Buenos Aires — El Banco Central argentino (BCRA) dispuso en su última reunión de Directorio elevar, a partir del 1 de agosto, del 20% al 30% el porcentaje de encaje obligatorio sobre los depósitos a la vista en pesos provenientes de fondos comunes de inversión tipo money market y de operaciones de caución bursátil. La medida, explicó el presidente del BCRA, Santiago Bausili, apunta a corregir un esquema distorsionado que heredó la actual gestión.
A través de un informe, la firma financiera Wise analizó que la determinación forma parte de un proceso de reordenamiento gradual del régimen de encajes, con el objetivo de homogeneizar las exigencias sin discriminar entre tipos de depositantes. Además, el estudio destaca que la medida “busca desalentar las fuentes de liquidez más volátiles que encarecen el financiamiento al sector privado".
Con este ajuste, el BCRA también procura reforzar la estabilidad del sistema y limitar los riesgos asociados a movimientos bruscos de fondos especulativos.
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La explicación de Santiago Bausili
Bausili afirmó el jueves, al participar del streaming Las Tres anclas, que esta decisión forma parte de la eliminación de medidas “subsidiadas” para los fondos money-market. Y resaltó: “Nosotros heredamos un sistema de encajes súper distorsionado”.
“Venimos normalizando la disparidad que hay en encajes: el componente de efectivo de los encajes a una persona jurídica es del 36% y el de los fondos comunes era cero y lo venimos subiendo, pero hay que hacerlo con cuidado”, detalló.
Como señaló Bausili, previo a esta medida, el resto de las cuentas a la vista tenía un encaje de 36%, si se considera la porción de encajes remunerados (45% sin considerarlos), mientras que las cuentas remuneradas y plazo fijo precancelables de fondos comunes de inversión tenían un encaje que pasó de cero a 20% (subiendo ahora a 30%). El presidente de la autoridad monetaria incluso anticipó que la nueva brecha de 30%/36% también irá cerrándose.
“Cuando ponés dinero en un fondo común de inversión money market, el fondo común lo que hace es darse vuelta y depositar en bancos y los bancos le pagan una tasa de interés. Ahora bien, una vez que recibía el dinero el banco tendría que hacer un encaje, pero en este caso era cero de encaje. Pero para las empresas sí había encajes, por lo que al money market se le podía pagar una tasa de interés más alta por el mismo depósito", explicó Bausili.
Según el titular del Central, una distorsión generada por esas cuestiones era que una empresa podía preferir depositar el dinero a través de un FCI en vez de ir directo al banco, generando intermediación.
El objetivo, explicó, es reducir la intermediación innecesaria dentro del sistema financiero y eliminar una fuente de ineficiencia que genera costos.
Según destaca un informe del bróker Max Capital, el Gobierno espera que parte de esos fondos regresen a los bancos, principalmente a plazos fijos, pero también parcialmente a cuentas a la vista, dado que buena parte del dinero tenía un uso transaccional. En ese caso, la meta del m2 del BCRA crecería sin implicancias inflacionarias ni cambiarias, dado que ese dinero ya se utilizaba como vehículo transaccional.
Administración de liquidez con el final de las LeFi
Las Letras Fiscales de Liquidez (LeFi) fueron desactivadas formalmente el 10 de julio, un mes después del anuncio. Hasta ese momento, las LeFi eran utilizadas para absorber diariamente la liquidez excedente del sistema.
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Ante este escenario, Bausili dijo que el desarme de la LeFi se realizó de acuerdo al escenario que habían anticipado (en donde los bancos esperaron hasta último momento para resolver que hacer con el exceso de liquidez). También señaló que habían calculado un excedente de liquidez luego del desarme de las LeFis era de ARS$4,4 billones (el 10 de julio salieron al mercado ARS$10 billones y que ARS$5,3 encontrarían demanda), y que, por eso, el Tesoro salió a colocar deuda para absorber esa liquidez.
El presidente del BCRA apuntó estos cambios tienden a reducir el costo fiscal de remunerar pasivamente saldos ociosos, y también a fortalecer los incentivos para una mejor gestión de la liquidez en todo el sistema financiero. “Ahora la liquidez tiene un precio”, subrayó.
“Todos los bancos, todos los días, al final del día, les sobraban pesos”, indicó Bausili. “Además de sobrar, esos pesos se remuneraban. Hasta el final de las LeFi, los bancos no tenían que hacer mucho. A las 20, el BCRA hacía un barrido. Lo que había en las cuentas, el BCRA se lo llevaba y a las 8 de la mañana del día siguiente se los acreditaba de nuevo con el interés del día”.
Al respecto, Bausili continuó: “Cuando el Estado remunera todos los saldos todas las noches, es un costo para el Estado. En el extremo, es hasta un subsidio. En vez de que el banco esté mostrando su liquidez de forma eficiente, podés ser súper ineficiente, total alguien te lo paga. Ahora vas a tener que ganar un retorno según qué tan eficiente seas”, indicó.