Bloomberg — Hay un resquicio de esperanza para Javier Milei en un juicio multimillonario de Estados Unidos por la expropiación de YPF, el principal productor de petróleo de Argentina: al menos algunos inversores consideran que el líder libertario tiene una oportunidad de poner fin por fin a una larga saga legal.
Milei, intuyen, no tiene ahora más remedio que negociar un acuerdo sobre el futuro de la estatal YPF SA con Burford Capital, una firma de litigios que representa a accionistas minoritarios afectados por la nacionalización de la empresa en 2012.
VER MÁS: Vaca Muerta: el shale argentino que Milei busca convertir en motor de su reelección
Y aunque cualquier acuerdo será seguramente doloroso para Argentina a corto plazo, Milei tiene la oportunidad de ganarse a los inversores que necesita atraer a su país ofreciéndoles el tipo de certidumbre que ansían desde hace tiempo.
“Ahora existe la posibilidad de que Milei llegue a un acuerdo muy favorable para el mercado”, dijo Paula Gándara, directora de inversiones de Adcap Asset Management en Buenos Aires. “Eso podría resultar en última instancia en un menor riesgo país y un reingreso a los mercados de capitales”.
Es una visión quizá optimista del dilema que una jueza federal estadounidense creó para Milei esta semana, cuando ordenó al gobierno argentino, falto de liquidez, que renunciara a su participación mayoritaria en YPF para ayudar a satisfacer una sentencia judicial de 16.000 millones de dólares.
Todavía corta de reservas de divisas y con la previsión de realizar más de US$4.000 millones en pagos a los tenedores de bonos internacionales la próxima semana, Argentina no puede permitirse pagar. Milei necesita la aprobación del Congreso para entregar las acciones. Y la presidenta, que se ha negado a negociar con Burford desde que asumió el cargo en 2023, planea apelar el fallo, dijo el martes en las redes sociales su portavoz, Manuel Adorni.
Los activos argentinos, incluidos los bonos soberanos y el peso, perdieron valor tras el fallo. Las acciones de YPF cotizadas en Nueva York registraron su mayor caída en un solo día desde abril y no han logrado recuperar esas pérdidas desde entonces. Mientras tanto, las acciones de Burford se dispararon tras la orden antes de recortar las ganancias del lunes.
Algunos expertos legales se mantienen escépticos, argumentando que negociar un acuerdo costoso con Burford es, en el mejor de los casos, prematuro e incluso potencialmente ilegal.
“La ley presupuestaria argentina impide al gobierno llegar a un acuerdo en ausencia de una sentencia condenatoria firme, que no es el caso aquí porque está siendo apelada”, dijo Bernardo Saravia Frías, ex procurador del Tesoro del ex presidente Mauricio Macri.
Pero los rincones alcistas del mercado esperan, no obstante, que la orden acabe forzando a Milei a sentarse a la mesa, aunque sea improbable que YPF acabe alguna vez en la cartera de Burford.
“Al final, Argentina se quedará con YPF”, dijo Jeff Grills, gestor de carteras de mercados emergentes de Aegon Asset Management. “Ahora está un paso más cerca de tener que liquidar esto”.
Incentivos del mercado
El afán de Argentina por volver a los mercados de capitales en 2026 puede suponer un importante incentivo para las conversaciones.
Funcionarios del gobierno dijeron a los inversores de renta fija a principios de este año que quieren esperar hasta que los rendimientos de los bonos soberanos se sitúen por debajo del 10% antes de explorar una venta global de deuda. El enigma legal ha amenazado esos objetivos porque la incertidumbre en torno a él corre el riesgo de afectar a cuánto tendría que pagar Argentina para pedir dinero prestado en el extranjero.
“Tener esa gran reclamación pendiendo sobre el gobierno repercutiría en el coste del capital para ellos. Tienen que terminarlo en algún momento”, dijo David Austerweil, gestor de dinero de mercados emergentes de VanEck en Nueva York. “Dado que no tienen tanto dinero, tienen que pagar con bonos”.
En la actualidad, algunos de los pagarés del país rinden entre el 10% y el 12% si se mide el rendimiento a la baja, una métrica que asume varios escenarios pero no un impago, según los datos de precios recopilados por Bloomberg.
Es plausible que el ministro de Economía, Luis Caputo, pueda apaciguar los temores de los inversores sobre la disputa de Burford diciendo “algo encantador”, incluso sin una resolución, dijo Austerweil.
Pero la política de la saga puede proporcionar otra fuerte motivación para hablar. La nacionalización de YPF se llevó a cabo bajo el mandato de la ex presidenta izquierdista Cristina Fernández de Kirchner, abanderada del establishment político peronista a la que Milei ha culpado de la letanía de males económicos de Argentina.
Estaba encabezada por el entonces ministro de Economía, Axel Kicillof, que como actual gobernador de la provincia de Buenos Aires representa una de las mayores amenazas para Milei desde la izquierda, ahora que Kirchner cumple condena en arresto domiciliario.
Antes del fallo de Burford, Milei había entrado en una racha ganadora de cara a las elecciones de mitad de mandato de octubre, que servirán de referéndum sobre sus políticas de terapia de choque: La inflación se ha ralentizado, la economía crece y el gobierno produce superávits presupuestarios primarios mensualmente.
No faltan riesgos asociados a las negociaciones, especialmente dada la necesidad de Argentina de apuntalar las reservas de divisas para cumplir los términos de su último acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.
Pero también proporcionan a Milei otra oportunidad de anotarse una victoria, dijo Gándara de Adcap, “sentándose y declarando: ‘Puedo poner fin a los problemas que he heredado’”.
Lea más en Bloomberg.com