Buenos Aires — Luis Caputo reconoce que la motosierra, emblema en este primer año y medio de gobierno de Javier Milei, no podrá sostener el ritmo de ajuste del 2024. Aunque elevó la meta de superávit primario para 2025 de 1,3% a 1,6% del PBI, el ministro de Economía reconoce que el recorte del gasto no podrá mantenerse cinco puntos porcentuales anuales. Por ello, en 2025 y en adelante, apuesta al crecimiento económico y a suprimir gastos no prioritarios, como los de aquellas áreas que no cumplan una misión esencial dentro de la estructura gubernamental o los subsidios energéticos.
Hasta el momento, el Gobierno ha confiado en un programa de estabilización económica basado en tres anclas. Entre ellas, asignan especial relevancia a la fiscal, dado que ven que los desequilibrios cambiarios y monetarios que ha sufrido la Argentina en las últimas décadas tienen su raíz en el déficit crónico que ha marcado la historia reciente del país. “No voy a entregar el déficit cero”, advirtió en más de una oportunidad Milei ante los que consideró embates contra el equilibrio de las cuentas públicas.
En el Gobierno creen que el esfuerzo fiscal realizado por Nación, piedra angular del programa económico, no estuvo acompañado por la oposición, por las provincias ni por los municipios. Desde el cambio de gestión, señaló Caputo a principios de mayo al participar del 11° Latam Economic Forum, el gasto público de la Nación bajó de 23,5% a 17% del PBI, mientras que el de las provincias apenas se redujo de 16% a 15%, y el de los municipios se mantuvo estable en 3%. Ese recorte, considera el Ejecutivo, es crucial para llevar el gasto público total a la meta de 25 puntos del PBI fijada como parte del Pacto de Mayo.
Motosierra 2025: donde recortará el Gobierno
Mientras eso ocurre, el Ejecutivo continúa posando su lupa sobre toda partida o gastos que aún vea que puede suprimir. “La motosierra sigue a toda máquina”, advirtió el martes el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger. “Es la única manera de poder bajar impuestos”, agregó antes de que su oficina diera a conocer un documento en el que destacó que el Estado había logrado un ahorro de los US$1.885 millones anuales producto del recorte de 47.925 puestos de trabajo entre diciembre de 2023 y el último mes de abril.
En un informe previo, dado a conocer en abril, la cartera del economista a quien Milei suele referirse como el “coloso” de su Gabinete había anticipado que la estrategia de recortes en el empleo público “se profundizará este año con mayores reducciones de personal y la eliminación de áreas que no cumplan una misión esencial”.
Sin embargo, ante la consulta de este medio desde la oficina de prensa del Ministerio dijeron no tener un cálculo predeterminado, sino que será parte del proceso que se está haciendo de ir área por área para evaluar funciones. Aún así, en una entrevista televisiva, Sturzenegger aseguró que reorganizarán unos 40 organismos del Estado.
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El recorte del empleo público es apenas una de las ramas que se propuso podar la motosierra de Milei. “Seguimos trabajando todos los días en lo que ha sido reducción de subsidios, y esa es una de las funciones principales de continuo recorte de gasto”, dijo el miércoles el secretario de Finanzas, Pablo Quirno a Bloomberg Línea.
En el Gobierno se trazaron como objetivo que los subsidios energéticos se reduzcan a 0,6% del producto en este 2025 desde los 0,9 puntos del año anterior. Así lo aseguró el secretario coordinador de Energía, Daniel González, al participar a fines de abril de Expo EFI.
Según datos de la consultora Economía & Energía en base a datos oficiales, los subsidios energéticos caerían así a niveles de US$4.433 millones este año, por debajo de los US$6.252 millones de 2024 y apenas una fracción respecto de los US$9.683 millones de 2023 y de los US$12.343 millones de 2022.
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Gasto público, la lupa en las últimas décadas
“Lo otro que también hay que entender es que el nivel de gasto de Nación no se puede reducir todos los años 30% en términos reales”, añadió Quirno y sumó: “Por eso que nosotros nos concentramos en generar conciencia de la necesaria reducción de gasto provincial y municipal, que está fijo desde hace 30 años”.
Sebastián Menescaldi, director asociado de Eco Go, aporta un gráfico que revela cómo evolucionó el gasto público consolidado entre 2005 y 2024. Allí puede verse que veinte años atrás, en 2005, el gasto total ascendía a 25,9 puntos del PBI, de los cuales 11,8 correspondían a Nación, 11,5 a provincias y 2,6 a municipios.

Diez años después, al cierre del segundo gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, ese gasto ya se había disparado más de 15 puntos porcentuales a 41,6 puntos del PBI, de los cuales 22,5% correspondían a Nación, 15,6% a provincias y 3,5% a municipios. Y tras ceder a 35,8% al cierre de la gestión de Mauricio Macri (17,7% Nación, 15,1% provincias y 3,1% municipios), volvió a crecer a 37,5 puntos del producto cuando Alberto Fernández dejó el poder, en diciembre de 2023.
Según los cálculos de Eco Go, en 2024 ese gasto consolidado ya había caído a 30,6 del producto, con Nación explicando 15,3 puntos (4,5 puntos menos que en 2023); provincias 12,8 (dos puntos menos) y municipios el 2,6 (0,4 puntos por debajo de 2023). “Lo que dice el Gobierno es que los municipios no pasaron la motosierra”, resume Menescaldi.
En la comparación respecto de lo que ocurría veinte años atrás, puede verse que al cierre de 2024 el gasto de Nación (15,3%) aún es 3,5 puntos porcentuales superior al de 2005; que el de provincias (12,8%) es 1,3 puntos mayor y que el de los municipios (2,6%) está en el mismo nivel que dos décadas atrás.
Pero ahora, agrega, el Ejecutivo apunta a volver a los niveles promedio de las décadas de 1960 a 1990, aunque recuerda que “en el medio tuviste las moratorias”, lo que dificulta esa tarea.
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La hora del crecimiento
Para el analista Federico Domínguez, “las partidas donde hay espacio para seguir recortando son estructura gubernamental, subsidios, seguridad social y gastos tributarios”, aunque reconoce que “empieza a ser cada vez más difícil el recorte”.
Por eso, cree que si el Gobierno logra congelar el gasto “ya es un gran paso”, dado que “solamente manteniendo el gasto constante por el crecimiento económico y el crecimiento de la recaudación, tenés los recursos para incrementar el superávit fiscal a la nueva meta que puso el Gobierno de 1,6%”. Esa misma dinámica, añadió, es la que le permitirá al oficialismo eliminar impuestos.
Para Menescaldi, alcanzar esa meta va a depender, en principio, más del ritmo de crecimiento y de la recomposición de los ingresos. Aunque advierte que “si eso no ocurre, van a tener que profundizar la motosierra”.
Pero en el Gobierno confían en que eso no será necesario. “Concluimos la etapa de la estabilización, hoy es la hora del crecimiento económico”, marcó Milei al participar de Expo EFI a fines de abril. “El eje sigue siendo el equilibrio fiscal”, agregó.
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