Buenos Aires — Argentina tiene las mejores métricas macro de Latinoamérica, y su elevado riesgo país -que practicamente duplica al promedio de la región- responde únicamente a su historial de defaults, argumentó este jueves por la noche el economista Ricardo Arriazu, uno de los más escuchados por el Gobierno de Javier Milei. En ese contexto, sostener el esquema cambiario actual y ganar la pulseada contra quienes especularon con una devaluación post-electoral será clave para consolidar la confianza del mercado.
Para Arriazu, el dólar no bajó tanto como se esperaba tras el triunfo contundente de La Libertad Avanza en las elecciones legislativas del domingo 26 de octubre porque “todo el mundo está diciendo que este es el momento para aprovechar, para cambiar el sistema y devaluar”. La resistencia del tipo de cambio a caer, pese a la mejora del riesgo país, que cayó de 1.100 a aproximadamente 650 puntos y la suba de las acciones, responde a que agentes del mercado creen que el dólar va a subir y por eso se quedan con los dólares en lugar de venderlos.
Este viernes, el dólar oficial mayorista abrió en ARS$1.438, a 4% de la banda superior de intervención cambiaria del Banco Central (BCRA).
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Arriazu realizó estas declaraciones durante el lanzamiento de Lantia Capital, un multi-family office (MFO) con sede en Buenos Aires, fundado por Bautista Vassolo y Laura Fernícola. En su presentación, el titular de la consultora Arriazu Macroanalistas fue categórico: “Es fundamental que caiga y que el que especuló en contra pierda, de tal manera que la próxima vez piense antes de especular”.
Para el economista, Argentina debe lograr un cambio estructural en el comportamiento del mercado. El desafío es romper la inercia de los argentinos que compran dólares automáticamente “por las dudas”, anticipándose a devaluaciones que terminan profetizándose a sí mismas. Si el Gobierno logra que quienes apostaron contra el peso pierdan dinero esta vez, enviará una señal clara al mercado: especular contra la moneda local tiene costos. Solo así, argumentó Arriazu, se puede quebrar el círculo vicioso de crisis cambiarias.
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Sin embargo, el economista no eximió al Gobierno de responsabilidades. Arriazu señaló que el equipo económico cometió “un montón de errores” en los últimos meses que complicaron innecesariamente el panorama. Entre ellos, mencionó la decisión de comprar US$1.500 millones en junio, cuando el dólar típicamente sube por el cobro del aguinaldo y el turismo, y el cambio del esquema monetario en julio que dejó ARS$10 billones libres en el mercado y desplomó la tasa de interés. “¿Qué pasa cuando el dólar está subiendo y la tasa de interés bajando?”, cuestionó.
Riesgo país bajo 500 puntos abrirá el mercado de capitales
Pese a los tropiezos, Arriazu proyectó que el riesgo país caerá por debajo de 500 puntos y que en ese momento el Gobierno podrá acceder al mercado de capitales. “Hay unos cuantos que están acá tomando nota”, señaló en referencia a los inversores presentes en el evento. Para el año que viene, calculó que el clima será mejor y que si se da vuelta el mercado cambiario “claramente la economía se expande”.
El economista estimó que las exportaciones podrían duplicarse si todo anda bien, impulsadas principalmente por el sector energético. Según sus proyecciones, el sector pasará de un déficit de US$5.000 millones en 2022 a un superávit de casi US$40.000 millones en 2030, producto de las inversiones en Vaca Muerta, los gasoductos, las plantas de GNL y los proyectos mineros bajo el RIGI.
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Sin embargo, advirtió que el éxito no está garantizado. “Argentina es el país de las oportunidades perdidas. Siempre hemos tenido las oportunidades por la falta de sentido común tan grande. Entonces, ahora tenemos una nueva oportunidad más grande que nuestras oportunidades. Pero si no la aprovechamos...” El economista dejó la frase sin terminar, un recordatorio de los riesgos que aún acechan a la economía argentina.
Riesgo país duplica al de la región por historial de defaults
Durante su exposición, Arriazu destacó que Argentina tiene “por lejos” los mejores números macroeconómicos de la región. El problema, señaló, es que “la gente no cree” por el historial del país. “Argentina defaulteó nueve veces su deuda, una vez cantando el himno nacional, y hay gente diciendo que hay que defaultear de vuelta. Mientras no dejemos de ser estafadores, vamos a tener la duda”, sentenció.
Esta desconfianza se refleja en el riesgo país argentino, que es en promedio tres veces el de Latinoamérica y 10 veces el de Uruguay, pese a que Argentina tiene “números macro mucho mejores”. El economista explicó que “nadie confía que vayamos a pagar” la deuda, pese a que el país tiene “una de las deudas más bajas del mundo”.
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Según los cálculos de Arriazu, la deuda total es 62% del PBI, pero si se excluye la que tiene el propio sector público queda en 40%, y si se resta la de organismos internacionales se reduce a apenas 19% del PBI. “Una de las deudas más bajas del mundo”, reiteró. “¿Por qué la gente dice ‘cómo vas a pagar’? Porque no fueron estafadores. Entonces, a la Argentina le dicen ‘show me the money’”.
Años sin crecimiento por crisis cambiarias
El economista recordó que desde los años 80, Argentina tuvo 20 años de crecimiento negativo, todos asociados a crisis de balanza de pagos donde la gente por miedo saca capital y vende pesos para comprar dólares. “Solamente eliminando los años negativos, Argentina duplica su tasa de crecimiento”, enfatizó.
Arriazu reconoció que el Gobierno podía ganar la pulseada cambiaria “con el agua hasta acá” pero que definitivamente valía la pena intentarlo. “Si no gana esta pulseada el gobierno, vamos a tener una corrida el año que viene, otra corrida el otro año, van a estar permanentemente presionando”, advirtió. Sin embargo, destacó que “en el medio llegó la caballería”, en referencia al acuerdo de swap con Estados Unidos que cambió radicalmente el escenario.
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Swap de US$20.000 millones versus US$2.100 millones del Tequila
La “caballería” estadounidense resultó decisiva según el análisis de Arriazu. El swap con Estados Unidos, a diferencia del que tiene Argentina con China que es “contable”, permite usar los dólares “cuando quiera para lo que quiera”. “Si quiere para pagar deuda lo usa para pagar deuda. Si quiere lo usa para intervenir en el mercado cambiario. Pero además Estados Unidos interviene directamente en los mercados”, detalló.
El economista comparó este apoyo con el paquete de ayuda de US$1.000 millones que recibió Argentina en 1995 tras la crisis del Tequila, que en dólares de hoy serían US$2.100 millones. “Esta vez me dieron US$20.000 millones”, destacó. Además, el anuncio fue inmediato a diferencia de 1995 cuando entre el anuncio en marzo y la implementación en mayo se perdieron US$5.000 millones en reservas.
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Bandas cambiarias frenaron actividad y elevaron inflación a 28%
Arriazu volvió a arremeter contra el esquema de bandas cambiarias implementado por el Gobierno tras el acuerdo con el FMI en abril de este año. El economista se definió como “completamente enemigo de las bandas” y recordó que ya había advertido sobre esta posibilidad meses antes.
Previo al acuerdo con el organismo internacional, Arriazu había planteado cuatro escenarios posibles para el esquema cambiario. Consideraba que reducir el ritmo de devaluación al 0,5% mensual era la opción más favorable. También mencionaba la continuidad del crawling peg del 1% mensual y descartaba de plano una devaluación abrupta. Respecto a la flotación con bandas cambiarias —que finalmente se adoptó— había advertido que “mientras el dólar sea unidad de cuenta, no se puede flotar, porque cualquier movimiento del tipo de cambio causa un problema”.
Los números le dieron la razón. “Entre noviembre y febrero, el riesgo país cayó de 2.300 a 600, la economía creció a un ritmo del 11%, compraron US$25.000 millones de reservas y la inflación cayó como un plomo”, enumeró.
En contraste, desde que pusieron la banda “no compraron un dólar, se paralizó la actividad económica, subió el riesgo país y la inflación, en el mejor de los casos, la calculo en 28%”. “Que alguien me explique dónde está la ventaja porque yo no la puedo entender”, expresó.
El economista explicó que Argentina es un país bimonetario donde “el peso lo usamos puramente para pequeñas transacciones, para pagar impuestos y salarios, y todo el resto lo hacemos en dólares”. Esta característica hace que la economía funcione de manera diferente a lo que enseñan en las universidades. “Yo en todos lados me defino como el gallego de contramano por libertad, porque estoy en contra de todos mis colegas en este tema”, afirmó.
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Argentina, segundo país con más devaluaciones detrás del Congo
Arriazu dedicó parte de su presentación a desmontar el argumento de quienes piden una devaluación. “Argentina es el segundo país del mundo con mayor devaluación acumulada. El primero es el Congo. Alguno de los dos somos una maravilla económica”, ironizó. “Devaluar no cambia nada”, sentenció.
El economista utilizó una analogía para explicar su punto: “Es como el petiso que mide 1,50 y pide que le devalúen el metro. Entonces va a medir 3 metros porque el que medía 2, mide 4. Tendría que haber pedido una hormona de crecimiento”. En la economía, agregó, “la hormona de crecimiento es bajarme el costo argentino, bajarme todas las cosas que me hacen no competitivo”.
Arriazu mostró datos empíricos que demuestran que cada vez que Argentina devaluó, la actividad económica cayó, las importaciones se desplomaron pero las exportaciones no cambiaron. “Una devaluación es un impuesto. ¿Qué le hace al valor de los pesos que ustedes tienen? Los bajan. Ustedes tienen menos plata, gastan menos”, explicó. El economista aclaró que hizo un trabajo sobre 180 países y el resultado es “exactamente lo mismo”.
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Argentinos compraron más de US$17.000 millones desde apertura del cepo
Uno de los factores que explica la presión sobre el tipo de cambio es la masiva compra de dólares por parte de los argentinos. Arriazu detalló que en abril compraron más de US$2.000 millones, en mayo más de US$3.000 millones, en junio más de US$4.000 millones, en julio más de US$5.000 millones, y proyectó que septiembre sería superior a US$5.000 millones. “La gente para comprar dólares necesita pesos. Si yo no emito pesos, ¿qué pasa a la cantidad de pesos en la economía? Cae. Entonces, ¿qué le pasa a la tasa de interés? Fue por las nubes”, explicó.
El economista consideró que esto explica buena parte de las tensiones en el mercado cambiario. Sin embargo, confía en que “si todo se mantiene calmo, esto se debe dar vuelta. Y cuando esto se dé vuelta, se acabó. Todo lo que hemos estado sufriendo se da vuelta”. “En cuanto se dé vuelta, es instantáneo. Así como fue instantánea la caída, es instantánea la suba”, proyectó.
Milei logró el tercio en ambas cámaras y cambió su estrategia política
Antes de las elecciones, Arriazu había planteado que Milei debía conseguir al menos un tercio en alguna de las cámaras para no convertirse en un “pato rengo”. El resultado superó las expectativas: “Consiguió el tercio en las dos cámaras, no consiguió mayoría, por suerte, pero ahora está obligado a negociar”, señaló. El economista destacó el cambio de estrategia política del Gobierno: “Milei con traje y sin un grito y sin un insulto. Hoy están todos reunidos con los gobernadores. Es un cambio de política”.









