Buenos Aires — El Banco Central y el Gobierno argentino podrán proyectar el 2025 con una noticia positiva: dos de los principales sectores productivos de Argentina, el agro y el energético, generarán más divisas que este año.
La noticia no es menor: en el año en el que Javier Milei proyecta la salida del cepo cambiario, y ante la expectativa de un nuevo programa con el Fondo Monetario Internacional, tanto el agro como la energía, impulsados por la soja y el petróleo de Vaca Muerta, generarán un importante colchón de dólares para las alicaídas reservas netas.
Según las consultoras que participan del Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) del BCRA, las exportaciones alcanzarán los US$83.051 millones en 2025 y US$67.899 millones las importaciones. Esto daría un superávit comercial de US$15.152 millones.
En esos números impactan los más de US$30.000 millones que se proyectan del sector agroindustrial y el superávit comercial de US$7.000 millones que se espera para el gas y el petróleo, según informes privados.
¿Qué pasó y qué pasará con la saoja y el campo?
Entre enero y octubre el sector de cereales y oleaginosas ha liquidado US$20.660 millones en el Mercado Libre de Cambios (MLC), más de US$1.300 millones el monto del año pasado a esta altura.
La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) destaca que, producto del dólar blend, “se estima que unos US$5.165 millones adicionales fueron destinados a los dólares financieros, elevando el total liquidado a 25.825 millones de dólares”.
El 2024 apunta a cerrar con una liquidación de US$30.200 millones, esto es 30% más que en 2023, año marcado por la sequía, pero 27% por debajo del promedio 2021-2022, con precios internacionales récord, según la BCR.
Para el 2025, la entidad rosarina prevé que la oferta de divisas al agro en el Mercado Libre de Cambios alcance los US$31.500 millones: US$1.300 millones más que el corriente. De continuar el dólar blend, US$6.300 millones se liquidarían en los dólares financieros.
¿Qué pasó y qué pasará con el gas y el petróleo?
Según un informe de la consultora Economía & Energía que dirige Nicolás Arceo, en 2024 se prevé que el superávit comercial del sector energético se ubique en torno a los US$5.400 millones, mientras que para el 2025 se espera que la balanza comercial energética continúe exhibiendo una mejora y se alcance un superávit cercano a los US$7.600 millones, “como consecuencia del incremento en las exportaciones, fundamentalmente de crudo, así como por los menores requerimientos de importación”.
Sería el resultado de exportaciones por US$22.426 millones e importaciones por US$3.733 millones. En el lado de las compras de energía, implicaría una disminución de al menos US$500 millones. Cifra similar a la de este año. Eso implica que continuará la compra de barcos con Gas Natural Licuado (GNL), pero que se reducirán las importaciones desde Bolivia.
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Desde el lado de las exportaciones, la proyección base para el 2025 calcula un aumento de US$2.583 millones, por mayor ventas de petróleo, que explicarán el 80% de las exportaciones de hidrocarburos. Este aumento responde a una mayor producción de Vaca Muerta pero también mayores canales de evacuación: tanto por el lado de Chile, con Otasa; como también la concreción de las obras de Oldelval en el proyecto Duplicar.
