Buenos Aires — Con un consumo que exhibe comportamientos dispares, el sector privado argentino decidió poner en marcha un nuevo programa de financiación ante la finalización del plan oficial “Cuota Simple”, el cual permite realizar compras en tres y seis cuotas fijas mensuales.
La iniciativa del gobierno de Javier Milei terminará el 30 de junio y con la intención de dar impulso a las ventas, será lanzada la nueva opción, que estará dirigida a las pymes que cuenten con su certificado vigente.
El último informe de consumo de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) mostró un avance de 1,5% en la comparación interanual, implicando una baja desestacionalizada de 0,4% frente a abril.
En ese escenario, la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) decidió avanzar en la opción “por la necesidad” de las firmas del sector “de contar con un sistema de financiamiento en cuotas con tasas competitivas y de bajo costo para los comercios minoristas”.
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Así lo manifestó en un comunicado en el que explica que el nuevo programa, que tendrá alianza con la empresa Payway, contará con tres o seis cuotas con tasas promocionales, contemplará los mismos rubros de Cuota Simple e incorporará productos importados. Asimismo, aclaró que las cuotas no tendrán un tope de financiación.
“Es fundamental para el pequeño y mediano comerciante contar con financiamiento en cuotas con baja carga de intereses para ganar competitividad frente a las promociones y las ofertas de las grandes superficies. Continuarán las cuotas para los comercios minoristas pymes de todo el país”, remarcó el presidente de CAME, Ricardo Diab.
A partir de julio, los comercios que ya operan con Cuota Simple con Payway accederán automáticamente al programa Cuotas MiPyME y tendrán las mismas opciones de financiación.
Qué rubros están incluidos en el nuevo programa de cuotas
Según la información oficial, estarán alcanzados los segmentos de indumentaria y calzado; línea blanca, con electrodomésticos grandes como heladeras, lavarropas, pero también pequeños como tostadoras y licuadoras.
A su vez, el nuevo programa incluye muebles y colchones; bicicletas y motos; materiales y herramientas para la construcción; equipamiento médico; servicios de cuidado personal; turismo; servicios de instalación de alarmas; servicios de organización de eventos; libros y artículos de librería; espectáculos y eventos culturales; teléfonos celulares con tecnología 4G y 5G; computadoras, notebooks y tablets; anteojos y lentes de contacto y artefactos de iluminación.
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La lista también abarca instrumentos musicales; juguetes; maquinaria y herramientas; neumáticos, accesorios y repuestos; servicios educativos y reparación; kit para la conexión a servicios de agua y cloacas, así como conexión a servicios de internet satelital y seguridad electrónica.
Inflación, salarios y consumo
“En este nuevo escenario económico, en el que la inflación comienza a desacelerarse, pero sin una recomposición clara del poder adquisitivo, las paritarias empiezan a jugar un rol distinto al que venían teniendo en los últimos años”, evaluó Damián Di Pace Director de la Consultora Focus Market.

De ese modo, subrayó: “Tradicionalmente, utilizadas como mecanismo de defensa frente a la escalada de precios, hoy aparecen tensionadas entre su función histórica de recomposición y el nuevo objetivo del Gobierno: transformarlas en un ancla inflacionaria”.
“La pauta oficial de aumentos salariales del 1% mensual quedó desfasada rápidamente ante una inflación que, aunque desacelerándose, sigue en niveles altos. La tensión con los gremios por paritarias libres se mantendrá como un foco de conflicto en los próximos meses, especialmente si la desaceleración de precios no se traduce en una mejora más sostenida del poder adquisitivo”, pronosticó.
En ese sentido, puntualizó: “El desafío hacia adelante será, entonces, sostener la desinflación sin seguir licuando ingresos y permitir una recuperación real del salario sin comprometer la estabilidad alcanzada. Si la macro ya está encaminada, se debería empezar a pensar qué hacer con la micro”.
“La baja de la inflación no es suficiente para reactivar el consumo. El comportamiento del consumidor muestra que el daño al poder adquisitivo fue profundo, y que el miedo ya no es a que suba el precio, sino a no administrar el ingreso para llegar a fin de mes”, remarcó.
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Por otro lado, de acuerdo con un reporte de la consultora Moiguer, el 50% de la población encuestada sostuvo que no llega a fin de mes, al tiempo que el 30% aseguró resignar consumos para el pago de servicios.
Al segundo trimestre, la pirámide social delineada por el reporte manifestó que el 50% de los argentinos vive ARS$1.120.600 o menos.