Bloomberg Línea — Las presiones inflacionistas deberían hacer que el Índice Nacional de Precios al Consumidor Amplio (IPCA) de Brasil a 12 meses alcance hasta el 6% en 2025, según los cálculos de Ariane Benedito, economista jefe de PicPay. Esta cifra duplica el objetivo del Banco Central de Brasil del 3%.
En una entrevista con Bloomberg Línea, la economista cree que esto requerirá un mayor endurecimiento monetario por parte del Copom (Comité de Política Monetaria) más allá del aumento de 1 punto porcentual ya previsto para la próxima reunión en marzo, llevando el tipo básico de interés de Brasil Selic al 15% anual o más.
Según ella, los modelos del equipo PicPay indican que los precios aún no han captado la subida del dólar en los últimos meses, cuando la divisa estadounidense cotizaba a 6,31 reales. A pesar de la caída en enero, la presión del tipo de cambio continúa y tiende a repercutir en la ya elevada inflación.
“Nuestro escenario base proyecta un aumento de 100 puntos básicos en la tasa Selic en marzo y luego otros 75 puntos en mayo”, dijo Ariane Benedito, en su primera entrevista desde que asumió el cargo a finales de noviembre.
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“Pero no descartamos que el Banco Central de Brasil deje la puerta abierta a nuevos ajustes, en función de la trayectoria de la inflación y del comportamiento del tipo de cambio”.
En una decisión del 29 de noviembre, la primera bajo el mando del nuevo presidente Banco Central de Brasil Gabriel Galípolo, el Copom elevó el tipo básico de interés en un punto porcentual, a 13,25% al año, e indicó que realizará un nuevo incremento de la misma magnitud en su próxima reunión de marzo.
El comunicado de Copom dejó la puerta abierta para reuniones posteriores, al señalar que la magnitud total del ciclo de ajuste monetario “dependerá de la evolución de la dinámica de la inflación”.
La economista de PicPay señaló que el traspaso del tipo de cambio ha sido más gradual, pero aún tendrá un impacto en los precios de los bienes industrializados y de los combustibles.
Un ejemplo es el reciente reajuste del precio del gasóleo por parte de Petrobras, anunciado el viernes, 31 de enero. Los inversores han instado a la empresa estatal a reajustar el precio de la gasolina, dada la diferencia con los precios internacionales.
“Si no logramos enfriar el dólar ahora, tendremos una presión inflacionaria continua en sectores clave como alimentos y transporte”, dijo Benedito.
Especializado en mercado de capitales, la economista se incorporó al equipo de PicPay para liderar el área de investigación macroeconómica de la institución financiera controlada por J&F Investimentos, propiedad de la familia Batista, fundadora de JBS (JBSS3).
Según la economista, el mercado laboral también es un factor a vigilar, ya que tiende a mantener caliente el consumo de las familias. Sumado al aumento del salario mínimo por encima de la inflación y a la política fiscal expansiva del gobierno, esto debería seguir ejerciendo presión sobre los precios.
“La renta media habitual debería mantenerse estable, y el crédito sigue siendo más fuerte de lo esperado”, dijo. “El Banco Central se enfrenta a un dilema, porque la actividad no ha reaccionado al endurecimiento monetario como se esperaba”.
En este entorno, Ariane Benedito dijo que era difícil para los economistas predecir de dónde vendría la desaceleración de la actividad económica.
PicPay prevé que el Producto Interior Bruto (PIB) se ralentizará hasta el 1,6% en 2025. En la evaluación de la economista, el enfriamiento debería producirse por el lado de la producción, con las empresas reduciendo las inversiones y los planes de expansión de la oferta ante la subida de los tipos de interés.
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Según la economista, las expectativas de inflación sólo deberían estabilizarse y empezar a retroceder si el dólar retrocede de forma consistente y si el gobierno recupera la confianza de los agentes del mercado en la política fiscal.
Esto podría llevar a la divisa estadounidense a un nivel de entre 5,70 y 5,80 reales, lo que podría impedir que los precios siguieran subiendo.
En el campo fiscal, la economista advirtió que la robusta recaudación de impuestos vista en 2024 no es garantía de equilibrio y que el gobierno necesitaría seguir adelante con las medidas anunciadas para recuperar la confianza, como la reforma de las pensiones militares y las propuestas para controlar las enmiendas parlamentarias.
Según ella, la “deshidratación” del paquete fiscal en el Congreso y la falta de claridad sobre las medidas futuras siguen siendo fuentes de preocupación para los inversores.
Ante este escenario, el tipo Selic podría mantenerse alto durante un período prolongado. “Nuestro modelo indica que los tipos de interés deberían permanecer en un nivel restrictivo hasta al menos el primer trimestre de 2026″, dijo Benedito. “El ciclo de recortes podría no comenzar hasta marzo de ese año, con reducciones graduales”.
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