El presidente Javier Milei recortará los subsidios energéticos para todos los barrios cerrados de la región metropolitana de Buenos Aires, una medida que afectará a un sector de la clase alta de Argentina que durante años pagó solo una fracción de sus facturas de gas y electricidad.
La medida impactará a 15.500 usuarios de energía y generará un ahorro para el gobierno de unos US$2,6 millones al año, según anunció el portavoz Manuel Adorni durante su habitual conferencia de prensa del miércoles. Puerto Madero, el exclusivo barrio que funciona como extensión del distrito financiero porteño, también quedará excluido de las ayudas estatales. Aproximadamente la mitad de esos usuarios eran considerados anteriormente de bajos ingresos, y la otra mitad, de ingresos medios.
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“Que quede claro, la energía cuesta, y quien pueda pagarla debe hacerlo”, dijo Adorni. “Esta medida representa el fin de los privilegios que algunos políticos gozaban por el solo hecho de vivir en Puerto Madero o barrios privados”, añadió, en referencia al expresidente Alberto Fernández, quien, según se dice, reside en el lujoso departamento de un amigo en ese barrio.
Milei ya había eliminado una parte considerable de los subsidios energéticos destinados a los hogares de mayores ingresos. Sin embargo, las dificultades para clasificar urbanizaciones exclusivas colindantes con zonas vulnerables permitieron que algunos residentes con alto poder adquisitivo continuaran pagando tarifas subsidiadas. El Gobierno utilizó tecnología de geolocalización para implementar el cambio, según un comunicado del Ministerio de Energía. Los hogares afectados tendrán la posibilidad de apelar presentando pruebas.
A través de agresivos recortes del gasto, el Gobierno de Milei logró el año pasado el primer superávit presupuestario de Argentina desde 2009, y continúa poniendo en orden las cuentas públicas para reducir la inflación a niveles históricamente bajos. El recorte a los subsidios energéticos son clave. Desde abril pasado, el gasto real en energía se redujo un 78%, según datos del Instituto Argentino de Análisis Fiscal, una consultora especializada en el análisis presupuestario. El menor gasto en energía es el segundo mayor contribuyente al superávit, después de los recortes al gasto social, según la misma fuente.
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La medida también ofrece a Milei una oportunidad política: le permite ganar visibilidad y respaldo entre votantes de la provincia de Buenos Aires, donde se concentra la mayor parte de las urbanizaciones cerradas, de cara a las elecciones locales de septiembre. El outsider libertario llegó al poder en parte gracias a su promesa de poner fin a la “decadencia” de la que, según él, han gozado durante décadas los ricos y la clase política del país.
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