Bloomberg — El plan de austeridad lanzado por el presidente Javier Milei hace tambalear a algunas empresas locales que se habían endeudado en los últimos años para aprovechar las diferencias cambiarias.
En los últimos 15 meses, el presidente argentino ha aplicado recortes drásticos en las obras públicas y en los generosos subsidios a los servicios públicos. Además, en las últimas semanas ha eliminado los controles cambiarios que regularon el peso durante años.
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El cepo, que creó una brecha entre los distintos tipos de cambio en la Argentina, generó oportunidades para algunas compañías, que se lanzaron a importar productos al tipo de cambio oficial más bajo, y a venderlos en pesos vinculados a un tipo de cambio paralelo más alto.
Las empresas también pudieron obtener préstamos en los mercados de capitales locales, beneficiándose de los inversores que buscaban protegerse contra los riesgos cambiarios y se apresuraban a comprar titulos vinculados al tipo de cambio oficial, como bonos o pagarés bursátiles.

Sin embargo, las empresas están empezando a sufrir ahora el impacto. El lunes, dos subsidiarias de la empresa de servicios públicos Albanesi SA no pudieron pagar US$19,5 millones en intereses de un bono emitido hace solo seis meses. Este impago se suma a una lista que podría extenderse, a medida que Milei continúe con su drástico cambio de rumbo de la economía argentina.
“Estamos viendo ahora las consecuencias de una mala gestión de la deuda”, afirmó Martín Arancet, analista de Balanz Capital en Buenos Aires. “Albanesi llevaba tres años luchando con la deuda y, cuando Milei llegó al poder, las empresas tuvieron que empezar a pagar tasas de interés más altas, más en línea con las tasas internacionales”.

Las empresas agroindustriales Grupo Los Grobo LLC, Agrofina y el proveedor agrícola Red Surcos SA tampoco han podido cumplir con sus obligaciones de deuda en los últimos meses. Surcos, por ejemplo, incumplió en diciembre el pago de dos pagarés. Los Grobo y Agrofina acumularon reclamos por un impago de deudas por un valor de unos US$300 millones, según informan medios argentinos.
Hasta ahora, los impagos no son sistemáticos ni se concentran en un solo sector. Sin embargo, ponen de relieve los crecientes puntos débiles de las empresas en la Argentina de Milei.
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Para Albanesi, el mayor problema fue la reducción del gasto público de Milei, que provocó interrupciones en los flujos de pago del operador estatal del mercado eléctrico Cammesa a los productores de energía. La empresa liquidó sus deudas vencidas mediante una quita de capital sin reconocimiento de intereses, lo que la obligó a buscar nueva financiación, dado que estaba muy apalancada y tenía varios proyectos en marcha.

La empresa acumuló más deuda para pagar deuda, hasta que el lunes incumplió. Los Grobo, Agrofina y Red Surcos se vieron muy afectados cuando Milei decidió normalizar el tipo de cambio adoptando un tipo de cambio fijo de facto. La brecha cambiaria se redujo drásticamente y las expectativas de una devaluación se desvanecieron. Ahora, el banco central de Milei deja que el peso flote libremente entre ARS$1.000-1.400 por dólar antes de intervenir.
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Los Grobo, Agrofina, Red Surcos y Albanesi declinaron hacer comentarios. Celulosa no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.
Las agencias de calificación han tomado nota del cambio de entorno, y Moody’s rebajó el mes pasado la nota de Celulosa Argentina, una empresa productora de pulpa y papel, citando las crecientes presiones derivadas de la fortaleza del peso y la disminución de la competitividad de las exportaciones de la empresa.
“Mientras la inflación era muy alta, la brecha cambiaria era amplia y el mercado estaba muy cerrado, había mucha demanda de cobertura y muchas empresas tenían altos resultados operativos”, dijo Gabriela Catri, gerente de calificaciones de Moody’s Local Argentina.
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