Buenos Aires — La petrolera GeoPark (GPKR), con casa matriz en Colombia y que tiene como principal accionista a James Park, anunció este martes la adopción por unanimidad “de un plan de derechos de los accionistas de duración limitada para proteger el valor de la empresa y de sus accionistas”.
Este plan, que en la jerga de los mercados se conoce como poison pill (píldora envenenada), busca evitar que un fondo o empresa compre más del 12% de las acciones de la compañía sin aprobación del board, y buscá darle derechos al resto de los accionistas.
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La noticia sucede luego de que el viernes se conociera la decisión de la petrolera argentina Pampa Energía de comprar el 10,17% de las acciones flotantes de Geopark, informada ante la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos, en una participación que equivale a US$32,8 millones.
Según un informe del banco de inversión Jefferies, que mantiene la posición de “compra” de GeoPark al considerar que cotiza con un descuento del valor liquidativo de alrededor del 40%, la decisión de Pampa Energía puede haber sido un primer movimiento hacia un intento de internacionalizar la compañía, pese a que informó que la compra responde únicamente a “fines de inversión”.
Pampa Energía realizó esa inversión luego de que se frustrara la adquisición de GeoPark de activos en Vaca Muerta, la formación no convencional de Argentina, que impactó en una caída de la acción de la empresa, que cotiza con ADR en Wall Street.
Ante estos sucesos, GeoPark activó el Plan de Derechos para “proteger los intereses a largo plazo de los accionistas de la empresa y maximizar el valor de su inversión”, dice un comunicado.
“El plan está diseñado para reducir la probabilidad de que cualquier accionista obtenga una influencia indebida o el control de la Compañía a través de la acumulación en el mercado abierto, sin pagar a todos los accionistas una prima de control adecuada o sin proporcionar al Consejo tiempo suficiente para tomar decisiones informadas”, agrega.
El informe que anticipó la decisión de GeoPark
El banco de inversión Jeffreys publicó el lunes un informe que anticipaba lo que finalmente hizo GeoPark con su Plan de Derechos. “GPRK tiene una estructura de capital sencilla: una clase de acciones, sin píldora venenosa, y el fundador James Park y la dirección sólo controlan el 25% de las acciones”, señalaba. De esta manera, la empresa figuraba como “un objetivo relativamente fácil, pero no nos sorprendería ver al consejo de administración de GPRK intentar construir algunas defensas en a corto plazo, en caso de que la situación se volviera hostil”. Y es lo que efectivamente pasó.
Con la compra realizada por Pampa Energía a través de la subsidiaria GASA, se convirtió en el segundo mayor accionista de GeoPark. Según Jeffreys, los activos de ambas empresas son complementarios: “Los activos de GPRK complementan bien los de Pampa. GPRK cuenta sobre todo con reservas de petróleo (98%), mientras que las de Pampa son predominantemente de gas natural, aunque el rápido desarrollo de su bloque Rincón de Aranda en Vaca Muerta debería aumentar sus reservas de petróleo en los próximos años”.
Mientras que la participación de Pampa dentro de GPKR puede ayudar a la empresa colombiana en su intento de reingreso a la Argentina. “Creemos que el fracaso de la adquisición de no convencional en Vaca Muerta por parte de GPRK ha planteado algunos interrogantes sobre el proceso de aprobación de la operación y el papel de su socio. Dada la ya considerable posición de Pampa en la cuenca y su larga relación con las autoridades y los actores energéticos locales, podríamos ver un caso para que Pampa ayude a GPRK a tratar de revivir su acuerdo de Vaca Muerta”, sostiene Jeffreys.