Bloomberg — Las previsiones inflacionarias brasileñas se moderaron para este año y el siguiente, tras las declaraciones agresivas de los responsables del banco central, que indican que los costes de financiación no bajarán en un futuro próximo.
Según la encuesta semanal a economistas difundida este lunes por el Banco Central, la inflación anual se situará en diciembre en el 4,56%, inferior al 4,7% previo, y en 2026 se desacelerará todavía más hasta el 4,2%, por debajo de la estimación previa del 4,27%.
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Los responsables de la banca central están avanzando lentamente en el control de los precios en la primera economía latinoamericana, aunque se resisten a declarar la victoria. Ante una inflación muy por arriba del objetivo, impulsada por un mercado laboral en auge y el gasto público, su intención es mantener la tasa Selic en 15% durante los próximos meses.
“Aunque las expectativas de inflación se están acercando al centro del objetivo, el banco central continúa incómodo con el nivel actual”, declaró el gobernador del banco central, Gabriel Galipolo, en unas declaraciones públicas realizadas la semana pasada.
Los economistas prevén una inflación superior al objetivo del 3% hasta el año 2028.
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