Bloomberg — El gobierno de Brasil está luchando por apuntalar sus perspectivas presupuestarias y alcanzar sus objetivos fiscales, aun cuando obtiene niveles de ingresos fiscales sin precedentes.
La recaudación tributaria ascendió a casi R$262.000 millones (US$48.600 millones) en octubre, un aumento del 5,6% respecto al año anterior y un récord para el mes, según datos oficiales publicados el lunes. El resultado se sumó a un año fuerte para estos ingresos, que han aumentado más del 3% en comparación con los 10 primeros meses de 2024.
Ver más: Economistas recortan pronóstico de tasas en Brasil para 2026
Pero la administración del presidente Luiz Inácio Lula da Silva se enfrenta no obstante a dificultades para alcanzar este año su objetivo de un resultado fiscal primario equilibrado, excluyendo el pago de intereses. El viernes, el gobierno anunció que bloquearía R$3.300 millones adicionales en el gasto público para cumplir con el límite inferior de su objetivo presupuestario, que incluye un rango de tolerancia del 0,25% del producto interior bruto.
A pesar de las ganancias, los ingresos fiscales globales no alcanzan las previsiones, según un informe publicado el viernes por el Ministerio de Planificación. Al mismo tiempo, el gobierno está gastando más de lo previsto en empresas estatales a medida que aumentan los déficits de las empresas públicas.
Como resultado, el ministerio prevé ahora un déficit primario para 2025 de R$34.300 millones, frente a los R-$30.200 millones de su informe anterior.
Una parte significativa del deterioro proviene del servicio postal estatal Correios, que se ha enfrentado a años de pérdidas crecientes. La empresa busca ahora el apoyo del gobierno para asegurar un préstamo de R$20.000 millones para cumplir con sus obligaciones financieras en 2025 y 2026, con negociaciones en curso con varios bancos nacionales.
Esto se suma a los retos a los que se enfrenta el ministro de Finanzas, Fernando Haddad, que ha hecho del aumento de los ingresos un elemento central de sus esfuerzos fiscales. El ministro ha tenido dificultades para impulsar en el Congreso nuevas medidas que son clave para alcanzar los objetivos presupuestarios. Las propuestas incluyen aumentos de impuestos a las fintech y a las empresas de apuestas.
Ver más: Corte Suprema de Brasil confirma la detención de Bolsonaro y lo deja entre rejas
El gobierno también se enfrenta a un profundo escepticismo del mercado sobre las promesas de lograr un superávit primario el próximo año. Los inversores esperan que el gasto aumente aún más en 2026, un año electoral en el que Lula planea buscar otro mandato.
El viceministro de Finanzas, Darío Durigan, reiteró las promesas de alcanzar los objetivos en un acto celebrado el lunes en Sao Paulo. Por su parte, la ministra de Planificación, Simone Tebet, dijo que el gobierno tratará de avanzar en sus esfuerzos por frenar las costosas exenciones y beneficios fiscales el próximo año.
Con la colaboración de Giovanna Serafim y Matheus Piovesana.
Lea más en Bloomberg.com









