Buenos Aires — El Gobierno de Javier Milei tiene un colchón ‘adicional’ de pesos para remonetizar la economía al que muestra en cuenta del Banco Central. Tras las dudas que surgieron entre economistas privados respecto de los pesos con los que contaba el Tesoro para ese fin tras la última licitación de deuda, en la que no cubrió vencimientos, el equipo económico inyectó pesos en esa cuenta y anticipó que tiene fondos adicionales para seguir alimentándola luego de que los montos que mantiene allí cayeran a fin de enero al nivel más bajo desde mayo.
El jueves 13 de febrero, último dato oficial disponible, los depósitos del Gobierno en pesos en cuenta del BCRA subieron ARS$2,2 billones hasta alcanzar los ARS$6,47 billones. Crecieron a pesar de que el día anterior la Secretaría de Finanzas había adjudicado ARS$5,2 billones ante vencimientos por unos ARS$6,6 billones, lo que generó la expectativa de que ese stock –que llegó a superar los ARS$16 billones en diversos momentos del tercer trimestre de 2024–, retrocedería a la zona de ARS$2,85 billones.
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Esa expectativa, sumada a que el oficialismo volvió a plantear la posibilidad de que se inicie lo que bautizaron como el ‘punto Anker’, en el que los bancos opten por no suscribir a títulos del Tesoro para priorizar el crédito privado, encendió interrogantes entre analistas. En especial ante la decisión del oficialismo de limitar la cantidad de pesos en la economía a ARS$47,7 billones, nivel que tenía la base monetaria amplia a fines de abril.
Esta última barrera anunciada con la puesta en marcha de la fase dos del programa de estabilización económica, interpretaron los analistas de la consultora 1816, una de las más influyentes del mercado, podía significar que el equipo económico contaba solo con ARS$2,85 billones para remonetizar la economía en el supuesto de que los bancos mantuvieran sus tenencias actuales en LeFi.
Dicha fuente potencial de expansión, producto de la combinación de un proceso virtuoso de mayor demanda de dinero por expansión económica y baja de la nominalidad con una meta de Base Monetaria Amplia fija en términos nominales, lucía limitada dado que equivalía a un 9% de la base monetaria en momentos en los que la demanda de dinero continúa recuperándose, señalaron.
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Pero contrariamente a lo que esperaban analistas privados, los depósitos en pesos subieron el jueves (aunque habrían vuelto a retroceder ARS$1,6 billones el viernes, a la zona de ARS$4,9 billones, producto de la licitación) desde el equipo económico dejaron entrever que ese nivel de liquidez para remonetizar la economía es cercano a los ARS$10 billones. Así lo expresó el jueves el director del BCRA Federico Furiase en redes sociales. “Los ARS$10 billones de colchón en pesos del Tesoro (además del colchón en dólares) permiten abastecer la demanda de dinero y crédito, dada la fijación de la base monetaria amplia, aceitando la recuperación de la actividad económica, mientras el Tesoro cancela deuda”, señaló.
Clave lo que marca el querido Feli.
— Federico Furiase (@FedericoFuriase) February 13, 2025
La acumulación de reservas en $ y USD del Tesoro producto del sup. fiscal y el excedente de las licitaciones de $ (a tasas descendentes y con extensión de duration) es un pilar central de la estrategia financiera del programa de estabilización.… https://t.co/EyGgd6scpF
La diferencia entre esos ARS$10 billones y las tenencias del Tesoro tiene en cuenta del BCRA, interpretaron los economistas Sebastián Menescaldi, de Eco Go, y Francisco Ballester, de Fundación Ecosur, surgiría de los depósitos en pesos que tiene el Tesoro en cuenta del Banco Nación (BNA).
“La cuenta del BCRA, el gobierno la usa para las operaciones de deuda. Ahí recibe las colocaciones de deuda y de ahí paga intereses y amortizaciones. Pero los fondos para todo el gasto primario los tiene en BNA”, explica Ballester. De esa cuenta, ejemplifica, salen los fondos que utiliza el Gobierno para pagos de salarios, pagos a proveedores y el normal funcionamiento del Estado.
De ese monto, agrega el director de análisis económico de la consultora fundada por el expresidente del Banco Central Guido Sandleris, parte los tiene en depósitos a cuenta corriente (a remuneración cero) y parte en plazo fijo.
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Consultado al respecto, Menescaldi interpretó que el equipo económico pasaría parte de los depósitos que tiene en el Banco Nación al BCRA, lo que podría provocar una baja en el stock de LeFI.
Al referirse al proceso de desaceleración de la inflación que viene llevando adelante el Gobierno, Menescaldi planteó que una de las dudas que surgen para que se pueda seguir consolidando la desinflación y sostener el proceso de crecimiento económico basado en el crédito hasta las elecciones surge de los límites de la formulación de la estrategia monetaria con una base monetaria amplia fija.
Para el economista, el interrogante hacia adelante es si se podrá seguir reduciendo la nominalidad de la tasa de interés, dada la reducción de la liquidez en pesos de la economía, y sostener el proceso de crecimiento del crédito. “Hasta ahora esto había sido posible principalmente a partir del punto Anker. Las entidades financieras han reducido en casi ARS$6 billones su posición de la deuda del Gobierno, que ha sido financiado por los depósitos públicos en el BCRA (que también fueron utilizados para la compra de dólares de los pagos externos de la deuda)”, escribió al analizar la dinámica en redes sociales.
Pero ahora, planteó que “esta capacidad de expansión sin perjudicar la tasa de interés se ve reducida si no se cambia la regla de la oferta de la base monetaria amplia fija en ARS$47,7 billones.
“En el corto plazo, autoridades económicas especificaron que los depósitos en el BCRA serían fortalecidos con los depósitos públicos que están en el sistema financiero ($10 billones según las autoridades), de los cuales el 40% estaría en depósitos a plazo fijo. A cambio se verían reducidas las tenencias de las LEFI del BNA”, anticipó.
Asimismo, analizó que “queda la posibilidad de realizar cambios en los encajes o eventualmente canjear las LEFI de las entidades públicas por Lecaps, para poder seguir ganando mayor holgura sin impactar negativamente en la expansión y en la tasa de interés”.
Para Menescaldi, “también existe la posibilidad de volver a cambiar la regla monetaria”, dado que desde su definición ha mutado desde 9,1% del PIB a ARS$47,7 billones de valor constante de abril de 2024 y finalmente a ARS$47,7 billones corrientes. “La misma ha sido enunciada para mostrar un compromiso monetario para reducir la nominalidad de la economía”, recordó el economista antes de marcar también que “el Gobierno ha mostrado que es pragmático”.
Esto último, analizó, “le permitiría darle algo de aire al programa monetario sin impactar negativamente en la estrategia de desinflación ni en el programa financiero del Gobierno”.
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