Bloomberg — El juez del Tribunal Supremo de Brasil sancionado por EE.UU. abrió el juicio contra el expresidente Jair Bolsonaro prometiendo mantenerse firme frente a la presión de Washington.
“El coraje institucional y la defensa de la soberanía nacional son parte del deber republicano de este tribunal”, dijo el martes el juez Alexandre de Moraes. “La soberanía nacional no puede, no debe y nunca será violada, negociada o extorsionada”.
Moraes supervisa el juicio que podría condenar a Bolsonaro, aliado de Donald Trump, a más de 40 años de prisión por un supuesto intento de golpe de Estado tras su derrota en las elecciones de 2022.
Ver más: Jair Bolsonaro consideró “urgente” solicitar asilo en Argentina, dice la policía
En un intento por ayudar a Bolsonaro, Trump sancionó a Moraes en virtud de la Ley Magnitsky y revocó su visado estadounidense. Washington también impuso un arancel del 50% a ciertos productos brasileños.
Eduardo Bolsonaro, el hijo del expresidente que se trasladó a EE.UU. en marzo en busca de ayuda de la Casa Blanca, ha advertido en los últimos días de sanciones adicionales relacionadas con el juicio y la posible condena de su padre.
Los activos brasileños cayeron en una sesión ampliamente negativa para los mercados emergentes. El real se debilitó hasta un 1,1% frente al dólar, mientras que las tasas swap a más largo plazo subieron más de 10 puntos básicos. Las acciones del Banco do Brasil cayeron cerca de un 3,1%, entre las mayores pérdidas del índice de referencia Ibovespa, que retrocedió un 0,5%.
Moraes dijo que “una verdadera organización criminal” actuó “de forma cobarde y traicionera para intentar coaccionar al poder judicial, especialmente a este Tribunal Supremo, y someter su trabajo al escrutinio de un Estado extranjero”.
Ver más: La dinastía Bolsonaro se resquebraja: juicio por golpe de Estado deja en caos su coalición
Agregó que los intentos de obstrucción no afectarán la imparcialidad e independencia de los magistrados de la corte, quienes “fallarán independientemente de amenazas o coerción, ignorando presiones internas y externas”.
Bolsonaro está siguiendo el juicio desde su casa en Brasilia, donde se encuentra bajo arresto domiciliario desde principios de agosto. Se espera que el proceso se prolongue hasta el 12 de septiembre.

Lea más en Bloomberg.com