Bloomberg — El exdirector del banco central y economista José Gabriel Espinoza juró el domingo como nuevo ministro de Finanzas de Bolivia, con la misión de estabilizar una economía golpeada por la inflación desenfrenada, la escasez y la disminución de las reservas internacionales.
Espinoza, crítico acérrimo de la gestión económica del expresidente Luis Arce, apoyó inicialmente al empresario Samuel Doria Medina en la primera vuelta electoral, antes de unirse al equipo del presidente Rodrigo Paz en la segunda. Desde entonces, ha promovido la apertura de Bolivia a la inversión extranjera bajo reglas claras y predecibles.
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“Queremos que regresen las inversiones y que Bolivia abra sus puertas al mundo”, declaró Espinoza el viernes en una cumbre empresarial en Santa Cruz. Prometió seguridad jurídica y pleno respaldo gubernamental para los contratos privados, y añadió: “Queremos ser un socio de confianza, no un adversario en materia de inversiones”.
Entre los 16 ministros designados figuran Fernando Hugo Aramayo como ministro de Relaciones Exteriores, José Luis Lupo como ministro de la Presidencia y Sergio Mauricio Medinacelli Monroy como ministro de Hidrocarburos y Energía, cargo que ocupó hace 20 años.
Durante la toma de posesión, Paz afirmó que su gobierno se centrará en cuatro pilares: posicionar a Bolivia en el mundo, promover el capitalismo para todos como modelo productivo, reducir el papel del Estado como obstáculo y fortalecer las regiones. Paz también mencionó una reestructuración ministerial que anunciará en los próximos días.
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El gobierno de Paz pone fin a casi dos décadas de gobierno socialista que fortaleció el control estatal sobre sectores estratégicos como los hidrocarburos y la minería. El nuevo gobierno planea presentar proyectos de ley al Congreso en los próximos meses para modernizar las regulaciones en esas áreas y atraer capital extranjero.
Espinoza también prometió restablecer la disciplina fiscal, poner fin al financiamiento del gasto público por parte del banco central y estabilizar el tipo de cambio en función de la demanda del mercado.
La nueva administración continuará pagando la deuda pública, aunque las futuras negociaciones podrían incluir canjes de activos, prórrogas de vencimiento o cambios cambiarios en lugar de una reestructuración formal, según declaró Espinoza previamente a Bloomberg.
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