Bloomberg — Buenos Aires parece atemporal con su arquitectura parisina en el centro, sus calles adoquinadas y su mar de cafés abarrotados. Su encanto de postal, sin embargo, siempre ha tenido una contrapartida arcaica: el dinero en efectivo.
Uno de los bastiones más resistentes del uso del efectivo en Argentina han sido las propinas en restaurantes y bares. Dar propina con una tarjeta de débito es legal hasta un 15%, pero en la práctica esa opción rara vez se ofrece. Como consecuencia, los clientes -especialmente los turistas- llevan fajos de billetes a la cena, por lo que los montones de pesos sólo para la propina son una imagen habitual, dado que el billete de mayor denominación del país era hasta hace poco de sólo AR$2.000 (alrededor de US$1,50).
Pero las propinas por fin se están digitalizando en Argentina, gracias tanto a un auge de la tecnología financiera como a una nota a pie de página en el plan de “terapia de choque” del Presidente Javier Milei para sanear la economía.
Ver más: Fintech argentina fundada por un ex Santander obtiene una ronda de financiación de serie A
La unidad de pagos del gigante del comercio electrónico MercadoLibre Inc., Mercado Pago, ha diseñado una nueva función en su aplicación de uso generalizado específica para las propinas. El cambio refleja cómo la fintech se ha integrado en una Argentina con un gran peso del efectivo, que contaba con 312 empresas del sector el año pasado, frente a las 72 de 2017, según un informe del Banco Interamericano de Desarrollo.
La última actualización de la aplicación -que sólo está disponible para los residentes argentinos- se basa en una tendencia creciente, aunque desigual, de algunos camareros que dan a los clientes su alias personal de Mercado Pago para las propinas, del mismo modo que los estadounidenses utilizan Venmo o Zelle.
Ver más: Por qué crecen las empresas fintech en Argentina, pese a la volatilidad
“La difusión de los pagos digitales y la disminución del uso de efectivo comenzaron a impactar negativamente en la cantidad de propinas que recibían los camareros”, dijo en un comunicado Agustín Onagoity, director senior de Mercado Pago Argentina. “Nuestros usuarios y trabajadores gastronómicos realmente demandaban una solución para las propinas”.
Milei, por su parte, propondrá una ley para formalizar las propinas en las tarjetas de crédito y débito, mientras que su gobierno está allanando el camino para que los viajeros puedan pagar el transporte público con códigos QR o una tarjeta como en Nueva York o Londres. En los quioscos de las estaciones de metro de Buenos Aires todavía se necesita dinero en efectivo para recargar una tarjeta de transporte público, aunque también existen opciones de recarga digital.
Para ser claros, otro tipo de efectivo -los dólares estadounidenses- sigue floreciendo en Argentina, uno de los principales receptores mundiales de billetes estadounidenses, según una investigación de la Reserva Federal. Los argentinos poseen miles de millones en efectivo estadounidense fuera del sistema bancario formal, estiman los economistas.
Dólares aparte, todos los signos tangibles sugieren que el reinado de los billetes en pesos está llegando a su fin. Los pagos en efectivo en los supermercados representaron en mayo sólo el 17% del total de las compras, frente al 36% de principios de 2020. Los pagos con tarjeta de crédito se han disparado a medida que los argentinos aprovechan los plazos de pago sin intereses para estirar su poder adquisitivo en un país donde la inflación anual del 270% erosiona el crecimiento salarial.
Pedro Filippini, un barista de 23 años del Café Zuka de Buenos Aires, deja que los clientes envíen propinas a su cuenta de Mercado Pago aunque la cafetería tenga un tarro de efectivo tradicional en la caja registradora. Filippini dice que las propinas tienden a ser más generosas en Mercado Pago, en torno a los 1.000 pesos, mientras que las propinas en efectivo se reducen a los billetes que lleve el cliente.
Ver más: Kaszek y Andreessen apuestan por fintech argentina Tapi en ronda de US$22 millones
Aunque Filippini prefiere los pagos digitales, sigue viendo argumentos a favor del dinero en efectivo en un país en el que la mitad de la población lucha por llegar a fin de mes. Últimamente, como los precios de los servicios de telefonía móvil se han disparado, se queda sin datos antes de que acabe el mes, por lo que depende del WiFi -cuando puede conseguirlo- para acceder a su cuenta de Mercado Pago.
"Si estás en la calle sin datos móviles, no puedes contar con Mercado Pago", afirma. "El dinero en efectivo siempre será indispensable, pero Mercado Pago ha tenido mucho éxito porque realmente ofrece muchas ventajas."
-- Con la colaboración de Daniel Cancel.
Lea más en Bloomberg.com