Morgan Stanley cree que Argentina necesita una moneda más débil después de las elecciones

El banco de inversión estadounidense sostiene que, independientemente de los resultados, el país deberá recalibrar el programa económico para equilibrar su balanza comercial y sumar reservas

Morgan Stanley
13 de octubre, 2025 | 05:02 PM

Buenos Aires — A pesar de que la intervención del Tesoro de los Estados Unido en el mercado cambiario argentino, para ayudar a sostener el dólar dentro de la banda, ayudó a calmar las aguas, el banco de inversión Morgan Stanley publicó un informe en el que destacó que el esquema económico argentino podría requerir algunas recalibraciones luego de los comicios del 26 de octubre.

Concretamente, el gigante de Wall Street señaló que "un marco macroeconómico sostenido requiere una moneda más débil, que elimine el déficit en cuenta corriente y permita acumular reservas de divisas". Asimismo, el reporte de Morgan Stanley considera importante que el Gobierno logre un buen resultado en las elecciones: “Cuanto más débil sea el apoyo a la continuidad de la política, menos ordenados serán los ajustes”, detalla.

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El informe fue publicado este 13 de octubre por la mañana, por lo que llega a los clientes de la entidad horas después de que el ministro de Economía, Luis Caputo, sostenga en una entrevista a LN+ que no habrá modificaciones en el esquema cambiario.

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La postura sobre las bandas

Las autoridades tienen la opción de mantener el sistema de banda cambiaria, como sugirió el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, aunque probablemente requerirá un ajuste de un paso hacia arriba para permitir una acumulación sostenible de reservas y/o compras de dólares por parte del Banco Central de la República Argentina dentro de la banda, como era la intención del Fondo Monetario Internacional (FMI) en abril”, sostiene el documento. Y advierte: “Actualmente, somos escépticos de que la banda tal como está lleve a un equilibrio de cuenta corriente".

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El estudio considera que “otra opción es dejar flotar libremente el peso argentino, incluso bajo una flotación administrada“. Y aclara que, “es probable que, independientemente del resultado electoral, el peso se deprecie, inicialmente, dadas las dinámicas actuales y la eventual disponibilidad de menores inventarios de granos para exportación”.

Descartando la dolarización

Donde sí hay coincidencia entre las palabras de Caputo y el análisis de Morgan Stanley es en la dificultad de cumplir con la promesa de campaña de Javier Milei de dolarizar la economía.

El ministro había descartado en LN+ una dolarización inmediata, al argumentar que hoy el país no cuenta con los dólares necesarios para ello. Los analistas de Morgan Stanley, en tanto, escribieron: “Sospechamos que las reservas de divisas son demasiado bajas para dolarizar todos los pesos en circulación y ofrecer al nuevo sistema financiero garantías sólidas. Estimamos que el país necesitaría entre US$21.000 y US$86.000 millones para intentar la dolarización, dependiendo del tipo de cambio y del coeficiente elegido".

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Independientemente de la cantidad de dinero necesaria, el informe afirma que “la dolarización también requiere reformas estructurales y amplio apoyo político para aprobar la legislación necesaria, si la intención es demostrar que el sistema está diseñado para durar".

Los tres escenarios electorales que ve Morgan Stanley

Morgan Stanley planteó tres posibles escenarios económicos para Argentina tras las elecciones de medio término, con foco en cómo podrían reaccionar los mercados y la política cambiaria según el desempeño electoral de La Libertad Avanza (LLA) y Unión por la Patria (UxP).

El banco de inversión parte de la hipótesis de que UxP lograría alrededor del 35% de los votos a nivel nacional, mientras que el apoyo a LLA podría ubicarse entre el 25% y el 40%, según el rango que marcan las encuestas más recientes. De ese modo, la fuerza oficialista podría pasar de sus actuales 40 bancas en Diputados a entre 65 y 90, dependiendo del nivel de respaldo.

  • Escenario 1: LLA arriba de UxP (35% a 40% de los votos)

En este escenario, Morgan Stanley considera que las políticas económicas serían más viables. El Gobierno podría avanzar hacia un régimen de tipo de cambio flotante una vez que se definan los parámetros del paquete de asistencia de Estados Unidos. Un buen resultado electoral ayudaría a contener la salida de dólares, aunque el ingreso de divisas seguiría limitado hasta que el tipo de cambio incentive a los exportadores de granos a vender sus existencias o la próxima cosecha de trigo.

Según el banco, un ajuste cambiario relativamente ordenado ubicaría al dólar oficial en torno a los 1.700 pesos, nivel que permitiría equilibrar la cuenta corriente, siempre que el clima y los rindes agrícolas sean normales. El Banco Central podría poner en marcha un programa de acumulación de reservas, siguiendo las recomendaciones del FMI, y con el apoyo estadounidense Argentina podría recuperar el acceso al mercado hacia junio de 2026.

El crecimiento rondaría el 2,5% en 2026 y 2% en los años siguientes, con una inflación que tardaría más de un año en bajar a un solo dígito. La disciplina fiscal se mantendría, con superávits primarios suficientes para pagar los intereses de la deuda. El Gobierno, además, lograría avances en reformas estructurales —primero laboral, luego impositiva y previsional— con ayuda de alianzas legislativas.

  • Escenario 2: LLA pierde por poco (30% a 35% de los votos)

Si LLA queda apenas detrás de UxP, Morgan Stanley prevé un tipo de cambio más débil para compensar la mayor incertidumbre política. Habría cierto avance en la agenda de reformas, pero con resistencias que llevarían a versiones atenuadas de los proyectos. En ese contexto, el dólar podría estabilizarse entre 1.800 y 2.000 pesos, suficiente para generar un leve superávit de cuenta corriente (alrededor del 0,5% del PBI), pese a una menor entrada de capitales.

La incertidumbre afectaría la inversión extranjera directa, con empresas cautelosas ante las elecciones de 2027 y la sostenibilidad de las políticas. Un peso más débil implicaría una desaceleración más lenta de la inflación y tasas de interés más altas, aunque con un traspaso cambiario menor al habitual en Argentina. El ajuste fiscal se mantendría, aunque con menor intensidad.

  • Escenario 3: LLA queda muy detrás (25% a 30% de los votos)

En el caso de una derrota clara para el oficialismo, con una diferencia de al menos 10 puntos, Morgan Stanley anticipa un ajuste desordenado, con un tipo de cambio que debería sobre-reaccionar ante la debilidad política del Gobierno. Un dólar por encima de los 2.000 pesos sería plausible. En este escenario, la agenda de reformas se frenaría, la inflación y las tasas permanecerían elevadas y la actividad económica se debilitaría.

La inversión extranjera se concentraría en sectores como petróleo, gas y minería, pero con efectos limitados sobre el resto de la economía.

En síntesis, Morgan Stanley señala que el rumbo de la política económica después de las elecciones dependerá de la magnitud del apoyo a la continuidad del programa actual. Con menos respaldo, el ajuste será inevitable —y, probablemente, más desordenado— para estabilizar las cuentas externas y reconstruir las reservas del Banco Central.

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