Buenos Aires — Un año atrás el presidente Javier Milei prometió desde las escaleras del Congreso un recorte del gasto público de 5 puntos del Producto Bruto Interno (PBI). Se embarcó ahí, en un complejo desafío: avanzar en una agresiva política de ajuste con una estructura política débil.
Doce meses más tarde, y con el ajuste realizado, los números de aprobación de su imagen y su gestión son positivos. Con altibajos, el Índice de Confianza en el Gobierno que mide la Universidad Torcuato di Tella alcanzó en noviembre los 2,66 puntos; 5,7% mayor al de la medición del primer noviembre de Mauricio Macri y 31,7% mayor en el caso de Alberto Fernández.
Según la Encuesta de Satisfacción Política y Opinión Pública de la Universidad de San Andrés, el 54% aprueba al Gobierno de La Libertad Avanza, recuperándose de una depresión en los meses de julio y agosto. La aprobación también es mayor a la que habían alcanzado, a esta altura, las gestiones de sus predecesores Fernández y Macri.
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Con las redes sociales activas e insultos en sus mensajes, el presidente Milei desplegó una estrategia en la que debía necesitar lo menos posible del Poder Legislativo. Alcanzó con la aprobación de una tullida Ley Bases, el blindaje de dos vetos presidenciales y del DNU 70/2023. El DNU y la mencionada Ley, fueron clave para otorgar herramientas y poderes al Ejecutivo en su primer año.
En el ajuste, y por detrás de las jubilaciones, el principal factor de recorte fue la inversión real directa: la obra pública. En séptimo lugar figura la transferencia de capital a las provincias. La relación con los gobernadores ocurrió en ese contexto.
“El Gobierno llevó adelante un programa económico muy fuerte de ajuste de cuentas fiscales, 9% del PBI del gasto público, un desafío enorme para un gobierno sin experiencia, sin gobernadores ni legisladores”, dijo Juan Pablo Ronderos, socio de la consultora MAP Latam.
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La Libertad Avanza en el Congreso
En 2024 el Congreso de la Nación sancionó cuatro leyes, el registro más bajo de los últimos cuatro años. El oficialismo logró aprobar tres (Bases, paquete fiscal, registro de datos genéticos para delitos) de las 26 que envió el Ejecutivo.
“El oficialismo logró combinar una agenda moderadamente proactiva con otra eminentemente defensiva para evitar que la oposición complique lo que hasta ahora es el corazón de su programa económico: la agenda fiscal (jubilaciones, universidades). Eso va seguir así al menos hasta que el nuevo Congreso producto de las legislativas de octubre asuma en diciembre de 2025″, dijo Marcelo J. García, director para América de Horizon Engage, consultora de riesgo geopolítico con sede en Nueva York, a Bloomberg Línea.
Relación con gobernadores
Díaz señala que pese al ajuste en las transferencias “han habido grandes reacciones opositoras al Gobierno y sí han habido algunos acuerdos”. El Gobierno cierra el año sin la aprobación del Presupuesto 2025, mientras impulsa la eliminación de las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO).
Las provincias se preparan para un 2025 con menos recursos y una oposición desmembrada. “No veo un escenario disruptivo, complejo o de dudas para el próximo año. Si no pasa ninguna cuestión extraña, veo un resultado electoral bastante previsible”, dijo días atrás Alberto Weretilneck, gobernador de Río Negro, anticipando comicios favorables para la Libertad Avanza.
Respecto al diálogo con Nación, dijo que desde lo formal es un Gobierno “respetuoso, de diálogo”, pero con una dificultad importante “en poder gestionar el día a día y el mediano plazo, hay un problema de gestión importante”.
Para entender este vínculo, Juan Ignacio Di Meglio, director senior de Asuntos Públicos en LLYC, apunta a la aprobación de Milei: “La principal fortaleza del presidente radica en su alta popularidad. Mientras esta se mantenga, a los gobernadores les resultará muy difícil oponerse de lleno a él”.
Y menciona también la propuesta de descentralizar atribuciones, como sucedió con la transferencia de obras públicas. “Brinda mayor autonomía y capacidad de acción a los gobiernos locales pero, por el otro, los condiciona fuertemente en cuanto a los fondos disponibles para atender las demandas ciudadanas”, dijo Di Meglio. “En este nuevo esquema, la responsabilidad y la eficacia de la gestión provincial serán determinantes para el éxito de cada jurisdicción”, agregó.
¿Qué pasará en 2025?
Ronderos anticipa que no hay que esperar un cambio en el programa económico del Gobierno pese al año electoral. “No va a cambiar su política fiscal y monetaria. Su campaña va a estar basada en el ajuste”, dijo.
Según Díaz, son tres los objetivos de Milei para el año próximo: “Acordar un programa sólido con el FMI, abrir el cepo sin grandes traumas y ganar la legislativa”.
Otro dilema será el electoral. La fusión con el PRO perdió fuerza en las últimas semanas, mientras el peronismo intenta con fotos disipar rispideces. Karina Milei, secretaria general de Presidencia y hermana del presidente, se ha encargado este año de la construcción a nivel nacional del partido oficialista, junto al presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem.
El resultado electoral, cualquiera sea, redundará en más legisladores para el Gobierno. No obstante, el principal desafío estará en la provincia de Buenos Aires, que pone en juego 35 bancas y donde una falta de acuerdo entre el PRO y LLA puede facilitar la elección para el peronismo.
Sobre este punto, Di Meglio apunta que en este distrito, y otros clave, ambos espacios podrían “confluir en listas de unidad”. No obstante, “la mayor amenaza para el PRO es perder su bastión en la Ciudad de Buenos Aires, donde los candidatos de LLA podrían superar al oficialismo porteño, profundizando su crisis de identidad”.
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