Buenos Aires — El ministro de Economía, Luis Caputo, anticipó que el gobierno de Javier Milei encarará una nueva etapa, que estará atravesada por la propuesta de “reformas de segunda generación”, vinculadas con lo tributario y laboral, mientras rechazó implementar una devaluación del peso argentino para que el país pueda lograr “mayor competitividad”.
A pocos días de las elecciones de medio término y en un contexto de presiones cambiarias renovadas que derivó en un rescate financiero de los Estados Unidos y su jefe de Estado Donald Trump, el titular del Palacio de Hacienda envió un mensaje al empresariado en el que rechazó que Argentina daba convalidar una nueva devaluación.
Así lo expresó en un video grabado y difundido en el Coloquio de IDEA realizado en la ciudad de Mar del Plata, en el que consideró que es “arcaico” pensar que “Argentina puede ser competitiva con una moneda débil, depreciada”.
Mientras en el sector privado crecen los interrogantes respecto de la continuidad del esquema de bandas de flotación para el dólar, el funcionario aseguró que es “fundamental” entender que “para lograr mayor competitividad” no es necesario una “devaluación”.
VER MÁS: BID busca acelerar apoyo para Argentina a partir de 2026 y apunta a infraestructura y litio
“Creemos que la forma de ganar competitividad es continuar con lo que estamos haciendo”, argumentó Caputo en su breve exposición.
Por otro lado, adelantó que la administración de La Libertad Avanza encarará una “segunda etapa” que implicará “reformas de segunda generación”, tal “como muchas veces dijo el presidente Javier Milei”.
Al hacer referencia a las propuestas que presentarán, indicó: “La reforma laboral es fundamental porque venimos de un régimen arcaico”, al tiempo que insistió en la necesidad de contar con un esquema “más ágil”.
En tanto, aseguró: “Vamos a encarar una reforma tributaria que va a implicar la eliminación de muchos impuestos y la baja de otros”. También dio a conocer que apuntará a generar “incentivos para desarrollar ahorro interno”.
VER MÁS: Elecciones, reformas y auxilio de EE.UU. marcan el pulso en los pasillos del Coloquio de IDEA