Buenos Aires — Para el CEO local de Glencore, Martín Pérez de Solay, Argentina es la respuesta a la demanda global del cobre. “No es una locura pensar que el país produzca un millón de toneladas de cobre al 2035, que serían US$10.000 millones de exportaciones”, dijo el empresario, en el marco de un evento organizado por Valo Banco de Valores.
Glencore, con casa matriz en Suiza y que cotiza en la bolsa de Londres, es una de las mayores comercializadoras y productoras de metales y commodities del mundo. Y en Argentina desarrolla los proyectos El Pachón en San Juan y Mara en Catamarca, ambos en exploración avanzada.
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“Hay muchas dudas sobre un montón de commodities, nadie tiene dudas que la demanda de electrificación va a incrementar la demanda de cobre. Habrá movimientos de precios relativos, pero la demanda de cobre crece mucho y no ha habido un gran crecimiento de oferta de cobre”, explicó el ex Allkem, para asegurar que “hoy Argentina es la gran respuesta a la necesidad global del conbre.

Según el último informe de la International Energy Agency (IEA), la demanda mundial de cobre refinado (excluyendo la chatarra de uso directo) fue de casi 27 millones de toneladas (MT) en 2024 y crece hasta alcanzar casi 33 MT en 2035 y 37 MT en 2050, impulsadas por la construcción y redes eléctricas. Del otro lado, la oferta mundial de extracción de cobre alcanzó los 22,8 Mt en 2024, mientras que sobre la base de la cartera de proyectos de minería de cobre existentes y anunciados, “se prevé un déficit de suministro del 30% para 2035”, agrega el informe.
El millón de toneladas que proyecta Pérez de Solay, “es la mitad de los siete u ocho proyectos más grandes que hoy están arriba de la mesa”. “Hoy esos seis, siete proyectos que están en construcción durante los próximos siete años pueden entrar en producción”, agregó.
Para que eso suceda, según el empresario fue clave el impulso del Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI), la gran respuesta del Gobierno. “El RIGI permite resolver ese problema de intertemporalidad y a la vez pone a Argentina en una igualdad de condiciones respecto de Chile y Perú para atraer inversiones en cobre”. Chile produjo en 2024 5,3 millones de toneladas y Perú 2,6 millones.
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Ese millón de toneladas implicaría inversiones, en siete años, por US$30.000 millones, dijo Pérez de Solay, y sostuvo que “el 60% o 70% de nuestra inversión queda en Argentina, en movimiento de suelos, en fundaciones enterradas, en trabajo local”.
Destacó también el interés de otras de las grandes mineras del mundo en el país, como el caso de BHP y Rio Tinto, ambas con intereses en el cobre argentino. BHP a través de Vicuña, el joint venture conformado con Lundin Mining para el desarrollo de los proyectos Josemaría y Filo del Sol. Mientras que la principal apuesta de Rio Tinto hoy está en el litio de Argentina, pero desarrolla proyectos de cobre a través de subsidiarias.
El CEO global de BHP, Mike Henry, está en Argentina, en otra demostración del interés de la minera australiana-británica por el potencial del país.