cambiar el estatus. El Mercosur tiene un estatus de unión aduanera, pero es una unión aduanera en los hechos totalmente imperfecta.

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¿Por qué?

Tenemos más de 40% de perforaciones en el arancel externo común, por distintas excepciones. No hay libre circulación de bienes ni de personas. Seguimos teniendo doble cobro del arancel al interior. No tenemos una aduana común entre los cuatro países. Es un híbrido que en las últimas tres décadas no ha generado grandes beneficios a sus socios. Por lo menos Argentina no ha resultado beneficiada. Uno pensaría que tendría que haber crecido el comercio interregional, y sin embargo el pico de comercio interregional lo tuvimos en los 90 y hoy tenemos entre el 10 y el 11% de comercio interregional. Eso quiere decir que nuestras exportaciones, más del 80% se hace en nuestra zona. Y a su vez hay dificultades en la circulación de bienes, hay normas técnicas que te impiden poder vender en los mercados, en especial en Brasil. Y a su vez, la agenda tradicional ha sido relanzar el Mercosur cada cinco años, tratando de negociar, crear comisiones, ver cómo avanzar.

Me da la sensación que este status quo no le sirve a la Argentina, este Mercosur no le sirve a la Argentina, tampoco le sirve a Uruguay. Quizás el que más ha sacado provecho en términos relativos es Paraguay, porque tiene una gran cantidad de inversiones argentinas y brasileras que se han hecho en los últimos años. Pero la verdad es que hoy este status quo, esta inacción que ha tenido el Mercosur en materia de negociaciones internacionales no le sirve a un país como Argentina que quiere volver a integrarse -y necesita integrarse- porque tiene cuatro grandes ecosistemas que son globales y que requieren tener una mayor penetración a nivel mundial.

El Mercosur y la Unión Europea habían alcanzado hace apenas unos meses un entendimiento para firmar un acuerdo. ¿Qué impacto puede tener en esa negociación?

Hay un entendimiento, hay que aprobarlo ahora en los parlamentos.

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¿Y Argentina podría cambiar su status en el MERCOSUR manteniendo esos entendimientos?

Lo que pasa es, si mañana Argentina hiciera un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos o con China, todos los productos que ingresen de China con arancel cero a la Argentina no pueden ingresar a Brasil, a Paraguay, a Uruguay, arancel cero. Deberían pagar el arancel externo que les corresponde. Entonces, cambiar el status va a implicar no perder las preferencias que tenés, pero sí hacer nuevos arreglos de preferencia a partir de ahora para todos los acuerdos que tengas.

¿Y cambian las condiciones que se venían negociando en todos estos años con la Unión Europea?

No, no cambiarían porque vos el acuerdo, una vez que lo firmaste y lo tenés vigente, está vigente. A partir de ahí lo que tendrías que ver es, si vas a acuerdos que den beneficios a otros países de nuevo en materia individual, tendrás que ver cómo coordinás esos arreglos.

¿Con lo cual, si Argentina lograra este visto bueno por parte del Mercosur, no necesitaría negociarse nada nuevo con la Unión Europea?

Para nada, para nada.